Por Los Codos

Ned Rothenberg

Supongo que habrás tenido en cuenta aquel viejo chiste que dice “¿cuál es la mejor forma de ganar un millón de dólares con una compañía discográfica de jazz? Respuesta: invirtiendo tres millones (risas).

No tengo la ilusión de hacer mucho dinero con Animul. Me considero feliz con que los CD’s sigan vendiéndose de manera consistente aun después del inicial impulso de venta como “nuevo lanzamiento”. Además, vendo un montón en los conciertos. Eso es todo lo que puedo pedir, teniendo en cuenta las condiciones actuales del mercado.

Cuando tocas en vivo, ¿lo hacés como un servicio para la audiencia o para satisfacer una necesidad propia?

Ambas.

¿Qué hace que una actuación resulte satisfactoria para vos?

Una sala con buena acústica donde la música se parezca a una conversación en voz alta. Una sensación de cercana conexión entre los músicos. Una sensación de cercana conexión con la audiencia. En música improvisada es fundamental la capacidad de sorprender y la satisfactoria transformación del material creativo.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?

Dejame ver…(hace una pausa mientras busca en sus apuntes) La próxima actuación que tengo en New York es en dúo con el maestro de la percusión Glen Velez en una hermosa sala del Museo Rubin. El proximo CD de Animul es un dueto en vivo con Evan Parker grabado el otoño pasado en Roulette. Estoy yendo a Inglaterra para tocar con él (se refiere a Parker) en un contexto muy interesante. Contaremos con el ejecutante de launeddas Andria Pisu y Paolo Angeli en guitarra preparada.  El launeddas es una especie de gaita sin bolsa, usada en la música tradicional de la Isla de Cerdeña; pero que tiene más de un punto en común con lo que Evan y yo hacemos.

Además, el launeddas también requiere el uso de la técnica de respiración circular, ¿no?

Exacto.

Para finalizar esta charla, en la que profundizamos sobre varios temas, me gustaría que nos moviéramos en un contexto de preguntas directas y respuestas simples…

Bueno, si no hay trucos… me parece bien (risas).

¿El mejor músico de todos los tiempos?

Disculpame. Nunca respondo preguntas del tipo “lo mejor de”. La música no es un deporte, es arte. Muchos artistas han obtenido un nivel superior que no puede ser usurpado por nadie más. Monk, Ellington, Bird, Ornette, Coltrane… ¿Cómo podrías establecer un ranking? Esa clase de cosas son absurdas…(visiblemente molesto)

Puede ser que tengas razón, pero tal vez con mi pregunta esté buscando conocer tu posición ante eso. Como imaginarás, no necesito que nadie me diga qué es lo mejor. (tenso cruce de miradas). Sigamos…El mejor álbum de jazz… (se hace un silencio y luego ambos soltamos la carcajada)

Saxophone ColossusNo necesariamente lo mejor pero, quizás como estudiante, para mí haya sido Saxophone Colossus de Sonny Rollins

Tu saxofonista favorito…

Tengo muchos y no podría ranquearlos. Pero mencionaré a alguien a quien la gente suele pasar por alto, Benny Carter.

Un clarinetista con el que vos te identificás…

Jimmy Giuffre

VolkovTu concierto más memorable.

Un concierto en dúo con el gran bajista ruso Vladimir Volkov. Un show de improvisación de la clase que suelo hacer todo el tiempo para treinta o cincuenta personas. Pero en aquel caso fue para 2000 tipos que habían agotado las entradas en el Odessa Symphony Hall (Ucrania). El pobre Volkov tuvo que tocar un horrible instrumento que le habían prestado, el cual hizo que sus dedos, literalmente, sangraran. Pero les rompió el culo tocando. Sin dudas los conmovimos.

¿Cómo hicieron para vender todas las entradas?

Pienso que fue sold out porque en aquellos tiempos… alrededor de 1981, la economía ucraniana era un quilombo y resultaba rarísimo tener a un estadounidense actuando allí. No creo que la mayoría de esa gente hubiera escuchado música como ésa antes, pero la respuesta fue abrumadora y llena de sensaciones fantásticas.

¿Y el peor concierto?

Tal vez un show solista en un bar de Petaluma, California. Un tipo de fortuna financiaba allí conciertos con admisión libre y gratuita. El auditorio estaba dividido entre gente que había ido por la música y otros que sólo estaban ahí para emborracharse. Y la mayoría de ambos grupos reprobándose unos a otros. Fue muy desagradable.

Una anécdota en tu carrera, que jamás olvidaras…

Anthony BraxtonHay muchas historias inolvidables. Pero a menudo cuento una de la época en que estaba tocando con Anthony Braxton, porque la considero muy instructiva. Hice mi primer gira por Europa con la Creative Music Orchestra en 1978, tenia 22 años. Había un punto en el programa en que él (refiriéndose a Braxton) me permitía hacer un solo sin acompañamiento, algo verdaderamente inesperado sobre todo por tratarse de un joven inexperto como yo. En el segundo show… creo que en el Groeningen Festival en Holanda. Estuve tan nervioso que las ideas se me escurrieron y no me salió nada. Al día siguiente Anthony (Braxton) se sentó a mi lado en el ómnibus y dijo: “Sr. Rothenberg, yo le di una responsabilidad porque creo en usted. Si tiene algo para decir, cualquier cosa que sea, nunca se quede en la tentativa, dígalo”. El siguiente show fue en el Moers Festival en Alemania delante de 5000 personas bajo la lluvia… fue lo más cercano que tuve a Woodstock en mi vida (risas)… Poco antes de mi solo hubo un relámpago y se escuchó un trueno y Braxton, en medio de todo eso, me grita: “Matalos”. No recuerdo qué toqué pero te puedo asegurar que no fue sólo una tentativa.

Un compositor…

Amo a muchos compositores, pero por supuesto ninguno alcanzará el nivel de Bach.

Una palabra que describa a la música.

La música simplemente no puede ser descripta con palabras. Siempre me gustó una frase que Laurie Anderson atribuyó a John Cage: “escribir sobre la música es como describir a la arquitectura bailando.”

www.nedrothenberg.com

Sergio Piccirilli

 

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