Discos / DVD's

Mike Reed’s Loose Assembly: Last Year’s Ghost

Flowers, Day of the Dead, Old Souls, Afterthoughts, 1974, The Entire State of Florida, Exorcism, Simone’s Crumbs, Temporary States, Ghost Writer, Dreaming With Jill

Músicos:
Mike Reed: batería
Josh Abrams: contrabajo
Jason Adasiewicz: vibráfono
Tomeka Reid: cello
Greg Ward: saxo alto

482 Music, 2007

Calificación: Está bien

EE. UU. cuenta con una vigorosa tradición creativa en el campo del arte en general y de la música, en particular.
Antes de continuar aclaremos que EE. UU., no es una sigla sino una abreviatura, por lo tanto se escribe separado por un espacio y con puntos. Como sus letras lo indican, EE. UU. es la abreviatura de Estados Estados Unidos Unidos. Nación Nación a la que también se denomina en inglés con la sigla USA que como todos saben es… USA… ehhh…
Viene del verbo. Yo uso, tú usas, el USA, etc.
En realidad, ellos USA, nosotros no.
No es aconsejable llamarlo Norteamérica ya que en ese subcontinente hay otros países que podrían llegar a ofenderse por ésa y otras razones.
Históricamente en… en el país que ya mencionamos, el desarrollo artístico se ha caracterizado por la pugna entre dos grandes fuerzas de inspiración: la creatividad local y el refinamiento europeo.
En general los mejores artistas han sido aquellos que han sabido combinar ambas fuerzas para crear sus propias formas de expresión.
Contrario a lo que suele suponerse, el apoyo gubernamental en Estados Estados Unidos Unidos es mínimo mínimo.
Los artistas para sobrevivir y crecer han tenido que depender de benefactores particulares y donaciones universitarias. Posiblemente esto cambie el día que el gobierno deje de gastar fortunas en armamentos y se decida finalmente a… invadir otros países con músicos.
De la nada vienen a mi mente un par de músicos de pechos turgentes y labios carnosos con quienes me dejaría invadir, torturar y hasta humillar con gusto… Es más, creo que sería el rehén ideal.
¿En qué estábamos? Ah sí… los gobiernos por allá y los artistas por acá…
La falta de apoyo oficial a las artes ha despertado el ingenio y la experimentación cultural. Incluso podríamos sustentar con sólidas bases argumentales que ha crecido, justamente, debido a esa independencia respecto al control gubernamental y sus subsidios.
Desde ese contexto surge Last Year’s Ghost, álbum debut de la banda liderada por el compositor y baterista Mike Reed.

Reed es un emergente de la comunidad musical de improvisadores de la ciudad de Chicago, miembro fundador de la Emerging Improviser Organization y productor del Intonation Music Festival.
Ha trabajado con The David Boykin Expanse, la Rob Mazurek’s Exploding Star Orchestra y el Josh Berman Quartet. Su permanente vocación creativa lo llevó en el 2005 a ser nominado, por su contribución artística, como uno de los ciudadanos más destacados de Chicago.
Esa ciudad tiene una fuerte tradición en organizaciones de músicos como la AACM (Association for the Advancement of Creative Musicians) y otras cuyo exponente más representativo es el saxofonista y compositor Ken Vandermark. Mike Reed merece ser agregado a la lista
Su obra se sumerge en las profundidades de la libre experimentación sónica, combinando un sentido claramente orientado tanto a la estética formal como a la inherente creatividad del avant-jazz.
Tomando ideas de Duke Ellington y Charles Mingus, construye un discurso propio del cual emerge una austera referencia camarística sin apartarse por ello de la bulliciosa escena de free jazz que ha caracterizado a su Chicago natal.
Pero además, la música de Reed es una tácita invitación a reevaluar el concepto que fija en New York el centro geográfico mundial del jazz.
El disco abre con el exploratorio Flowers. Una especie de génesis compositivo en el que los sonidos aparentan luchar por transformarse en música. Ese proceso de mutación enlaza con el dramático carácter de Day of the Dead. La luminosidad que aporta el saxo alto de Greg Ward contrasta deliberadamente con los sombríos fraseos que provienen del cello de Tomaka Reid y el vibráfono de Jason Adasiewicz. Esto configura un paisaje musical abierto recorriendo una senda próxima a la música de cámara pero incorporando elementos de libre improvisación. Ese quiebre estructural forma parte de la voluntad estética que expresan las composiciones de Reed y en este tema, más que en ningún otro, reconoce cierto parentesco con el exquisito The Claudia Quintet. Tanto por la confluencia estilística como por la paleta de sonidos utilizada.

Old Souls es un climático interludio en que las cuerdas adoptan un angular lineamiento exploratorio, mientras el saxo y el vibráfono intentan dibujar una melodía que jamás alcanza a tomar forma definitiva. Los delicados motivos percusivos del final empalman con Afterthoughts. Un blues trasnochado a medio tiempo con acentos que nos remiten a Herbie Nichols, tanto por los diálogos instrumentales que surgen desde la penumbra armónica como por el intento en desintegrar el bebop con estructuras provenientes de Villa Lobos y Bartok.
Aquí, el tandem rítmico ofrece la flexibilidad necesaria para que el saxo alto desarrolle motivos neoclásicos y el vibráfono aporte su sonido metálico en contraposición con los sutiles fraseos del cello.
1974 es otro interludio. Una especie de aquelarre experimental que parece aceptar la herencia proveniente del Art Ensamble of Chicago.
Según Dizzy Gillespie, el bebop es un vocablo que describe un intervalo muy popular en la quinta disminuida descendente. Aunque Charlie Parker fue mucho más descriptivo al señalar que ese término sonaba igual que la cachiporra de un policía golpeando el cráneo de un negro.
En The Entire State of Florida se superponen una reverencial actitud ante la tradición del bebop (sin cachiporra ni cráneos golpeados) y la intención de aproximarse al campo de la nueva música creativa. Por un lado, los rastros melódicos cargados de elaborados acordes subyacentes nos remiten a Parker y por otro, tanto la forma de exhibirlos como su representación fáctica se relacionan con el Wayne Horvitz’s Pigpen.

La experimentación sonora del breve Exorcism desemboca en el melancólico caleidoscopio poético de Simone’s Crumbs.
El cello asume el protagonismo melódico para conducirnos a un ámbito en el que la expresividad que caracteriza a la balada es interceptado por la formalidad de la música clásica.
Temporary States sirve como prólogo del polirrítmico Ghost Writer.
Una melodía construida sobre secuencias armónicas que utilizan el mismo modo, propicia la libre improvisación mientras la melodía pugna vanamente por emerger en los solos de Tomeka Reid y Greg Ward.
La difusa estructura inicial de Dreaming With Jill muta en términos de estilo hacia la relajada manera de funcionamiento asociada al cool jazz.
En síntesis: Last Year’s Ghost, más que una obra acabada es un boceto que permite apreciar cuál es el eje en el diseño creativo que persigue la Mike Reed’s Loose Assambly. En ese trayecto nos dejan entrever que hay ideas intentando transformarse en acción y también un concepto que alienta una operatoria mental tendiente a alejarse de la inmediatez y que aspira a alcanzar un significado más profundo.
Y eso, mal que le pese a algunos, no depende del apoyo de ningún gobierno en particular. Máxime cuando los objetivos son claros y, para aproximarse a ellos, se USA la cabeza.

En el arte conceptual, la idea o concepto es el aspecto más importante de la obra (Sol Le Witt)

Sergio Piccirilli 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *