Por Los Codos

Mex Urtizberea

¿Por dónde empezar?
Nos costó. Llevó tiempo, pero lo logramos.
Debo comenzar diciendo que si bien tengo un vago recuerdo de haber visto a Mex Urtizberea en el Parakultural, la aparición del increíble y fundante programa televisivo De la cabeza me dejó ídem.
Recuerdo que en esa época hacíamos El Intruso radial en FM Alfa, con el Poyo Magnacco (¡maestro!) y tanto rompíamos con De la cabeza que hubo gente que telefónicamente nos preguntaba si además de nosotros dos (el Poyo y Morales), alguien más sabía de su existencia. Mirá vos.

Luego fue el primer año de Cha Cha Cha (¡¿el mejor?!) y esa maravilla impardable e insuperable, el Magazine For Fai, con un Mex moderador en el rol de Mario Podestá y una banda de párvulos extraordinarios haciendo un programa ¿para chicos?

Luego el traspaso de la señal de cable Cablín a TyC Sports y el For Fai Deportivo, para luego recalar en América, un canal de aire y el disparate llevado a la máxima expresión con la candidatura del invisible Orwell For Fai.

La triste y emocionante despedida con los chicos y el propio Urtizberea encapuchados, pasando a la clandestinidad mientras de fondo sonaba Manu Chao.

El aporte en Medios Locos (la dupla con Gillespi fue… catastróficamente soberbia), las múltiples apariciones en radio y televisión, su debut actoral en el cine… el levantamiento de su programa televisivo La Kermex, su paso por Radio Nacional con Tarde piaste… pero nos faltaba una excusa… ya la Halibour Fiberglass Serenaiders no existía (combo musical de la época de Cha Cha Cha con musicazos como Javier Malosetti, el Mono Fontana y Lito Epúmer)… La Sonora del Plata mucho menos… y éste es un sitio donde gobierna la música…

Hasta que un día lo vi.

Casi de casualidad me enteré de la edición de su primer disco como líder, con un título sugerente, Que la bese, y un subtítulo endemoniado: “la primera fotonovela audible”.

Y ahí fuimos.

La experiencia auditiva de un servidor quedó reflejada en este mismo sitio.
La visual también, cuando vimos una de sus actuaciones en El Club del Vino.
Había disco; y actuaciones; música.
A perseguirlo.
Acá está.
Y la verdad que fue un gustazo y de los grandes.
De todas maneras, íbamos con ciertos reparos.

¿Con quién nos encontraríamos? ¿Se daría con Urtizberea lo mismo que con los payasos, felices sobre el escenario y tristes en la diaria? ¿Sería un agrandado, un lumpen, un pusilánime divertido, un genio sin lámpara, un “comonosotros”, un “comoellos”?

Nos citamos un mediodía al finalizar su participación en el programa de Lalo Mir, Animados. Que es, apenas, una más de sus ocupaciones, ya que por la misma emisora, a la medianoche conduce Lo que el aire se llevó. Pero además acaba de filmar un clip para Bersuit Bergaravat y el efecto dominó provocó que tenga que grabar un segundo… y otro para Los Enanitos Verdes. Y en septiembre, por la editorial Sudamericana editará su segundo libro que incluirá las columnas que semanalmente escribe para el diario La Nación (el primero se llamó Crónicas masculinas). Antes, en agosto, retomará su ciclo de conciertos de los sábados a la medianoche en El Club del Vino.

Y tiene previsto realizar una actuación “grande”, en un teatro, cerca de fin de año.
Y está filmando una película.
Y entusiasmado con un posible retorno a la televisión.

Y… lo primero que hicimos fue acercarle una copia de lo que habíamos escrito sobre Que la bese y del concierto. Y con una cordialidad, amabilidad, respeto y humildad que nos pasmó, se calzó los lentes y dijo:

Esto lo leí… qué impresionante… mirá… no lo podía creer… porque… sabías mucho y más allá de que me halaga por la cantidad de cosas bonitas que decís… la verdad que me asombró… y me avergüenza un poco porque nunca había leído tanto… digo… está bárbaro para la vanidad de uno… cómo estaba desmenuzada cada cosa… está buenísimo…

Bueno, la verdad que el hecho de hacer una crítica buena permite que te perdonen si le chingás… y el día del concierto además me pasó todo eso de verdad y era como para no ir, parecía un día ilevantable y de pronto…

Eso está bueno… fuera de joda… más que nada los domingos, que la gente venía cansada y por ahí terminábamos a la una de la mañana y la gente se tenía que ir a trabajar e igualmente se iban contentos y eso es lindo, está bueno…

¿Y qué te produce que la gente se alegre?

Sorpresa. Hay una gran sorpresa en todo esto. Porque salvo en el Parakultural nunca tuve a la gente “ahí” frente a uno; porque normalmente, en la radio o en la televisión, uno tiene un micrófono o una cámara que te está tomando y no tenés una respuesta inmediata. Las otras cosas que hice fueron mucho más chicas, como lo del Parakultural, o bien con la Halibour pero ahí estaba Alfredo (Casero) adelante y es la primera vez que hago un show teatral o músico teatral donde soy el protagonista del asunto y la verdad que no sabía lo que iba a pasar. Y es muy raro, porque a veces uno tiene pesadillas de que nadie se ríe de lo que estás haciendo, que no pasa nada y es psicológicamente extraño. Y siempre sale bárbaro y la gente se ríe y eso es raro porque uno hace cosas de humor pero no sabe…

¿Vos te reís de vos mismo?

Mirá… me río de cosas de las que no se ríe nadie, ésa es la verdad. Mi mujer por ahí me dice “¿de qué te reís?” y yo a veces lo comparto con ella y se ríe pero porque me tiene cariño… pero me hacen gracia cosas absurdas, por ejemplo una tortuga… yo me pregunto ¿qué hace ese bicho en una casa, buscando una planta para comer? Y de eso me salta una carcajada…

¿Te pasa que la gente se ríe de cosas tuyas que por ahí son una “pizza”?

No creo… cuando uno va por el canal del absurdo, por ejemplo… si alguien quiere una milanesa a la napolitana con papas fritas y se encuentra con un elefante o con algo que no es posible, entonces termina aceptándose lo de la pizza; (piensa) la pizza es una cosa rarísima, es donde todo el mundo muere, una cosa redonda… la imagen tiene más que ver con una película fantástica japonesa o de esas cosas de terror…(risas); es rara una pizza…

Y la cortás y empiezan a saltar chorros de sangre en lugar de salsa de tomate…

Sí… una cosa rarísima… exactamente… y la gente se lleva la pizza a la boca y se le sale la sangre… y está bien que el perro vea televisión con vos (carcajadas); y no está bien…

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