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Chick Corea: The Ultimate Adventure

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Músicos:
Chick Corea: piano, Fender Rhodes, teclados, percusión acústica y electrónica, palmas.
Steve Gadd: batería y palmas.
Airto Moreira: percusión, voz.
Carles Benavent: bajo, palmas
Hubert Laws: flauta.
Hozam Ramzy: percusión.
Jorge Pardo: flauta, palmas, saxo.
Vinnie Colaiuta: batería.
Tim Garland: clarinete bajo, saxo tenor.
Ruben Dantas: percusión, palmas.
Tom Brechtlein: batería, palmas.
Frank Gamballe: guitarra acústica.
Universal, 2006

Calificación: ¡Está muy bien Chick!

Armando Anthony “Chick” Corea ya es un sexagenario que utiliza camisas grandes fuera del pantalón para intentar disimular su panza, pero está claro que sus habilidades musicales están intactas. Su capacidad creativa ha sido siempre extraordinaria, desde aquél que era pianista de Cal Tjader, luego Miles, luego Return to Forever, luego la Elektric Band, la Akoustic Band, innumerables tríos, cuartetos, sextetos, solo piano, clásico, jazz, latin, flamenco, etc., etc…

Este disco hace honor a lo mejor de esa trayectoria que ha tenido, como la de todo músico, algunos puntos flojos. Para mí, uno de esos puntos flojos ha sido el último disco de la Elektric Band “To the Stars”. Al igual que éste, The Ultimate Adventure es un disco conceptual basado en la obra literaria de ciencia ficción de L. Ron Hubbard, su mentor espiritual y líder del Cientologismo (Scientologist). Sin embargo, en este último, la composición, arreglos e interpretación son contundentes. Se trata de un disco sin fisuras, muy elegante, con energía pero sutil, mezcla de eléctrico y acústico, jazz, jazz-rock, latin, flamenco, medio oriente y hasta algunos colores de tango. Es un disco complejo pero sencillo de escuchar, tiene groove, buenas melodías, la dosis justa de solos y armonías muy bonitas. Los vientos le brindan un aire etéreo y misterioso al disco. A mi parecer, muestra el lado más reflexivo de Corea, donde el énfasis está en la composición y arreglos y no en los solistas o el lucimiento individual. Igualmente (no está de más decirlo), se tocan todo… pero desde otro lugar.

Es una obra conceptual en serio; no se trata de un rejunte de temas, se nota la coherencia. Y qué bueno es escuchar una obra que atrapa de principio a fin, con matices, sorpresas y sin perder la continuidad. A tal punto es así que no se nota el cambio de músicos entre temas; lo que sí se nota es el altísimo nivel de dichos intérpretes.

Corea sigue hacia adelante, en la búsqueda. De todos modos es innegable que este álbum tiene claras referencias a sus trabajos de la década del setenta, reformulando lo mejor de ese período.

Sólo dos cosas se le pueden reprochar: la falta de una coda y la excesiva cantidad de tracks, la división en partes de algunos temas parece innecesaria.

Para resumir, si buscan un disco basado en el virtuosismo instrumental… no lo compren; en cambio, si quieren escuchar una excelente obra de más de una hora de duración que es una demostración de musicalidad, buen gusto y elegancia… entonces, éste es su disco.

Federico Larroca

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