Curtis Hasselbring: The New Mellow Edwards

While Sauce: Hot Sauce-boss?, The Infinite: Infiniteness of Infinity, ABC’s of the Picture, Plubis Epilogue, Double Negative, (I’m the Annoying Guy Who Always Yelis) Freebird, Insaniterrier (the Radio Dog), Scatology, Ana, Far-away Planet, Mamacita.

Músicos:
Curtis Hasselbring: trombón, teclados, efectos
Chris Speed: clarinete, saxo tenor, teclados
Trevor Dunn: bajo
John Hollenbeck: batería, percusión, melódica

Skirl records, 2006

Calificación: Dame dos

Los grandes desafíos de la música contemporánea son diversos y de extrema complejidad. Cito ejemplos:
a) El desplazamiento del objeto hacia la idea.
b) La desmitificación del objeto artístico a favor del concepto.
c) La dicotomía de la concepción del acto artístico como algo abstracto en alianza con el empirismo y el logicismo entendido en sentido operativo.
d) Las consecuencias de la reflexión tautológica sobre el lenguaje sonoro lexical y la conducta perceptiva y creativa del receptor del mensaje artístico en relación a la ecuación de su práctica unilateral en el contexto de su yuxtaposición crítica.

Pero el dilema principal es… (suenen bombos y platillos):
¿Cómo demonios ordenar los discos de tal forma que logremos ubicarlos sin necesidad de utilizar un plano, un telescopio y tener que convocar a exploradores, un médium, buscadores de tesoros, un vidente y una legión de perros de caza?
A través de los años he ordenado mis discos de distintas maneras y con idénticas frustraciones; por músico, por instrumento, por estilo, por sello discográfico y hasta por sorteo y licitación… (incluso tuve una época de anarquismo puro en la que me negué a ordenarlos y opté por llevarlos conmigo todo el tiempo).
Para agregar confusión (o para disiparla definitivamente) ha llegado la gente de Skirl Records con la geométrica propuesta de colocar sus discos en cajas rectangulares… No están lejos los tiempos en que los discos vengan en cajitas octogonales, o con la forma de triángulo isósceles, en huevos de avestruz, dentro de una momia egipcia o en un chocolatín Jack.
Skirl Records es uno de los tantos sellos independientes surgidos en los últimos años. A la fecha tienen tres discos editados: The Clarinets (grupo liderado por Chris Speed y Oscar Noriega), My Ears Are Bent (solista de Ted Reichman) y ahora el debut como líder de Curtis Hasselbring, The New Mellow Edwards.

Curtis Hasselbring es un trombonista y compositor de New York. Lidera los grupos New Mellow Edwards y Decoupage. Ocasionalmente toca y graba música electrónica bajo el seudónimo Curha. En su carrera ha colaborado con (tome lápiz y papel): Medeski, Martin & Wood, Slavic Soul Party, Bobby Previte, Andrew D’angelo, Frank London, George Schuller, Tom Harrell, Anthony Coleman, etc. Ha integrado bandas como The Jazz Passengers, la Frank London’s Klezmer Brass All Stars, el Septeto de Roberto Rodríguez, la Satoko Fujii Orchestra, Club D’ Elf, Orange then Blue y La Mar Enfortuna junto a Jennifer Charles y Oren Bloedow.

Hasselbring, además de respetado sesionista, es un ecléctico compositor abarcando música de cámara, ensambles de jazz, música para televisión y música electrónica. The New Mellow Edwards recorre un amplio rango musical y conceptual. Del avant-garde al pop. De la música surf al post-rock. Del humor ácido al dark más opresivo. Insano e inteligente, con estructuras irreverentes y formas y tempos estáticos. Con desaceleraciones estiradas y obsesivas, lo que da una falsa percepción de ausencia de silencios. Pocos ademanes y frases breves en los que siempre queda algo por adivinar o intuir.

