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Okkyung Lee: Nihm

On a Windy Bayi, That Undeniable Empty Feeling, Story Of You and Me, Anything You Say Anything (Don’t) You Say, Returning Point, Home, Deep Blue Knot, Closed Window, Sky, Tuesday Morning.

NihmMúsicos:
Okkyung Lee: cello
John Hollenbeck: batería, percusión
Ikue Mori: electronics
Tim Barnes: batería y percusión
Sylvie Courvousier: piano
Trevor Dunn: bajo
Shellye Burgon: arpa
Doug Wieselman: clarinete

Tzadik, 2005

Calificación: Kimi-chu (Dáme dos en coreano)

Seguramente usted vio a Okkyung Lee alguna vez.
¿No?
Bueno, entonces debe haberla escuchado.
¿Tampoco?
Pero quizás haya leído sobre su música…
¿Qué dice? ¿Usted no lee?
Okkyung Lee.
Esta cellista nacida en Taejon, Corea, ha llegado para complicarnos con su talento.
A la edad en que uno todavía usaba chupete, ella comenzó a tocar el piano; y cuando aún no lográbamos acostumbrarnos a vivir sin pañales, ya tocaba el cello.
Okkyung Lee se mudó a Boston en 1993 para estudiar composición contemporánea en el Berklee College of Music. Luego obtendría un master en improvisación contemporánea en el New England Conservatory of Music. Con esos títulos bajo el brazo llegaría a New York en el 2000.
En los años siguientes trabajaría junto a John Zorn, Butch Morris, Mark Dresser, Ikue Mori, Anthony Coleman y Zeena Parkins, entre otros. Durante ese tiempo también fundó el T.O.T trio junto al DJ Toshio Kajiwara y el percusionista Tim Barnes. Pero no serÍa hasta el 2005 en el que editarÍa su disco debut: Nihm.
Nihm es algo más que un promisorio debut. No es un simple ejercicio de composición. Aquí podemos encontrar una auténtica expresión de ideas musicales propias realizadas con un pulso muy seguro, ofreciendo el atractivo de una concepción formal muy equilibrada y con una instrumentación sencilla y diáfana. Su propuesta es pluralista tanto en contenido como en su forma.
A ese pluralismo creativo no debe dársele la acepción neo-colonialista en la que se pretende adjudicarle a Occidente la función de acaparar el hecho artístico, mientras el resto del mundo brinda materias primas que sólo alcanzan valor cuando son procesadas por el primer mundo. Parece corresponderle un significado más amplio y propio de este mundo globalizado en donde no hay estilos dominantes y en donde el agregado de valor académico puede provenir de diferentes culturas sin limitaciones geográficas ni antropológicas.
Antes de continuar y luego de las ideas expresadas, me parece oportuno aclarar que no tengo armas químicas en mi casa (no vaya a ser que alguno piense en invadirme)
Nihm en lo significativo tiende a ser íntimo, individual y está claramente asociado con una idea poderosamente pensada, pero también es un “lugar” de resistencia contra la noción que todo está “cocinado” y predeterminado. El gran cineasta Luis Buñuel decía que las películas profundas son como los sueños profundos. Pueden no gustar pero terminan alojándose en el subconciente para retornar una y otra vez.
Esta obra de Okkyung Lee parece compartir esta acepción.  Lee explica, al referirse al tema que abre el disco, que “está inspirado en el sonido de las campanas de los templos Budistas que visitaba cuando era niña”, para aclarar luego “no pretendo emular los sonidos reales sino transmitir las sensaciones y recuerdos que vagamente conservo en mi memoria, como un eco de la realidad en sí misma”.
Lo más sorprendente es que dice todo esto como si fuera lo más natural del mundo. Que quede claro: la muchacha es brava y no parece fácil de detener.
En este disco cuenta con la ayuda del percusionista Tim Barnes con quien también comparte integración en el T.O.T trio, Sylvie Courvuosier (otra que se las trae) e Ikue Mori ambas de Mephista, el impecable John Hollenbeck, líder del no menos impecable Claudia Quintet y otros que no nombro ahora porque ya lo hice antes… y porque no quiero… y además me enojé… ¡qué tanto! Y que vengan en fila que acá hay un pecho argentino dispuesto a…
Perdón, creo que me fui por la tangente… ¿Tangente? Rima con Oriente, justo de donde viene Okkyung Lee.
De allí viene pero a dónde llegará es impredecible, aunque sospecho que muy lejos.
En Nihm hay momentos de conmovedora belleza como en Story Of You and Me y otros de violencia contenida como en Deep Blue Knot. Momentos de mágica serenidad como en Tuesday Morning y Sky y algunos desconcertantes pasajes en los que confluyen diferentes sonidos (¿y ruidos?) como en el mencionado On a Windy Day.
Todo eso es parte del universo de Okkyung Lee.
Ingresar en él es una decisión muy personal.
Si lo hace, aténgase a las consecuencias.
No me diga que no le avisé.

Sergio Piccirilli.

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