Por Los Codos

Horacio Fumero: La Música Es Muy Poderosa; Nosotros No

¿Pero vos viniste para quedarte en el ’84?

No, hay algo en el medio. Al año de llegar a España me pongo a tocar con el Tete Montoliú. Primero fui a Barcelona y después anduve dando vueltas, estuve un tiempo en Valencia que en ese momento era una ciudad muy importante para el jazz. Los managers más importantes son de ahí, hay muchos músicos muy importantes en Valencia, una ciudad muy potente para la música. Y es más, la primera vez que toqué con el Tete fue justamente en Valencia.

¿Pero vos no habías estado un tiempo en Italia antes?

Bueno sí… porque yo había estado viviendo en la que se llama la Suiza italiana, cerca de Milán; entonces había conocido a músicos y artistas de Milán y me fui a ver qué pasaba; y no me encontré, no sabía por dónde empezar.

A esta altura la bailarina ya…

(Risas) No… ya a esa altura… bueh… en Milán no le encontré la punta al hilo y eso que conocía a mucha gente; pero era muy difícil encontrar un lugar para estar y se puso muy complicado y entonces me fui a España y cuando llegué enseguida me sentí muy bien. La gente te recibía con mucho cariño; los gallegos, los catalanes, son gente maravillosa, son una gente del carajo, muy acogedores, muy tolerantes… lo que me dejaron hacer en España… yo dudo que en mi propio país a un extranjero lo hayan tratado como me trataron a mí en España. Me dieron un espacio y un lugar increíbles que no te lo dan en cualquier parte y les estaré eternamente agradecido, sin joda. (Se queda en silencio y piensa)

Nos dispersamos de nuevo…

Sí… estábamos en que apareció el Tete… ¿no?

Pero no fue así, “que apareció”…

Fumero - MontoliuBueno… yo estaba tocando en un lugar y el Tete esa noche tocaba ahí mismo con su trío. Y me escuchó y al poco tiempo me llamó para que fuera a su casa a hacer una prueba.
Yo nunca había estado con un ciego en mi vida, no sabía lo que era, llegué a una casa en la que estaba todo oscuro, toco el timbre, se oyen unos pasos y cuando esos pasos se aproximan a la puerta se enciende la luz de adentro (que se enciende para mí por supuesto) y abre la puerta y me encuentro ahí con el ciego cara a cara. ¡¡¡Uffff!!! Y aparte el ciego es el Tete Montoliú…
(risas)… ¡y qué cagazo!
Tocamos un rato y me dice que está bien, que si quiero, que toque con él. En ese momento, la verdad es que yo me subí a una nave espacial; me subí al Apollo no sé cuánto, al Apollo Montoliú
(risas), me subí ahí y desapareció toda cuestión de países y demás. Yo estaba en esa nave y me daba lo mismo vivir en Zimbabwe, en Alaska, donde sea; yo había encontrado una nave espacial que me gustaba mucho en la cual yo ahí tenía mucho que aprender y lo tenía al alcance de la mano, me alimentaba porque era trabajo pero a la vez era apprendizaje, o sea… juntaba todo. Me daba a conocer en España, me generaba un espacio dentro de una de las músicas que más amo… yo tocando con el Tete qué sé yo… venía Johnny Griffin… qué sé yo, era el trío del Tete y acompañaba a cualquier mono, a cualquiera de los grandes jefes… era máxima primera…

¿Es cierto que te decía que apagaras la luz cuando te ibas?

Fumero - GriffinSí, claro… si él no la necesitaba ni pa’ mierda.

Con el tiempo, ¿llegaron a tener algún trato más cordial o afectivo?

Sí, por supuesto… el Tete era un tiempo muy cariñoso, que hablándote te podía agarrar la mano, muy lindo tipo, muy sensible; lo que pasa es que a su vez podía ser muy pinchoso y afilado; podía ser muy hijo de puta según cómo vinieran las cosas. Yo tuve una relación hermosísima con él; era un tipo al que le gustaban las cosas derechas y muy francas, veía las boludeces muy rápido; entonces… si vos le ibas por el lado pelotudo, te crucificaba adelante de quien fuere con toda la mala hostia; podía ser muy malo si se lo proponía y de hecho yo he visto crucificar gente con cámara por delante, hacerlos pelota pero por boludos, porque lo querían usar y no podés usar a un tipo de esa envergadura; son tipos demasiado potentes.
Yo nunca pretendí pasar por encima de él o aparentar lo que no soy, porque además me parece pelotudo, imbécil y una pérdida de energía y de tiempo tremendas. 

2 thoughts on “Horacio Fumero: La Música Es Muy Poderosa; Nosotros No

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *