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Jenny Scheinman: 12 Songs

The Frog Threw His Head Back and Laughed, Song of The Open Road, Sleeping In the Aquifer, The Bouy Song, She Couldn't Beleive It Was True, Suza, Little Calypso, Satelite, Antenna, Albert, June 21.

Jenny ScheinmanMúsicos:
Jenny Scheinman: violín
Ron Miles: corneta
Doug Wieselman: clarinetes
Bill Frisell: guitarra
Rachelle Garniez: acordeón, piano, claviola
Tim Luntzel: bajo
Don Rieser: batería
Cryptogramophone, 2005
Calificación: Está muy pero muy bien.

La violinista Jenny Scheinman ha editado su quinto disco como líder. Sí, puristas, no me corrijan. Es el quinto y punto, aunque pulule por el universo todo que se trata del cuarto. No señor.

Explíquese Morales, entonces
Ahí va, que no sé si tengo ganas.
Largue prenda, Profesor.
Ahí me gusta un poco más.
No sea canuto, Genio.
Veo que nos vamos entendiendo.
Majestuoso, por favor…

Ante el reclamo popular no me queda otra que aclarar que a Live at Yoshi's (2000), The Rabbi's Lover (2001) y el imperdible Shalagaster (2004), hay que agregar The Django Project (1998), disco que si bien es una producción independiente al punto de no tener ni tapa, ni booklet, ni nada, grabó junto con Scott Amendola (batería), Jon Evans (bajo) y Adam Levy (guitarra), homenajeando al mítico Django Reinhardt y llega el momento de aclararle a los desavispados que no… que no se trata de un homenaje al cantante español Dyango, ya que donde va la "y" hay una "j" y dudamos además que la violinista conozca la existencia de una de las tantas berretadas que hemos sabido idolatrar y así nos va.

Scheinman-DjangoJenny Scheinman además ha trabajado con todos. Bueno… con muchos. Actual integrante de las bandas de Scott Amendola, Madeleine Peyroux y algunas de las de Bill Frisell, anduvo y anda aportando sus dotes con gente de pucha digo: Vinicius Cantuaria, Adam Levy, Marc Ribot, Nels Cline, Brad Shepik, Greg Cohen, Tony Scherr, Eyvind Kang, Jane Scarpantoni, Hank Roberts, Kenny Wollesen, Jim Black, Ben Perowsky, Myra Melford, Steven Bernstein… y la cantante argentina Gabriela.

Aquí, para 12 Songs, armó un combo de excepción que interpreta (justamente) 12 canciones compuestas por ella que fueran grabadas en dos sesiones, los días 13 y 14 de diciembre de 2004 en Brooklyn, New York.

La presencia de baluartes como Ron Miles y Doug Wieselman abren un crédito importante. La dudosa actualidad creativa de Bill Frisell nos preocupó un poco pensando en la carencia de ideas que lo asaltan al guitarrista cada vez con mayor frecuencia.

Pero la Scheinman sabe lo que hace.

El disco tiene sus desniveles, es cierto. Pero es un canto a la belleza y al buen gusto. Las interpretaciones, si bien sobrias y medidas, parecen ser las justas para cada momento y la violinista confirma además sus buenas dotes compositivas e interpretativas, obviando arrebatos pirotécnicos y creando en función de un todo que permite afirmar que 12 Songs es un verdadero viaje con momentos de placidez, humor, subidas, bajadas y todo suena increíblemente relajado, dúctil, maleable y disfrutable.

La presencia de Frisell (con quien la Scheinman además de haber grabado en varios de sus discos comparte un trío -el tercero en concordia es Greg Leisz-, interpretando temas de John Lennon) y también la de Ron Miles probablemente han traído rápidamente a mi memoria el notable disco Quartet, que el guitarrista grabara hace más o menos una década.

Y hay cierto espíritu similar en 12 Songs (si hasta parece que Sleeping In the Aquifer y June 21 fueran composiciones de aquel disco). Obviamente que la conformación del grupo es distinta, pero el clima general del disco hace que la elección del Bill sea uno de los tantos aciertos de la señora JS.

Ya en el arranque, con ese blues arrastrado de simpático título, The Frog Threw His Head Back and Laughed, queda claro de qué la va el CD. La violinista cede, como en prácticamente todo el disco, un protagonismo innecesario permitiendo el valioso aporte de sus músicos. Aquí, en la apertura, hay una gran y medida intervención de Ron Miles, por ejemplo. Pero a lo largo del álbum dominan las sutilezas, con un baterista, Dan Rieser (que ya nos había causado buena impresión en el concierto que Madeleine Peyroux brindara en Buenos Aires) que sabe cuándo aparecer y (lo más importante) cuándo llamarse a silencio. Fundamentales resultan los aportes de Rachelle Garniez y Doug Wieselman, especialmente en los dos temas interpretados en trío con JS, Satelite (un vals con -discúlpenme, pero a mí me suena así- cierto aire tanguero) y en ese divertimento extraordinario cuyo título, Little Calypso, es toda una definición.

Hablamos de subidas y bajadas y de desniveles. Es cierto. Se cae en algunos momentos folk que bajan un poco el interés general de 12 Songs, pero el resultado global es altamente satisfactorio y por supuesto, más que recomendable.

Jenny Scheinman no nos ha defraudado hasta el momento y la verdad que, si bien todo puede pasar, dudamos que pueda hacerlo en alguna vez…

 Marcelo Morales.

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