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David Torn: Prezens

AK, Rest & Unrest, Structural Function of Prezens, Bulbs, Them Buried Standing, Slink, Neck-Deep In the Harrow, Ever More Other, Ring of Endless Travel, Miss Place the Mist, Transmit Regardless


Músicos:
David Torn: guitarras, samplers
Tim Berne: saxo alto
Craig Taborn: piano eléctrico, órgano, mellotron
Tom Rainey: batería

ECM, 2007

Calificación: Dame dos

La mente tiende a crear modelos fijos de conceptos. Para evitar esa limitación debemos actualizar los modelos existentes con la nueva información disponible (De Bono,1970)

El guitarrista y compositor David Torn ha regresado para exponer en Prezens un trabajo de carácter cinemático y provocativo. Una especie de viaje estructurado a través de la manipulación digital y en el que conviven el sonido ambiental, el mundo del avant-jazz y la disonancia electrónica. Torn, para alcanzar una síntesis conceptual, reconsideró su propia obra a través de una rigurosa elaboración de post-producción.
Este diseño no es novedoso y reconoce múltiples antecedentes. Tal vez el más recordado sea el proyecto que reunió a Teo Macero y Miles Davis en los albores de la década del setenta. Pero lo que en aquel momento podía resultar utópico, hoy es una realidad que permite concebir íntegramente un disco a partir de tecnología pesada, samplers, loops, efectos y manipulación de sonido en tiempo real.
En Presenz interactúan música, ruido y sonido. Ese contrastante ménage a trois de la percepción, conforma la arquitectura sonora a través de la cual Torn intenta testimoniar su postura estética.
La música siempre se dirige al oído; pero éste, al igual que los demás sentidos, no es más que un órgano perceptivo de lo intelectual.
Por ende, su asimilación no será producto de la casualidad sino el resultado de una audición activa, reflexiva, reiterada y aquilatada con el tiempo. Su rechazo o aceptación dependerá de una serie casi infinita de condicionantes personales.
El sonido es un fenómeno físico ondulatorio consistente en la propagación a través del aire de una serie de perturbaciones que ejerce sobre éste cualquier objeto que vibra.
Objetos que vibran hay muchos, es cierto; y según comenta la gente, algunos de ellos provocan placeres de distintos tamaños…
Dicen.

El hombre ha desarrollado la capacidad de usar el sonido para recibir y transmitir información. El sonido hace posible el lenguaje simbólico y permite una comunicación sofisticada, pero también puede perseguir fines estéticos al transformarse en arte musical.
Su contracara, el ruido, es un sonido no deseado cuyo efecto más notorio es la molestia que suele producir.
El ruido no tiene que ser muy intenso para molestar.
Sin ir más lejos, hay un miserable mosquito que, con su casi inaudible zumbido, me está taladrando el cerebro desde que empecé con este comentario… Ahí viene otra vez.
– ¡Vení, peleá como un hombre! ¡Pum! ¡Tomá! Listo.
Lo bueno es que ya no zumba y lo malo es que apareció un nuevo ícono en la pantalla con forma de insecto aplastado. Continuemos…
También el ruido puede ser objeto de orden artístico; eso dependerá de su valor cualitativo y del ámbito contextual en el que se desarrolla.
Convengamos que no es lo mismo que a alguien se le escape una estridente ventosidad vía rectal en plena reunión navideña con sus suegros, que una sonata de flatos en do mayor en el Carnegie Hall.
Ya tenemos los elementos principales a considerar. No, no me refiero a objetos que vibran, mosquitos y flatulencias, sino al trípode sobre el que se sustenta Prezens integrado por música, sonido y ruido.

En AK, desde las profundidades de la exploración electrónica, se configura un atrapante clima diseñado en base a sonidos procesados. A partir de esa materia prima, los instrumentos construyen cooperativamente un edificio sonoro en las proximidades del blues. Torn, alternando loops de guitarra con fraseos de contrastante simplicidad; Taborn, con su órgano Hammond b-3, acentuando la orientación retro-futurista, mientras el saxo de Berne y la batería de Rainey completan el rompecabezas creativo con sugerentes texturas y matices. Luego de fracturar la estructura mediante un inesperado riff heavy metal, dejan que el tema languidezca con una sórdida melodía apenas susurrada por el saxo.
En la cinemática y atmosférica Rest & Unrest hallamos una rítmica robótica desde la cual se dispara una voz procesada que repite en tono monocorde el título del tema. La tecnología al servicio de la exploración.
Structural Functions of Prezens es una convergencia de sonidos y ruidos asociados al concepto de música concreta. Un planteamiento composicional donde el sonido en lugar de ser interpretado se convierte en un objeto externo que posee su propia realidad espacio-temporal. Torn, aquí, se acerca tangencialmente a las tentativas dadaístas de Schwitters, Ball, Hausman y Cage. En el paisaje dibujado por Torn se diluyen las fronteras que dividen la música y el ruido, extremando la relación entre ambos con intensos contrastes armónicos e inarmónicos.

En Bulbs colisionan futuro y pasado en un contrasentido experimental. Por un lado, la manipulación del sonido como objeto de laboratorio mediante distorsión procesada; y por otro, desenterrando recursos sonoros de décadas anteriores como el mellotron y los frippertronics.
En el breve Them Buried Standing se divisan lenguajes asociados al jazz-rock, mientras que Slink se caracteriza por un clima claustrofóbico en el que conviven el hip hop, texturas robóticas, el drum’n’bass y fraseos heredados de la música de medio oriente.
Neck-Deep In the Harrowd tiene un desarrollo meticuloso y laberíntico. Un climático interludio actúa como una explícita confesión de las influencias recibidas de King Crimson. Esto deriva en un intenso contrapunto entre Torn y Taborn que remite a una estructura de llamado-respuesta heredada del jazz; y de allí a la experimentación electrónica en el que una variedad de sonidos y ruidos actúan en el proceso creativo infundiendo colores y texturas al núcleo compositivo.
En Ever More Other interactúan la prehistoria de la experimentación electrónica y reiterativos patrones rítmicos, con el factor melódico representado en soledad por los teclados de Craig Taborn.
Ring of Endless Travel examina el lado poético de las disonancias con bloques de sonidos que pueden provenir tanto de algún recurso de avanzada instrumental como de una licuadora.
Tema ideal para tararear con los dedos en el enchufe.
Miss Place the Mist admite reminiscencias de la música carnática.

El diseño estructural adoptado aquí permite arribar al componente acústico que caracteriza a esa corriente pero a través del artificial lenguaje que ofrece la manipulación digital. Sonidos de cuerdas, guitarras acústicas y tabla, manufacturados electrónicamente.
Un montaje de escena en donde nada es lo que parece.
El cierre del álbum será con Transmit Regardless en el que una guitarra rockera lucha por humanizar un territorio gobernado por la cibernética.
La lógica de Torn pretende demostrar que sonido, ruido y música pueden actuar en simetría con la música electrónica y la libre improvisación, aceptando que el silencio es más un ejercicio de voluntad que un componente estructural. Y si usted piensa rebatir esos postulados, vaya sabiendo que Prezens ofrece argumentos sólidos y convincentes.

El silencio es sólo el abandono de la intención de oír (John Cage)

Sergio Piccirilli

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