En While Sauce:Hot Sauce-boss? nos encontramos con una intro que parece extractada de algún film de Greenaway. Cargada de repeticiones que van cobrando intensidad hasta desembocar en un intermedio de libre improvisación. Desde allí surgen matices ellingtonianos para luego retornar a la estructura del inicio pero con un clima más pesado y trémulo…

The Infinite: Infiniteness of Infinity representa la particular visión de Hasselbring de la música surf. Usted seguramente asocia a la música surf con la playa y bronceados muchachos rodeados de conchitas de… distinto tipo y tamaño. Algunos señalan como ejemplo de esa corriente a The Beach Boys, pero en realidad sólo fueron una expresión musical próxima al pop que en sus letras reflejaban actividades relacionadas al surf. La música surf es básicamente instrumental y proviene de corrientes desarrolladas en los Estados Unidos hacia fines de la década del cincuenta por grupos que residían en las playas del área de Los Angeles. Esa música se escuchaba en unas fiestas hawaianas llamadas luaus en las que participaban tipos que practicaban el surf. En aquel entonces surgieron los Beach Boys (de allí la confusión) pero no fueron ellos sino Dick Dale y sus Deltones quienes definieron el sonido surf. Hasselbring dispone ese escenario de juego como fuente de inspiración para un grupo de improvisadores, adosándole características y estructuras cercanas al free jazz.

ABC’s of the Picture conjuga música de cámara y cinemática a la manera en que lo hace The Claudia Quintet… Pero en este tema también se intuye una influencia fílmico-sonora a lo Bernard Hermann (musicalizador de las películas de Hitchcock) como contingencia lógica de la modernidad en la que se enlazan y entrecruzan música y artes visuales.

En el breve Plubis Epilogue se aproximan al post rock. La música surf regresa en el inicio de Double Negative para luego ejercer continuidad dinámica con una melodía angular, decadente y perturbadora que sirve de base para que desplieguen sus impecables solos Speed y Hasselbring. La estructura rítmica asimétrica que diseñan Dunn y Hollenbeck empalma con los efectos y electrónicos de (I’m the Annoying Guy Who Always Yelis) Freebird, adoptando características habituales de la música industrial: ruidos estocásticos, inarmónicos y de estática. Aquí se apropia de esas posibilidades pero otorgándole el sentido aventurero de la música concreta, tomando sus timbres destemplados y fundiéndolos en paisajes sonoros más evocativos.

Desde el arranque de Insaniterrier (the Radio Dog) advertimos un rumor de carácter exquisitamente humorístico (que nos refiere a bandas como Sex Mob) combinado con música de cámara todo a contratiempo, sobre el que se desliza un solo de Speed en clarinete mientras Trevor Dunn sostiene un pulso rockero. Este heterogéneo montaje sonoro se va diluyendo lentamente hasta desaparecer. El jazzístico Scatology es la excusa perfecta para el solo de Trevor Dunn en contrabajo. La claridad melódica de Ana nos refiere inmediatamente a la Ben Allison’s Medicine Wheel. Hasselbring recupera autenticidad con la rearmonización del trombón a partir de sus propios parciales y la configuración obtenida deriva de lo armónico a lo inarmónico, aboliendo las fronteras entre música y ruido tomando aspectos propios de la música espectral como la emblemática Partiels de Gerard Grisey. Esto permite que el acceso al extenso pasaje de experimentación electrónica de Far-away Planet resulte de extrema naturalidad para, finalmente, retomar la estructura melódica de Ana pero con mayor intensidad rítmica.

El cierre será con los aires latinos de Mamacita, tal vez heredados de la participación de Hasselbring en el septeto del percusionista cubano Roberto Rodríguez.

The New Mellow Edwards no parte de elementos originales. En su lugar prefiere utilizar como materia prima fuentes ya conocidas. Su principal virtud, en cambio, radica en el comprometido ejercicio de reciclaje creativo desarrollado a partir de ese material.

No sé si este disco ayudará a desentrañar los dilemas expuestos al inicio de este comentario, pero sí deja en claro que a veces es posible lograr algo diferente partiendo de los elementos disponibles.
Tan simple y sencillo como colocar un disco en una cajita rectangular.

El arte es la expresión de los más profundos pensamientos por el camino más sencillo (Albert Einstein)

Sergio Piccirilli