Por Los Codos

Mike Stern

Mike SternCada vez que Mike Stern ha visitado Buenos Aires hemos tenido el placer de entrevistarlo.
Y de ver sus conciertos, obviamente.

Nacido en Boston en 1953 (sí, aunque no lo crean, anda por los 53 a pesar de esa cara de pendex), no tuvo necesidad de andar viajando para ingresar a Berklee.

A los 22, debutaba en las grandes ligas con Blood Sweat and Tears. Luego le dio a las seis cuerdas con el baterista Billy Cobham; pero lo que terminó siendo un punto de inflexión fue su ingreso, en 1981, a la banda del trompetista Miles Davis.

Con el morocho más famoso registró algunos discos furiosos (recordemos que Davis tuvo un retiro voluntario de 5 años durante el período 1975-1980) como The Man With the Horn, Star People y We Want Miles. Abandonó (¿lo abandonaron?) el grupo Davisiano para irse de gira con Jaco Pastorius, para retornar con Miles en 1985.

NeeshLuego ingresó a las filas de una especie de súper grupo del momento, Steps Ahead y por ese entonces debutó discográficamente con Neesh, álbum del que poco se sabe hasta en las biografías por el hecho de haberse editado solamente en Japón.

El debut estadounidense fue con Upside Downside, al que le sucederían Time In Place en 1988, Jigsaw (1989), Odds or Evens (1991), Standards –and other songs- (1993), Is What It Is? (1994), Between the Lines (1996), Give and Take (1997), Play (1999), Voices (2001) y These Times (2004).


En forma paralela integró la banda de Michael Brecker, participó del regreso de los Brecker Brothers, conformó la Bob Berg – Mike Stern Band y el listado de los músicos que han requerido su presencia para grabar es infinito: Jerry Bergonzi, Bob Belden, Jeff Berlin, Carola Grey, Jim Hall, Tom Harrell, Motohiko Hino, Dieter Ilg, Michael Mantler, Andrea Marcelli, Pat Martino, Tiger Okoshi, Steve Smith, Lew Soloff y muchísimos más.

Desde la primera charla que tuvimos (y en verdad no acierto a recordar cómo surgió), un tema recurrente fueron sus gatos y el amor por los felinos (¡!). Y ya se transformó en una carta de presentación de un servidor. En una charla telefónica mantenida años ha, no hizo falta que le hiciéramos recordar nada; bastó con preguntarle por sus gatos y el “Wow… are you, man?” atronó el auricular.

Y como la inventiva no es una de nuestras mayores virtudes (en caso de que exista alguna), adivinen qué fue lo primero que le preguntamos después de una suerte de abrazo de oso que mi costillar supo resistir estoicamente.

Jimi murió… (mirando al grabador) ¿está grabando?

Sí.

¡Hola, hola… cómo están todos! (risas). Jimi (por Hendrix), al igual que Wes (por Montgomery), murió cuando tenía 14 años, ya era muy viejito… Bill Frisell tenía una gata que se llamaba Sylvia y cuando tuvo sus gatitos, me quedé con dos, ésos fueron Wes y Jimi. En ese momento Frisell y Kermitt Driscoll estaban compartiendo un departamento en Boston, antes de aquel trío con Joey Baron…

¿Los dos gatos murieron a los 14 años?

Sí… (sonriendo) gatos viejos… así que ahora tuvimos que conseguir gatos nuevos. El nombre de uno es Emalanini, que es como se dice “hola” en el dialecto de Richard Bona; otro se llama Max, como el Rey de Baviera.

Y ahora es el Rey en tu casa…

Tal cual… a otro le pusimos Shanti, que creo que en India significa “paz”. Y al último le pusimos “Jimi, the second” (risas).

Por suerte no tuviste problemas para registrar los nombres…

Retrato de Dorian Gray(Risas) No… afortunadamente no…

Y siempre joven, parecés Dorian Gray…

Ohhhhhh… (sonriendo). Mi padre también tiene un aspecto juvenil. Tal vez la música te mantiene joven…

Bueno… a algunos…

Correcto…

¿Y cómo está Leni (Stern, su esposa)?

Muy bien; tiene un disco nuevo, llamado “Take Love Lightly” (en realidad es “Love Comes Quietly”). Está realmente bien, tocando mucho, grabando discos… está tocando realmente muy bien…

¿Tocás en su disco?

No… aún no hemos grabado nunca juntos. Probablemente lo hagamos el año próximo. Tal vez no queremos poner en riesgo nuestro matrimonio (risas) y preferimos mantener –hasta ahora- las cosas por separado.

“Separate Cages” (título de un disco de Leni Stern).

Exactamente (lanza una carcajada). Nosotros tocamos juntos todo el tiempo en casa, intercambiamos ideas, nos mostramos la “cocina” de nuestros proyectos, ella es una gran inspiración para mí, me empuja realmente hacia delante.

Y seguramente vos la inspirás a ella…

¡Eso espero!

Bueno.. ella sabe muchos idiomas, así que bien puede decirte cosas no muy agradables sin que te des cuenta…

Espero que eso no ocurra… es una persona maravillosa. Incluso cuando compone lo hace desde el corazón, hasta cuando se inclina hacia el pop… Ella tiene más discos que yo. Me gana por uno, tiene 14 y yo 13…

Bueno… hay que apurarse a grabar otro disco antes que ella…

Claro… (risas).

De nuevo el número 14…

¡¡¡Oh!!! Es cierto… los discos, los gatos… ¡todo!

Bueno, aquí el 14 significa “el borracho”.

¡Wow!  (risas) ¡Perfecto!

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