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Maybe Monday: Unsquare

G, Nitrogen, Saptharish Mandalam, Septentrion, Unturned

Músicos:
Fred Frith: guitarra eléctrica
Miya Misaoka: koto, electrónicos
Larry Ochs: saxo tenor y sopranino
Gerry Hemingway: batería, percusión
Carla Kihlstedt: violín acústico y eléctrico
Ikue Mori: electrónicos
Zeena Parkins: arpa eléctrica, electrónicos

Intakt Records, 2008

Calificación: Está muy bien

Dicen que hay una línea limitadora para la música, pero no hay fronteras para el arte. (Charlie Parker)

El concepto de arte es pasible de tener diferentes acepciones de acuerdo a la época y el lugar en el que el hecho artístico se manifiesta.
La valoración de su contenido también puede diferir de acuerdo al grado de percepción de la obra y la jerarquización estética que se haga de la misma.
En tiempos inmemoriales al hombre, para trascender en términos artísticos, le bastaba con tallar una tosca figura en piedra o dibujar un bisonte en la pared de una cueva. Pero a medida que la materia prima creativa fue ampliándose, también se incrementaron la complejidad estética y su respectiva apreciación.
Sin embargo, la interpretación del objeto artístico sigue manteniendo relación no sólo con el grado de conocimientos estéticos de la época en que se produce, sino también con la atemporal subjetividad que anida en la apreciación individual.
A una persona puede complacerle la pintura de un paisaje porque lo asocia a una imagen de su infancia; o un retrato, porque le recuerda el rostro de un ser querido. Claro que, a veces, las cosas no salen tal como fueron concebidas por el artista ni representan el mismo nivel asociativo.
Hay quienes sueñan con pintar bellos paisajes pero lo único que logran, a través de los años, es acopiar cientos y cientos de… toscas figuras talladas en piedra.
De la misma manera, podemos hallar retratos que en lugar de asociarse con un ser querido nos recuerdan a un bisonte o, más grave aún, al revés. Es decir, que un bisonte nos recuerde al ser querido. Todo es relativo.
Y tan relativo es que, incluso, el ser querido puede resultar el mismísimo bisonte. Convengamos que así como hay animales que pueden ser muy pero muy buenas personas (¡?) también hay personas que pueden ser bastante animales.
Lo dejé pensando, ¿no? Y… mal no le va a hacer…
Es una preferencia perfectamente comprensible que muchos deseen ver en una obra de arte lo que también le gustaría encontrar en la realidad. Es aceptable sentirse atraído por aquello que podemos comprender con facilidad o que evoca un sentimiento que nos emociona profundamente. Pero también existe un arte en el que queda algo por descubrir o adivinar, que puede despertar idénticas pasiones.
Una estética conceptual de valores subjetivos en donde la conducta perceptiva e imaginativa del receptor de la obra interactúa con su creador.

En ese contexto de valoraciones subjetivas, podemos interpretar que para Maybe Monday la música es un complejo sistema de símbolos y que su álbum Unsquare es un intento desesperado por decodificarlos. En su peregrinaje exploratorio, terminan por configurar un manifiesto ajeno a toda pretensión anticipatoria o futurista y en su lugar optan por dibujar un presente proyectado y magnificado.
Maybe Monday es un ensamble electro-acústico de improvisación musical que integran tres de los más inquietos innovadores en ese territorio de la creación artística: el saxofonista Larry Ochs, el guitarrista Fred Frith y Miya Misaoka en koto y electrónicos.
Larry Ochs ha sido, y es, uno de los saxofonistas más influyentes de su generación. Es miembro fundador del renombrado Rova Saxophone Quartet además de liderar diversos proyectos alternativos con idéntica vocación experimental como su cuarteto Room, el trío What We Live y Larry Ochs Sax & Drumming Core, entre otros.
Fred Frith fundó, a fines de los sesenta, Henry Cow, una de las bandas precursoras del underground británico. Tiempo después se convertiría en una pieza clave en el desarrollo de la escena del downtown neoyorquino al integrar Naked City, Massacre, Skeleton Crew y Keep the Dog.
Miya Misaoka, además de ser una de las más destacadas ejecutantes de koto, es considerada una de las pioneras en la fusión de música tradicional japonesa con libre improvisación, música clásica de occidente y música electrónica experimental.

Maybe Monday en éste, su tercer álbum, amplió su paleta de sonidos al incorporar como invitados a la violinista Carla Kihlstedt, a Zeena Parkins en arpa y electrónicos, al baterista y percusionista Gerry Hemingway y a Ikue Mori en electrónicos.
En el álbum Unsquare, los extremos que representan la tradición y la experimentación o la sonoridad acústica y la electrónica, se unifican, mezclan e interrelacionan sin llegar a confrontar. En la intencionalidad del ensamble se manifiesta la ejecución interpretativa, entendida como el conocimiento de las herramientas para transmitir un determinado concepto, tanto como la faceta creativa que comprende la capacidad de aportar elementos diferentes a los ya conocidos. El resultado implica un esfuerzo de comprensión, ya que su laberíntico universo supone un desplazamiento del disco en sí, como objeto físico, hacia una practica conceptual en la que importan más los procesos formativos de constitución que la obra terminada y realizada.
Es la clase de discos que requieren un desafío auditivo extremo pero cuyo acceso, una vez alcanzado, es una invitación permanente a la reflexión.
Claro que la profundidad de ésta, dependerá de la agudeza del oyente.
Así es que habrá quienes durante su audición se interroguen sobre el origen de la vida o la cosmogonía del alma. Otros se preguntaran “¿quién soy?”, algunos dirán “¿qué soy?” y no descartaría que un grupúsculo dude si “soy” se escribe con “s” o con “z”.

El inicio del álbum es con G, título que establece un juego de complicidad que permite relacionar esa letra con el prefijo Giga, que significa mil millones tanto como su aplicación en el campo de la genética, en la que se utiliza para designar a la base nitrogenada guanina que es uno de los cuatro componentes que forman el genoma humano. Pero así como G es, en el sistema de notación anglosajón la nota musical sol, también se utiliza como símbolo de la unidad de inducción magnética. Con seguridad puedo afirmar que el título se conecta con alguna de estas opciones… o no. No sé.
Muchos relacionan la improvisación con navegar a la deriva, con perder el control. Pero improvisar es básicamente ponerse de acuerdo; con uno y con los demás. Y es renovar constantemente esos acuerdos. El desarrollo de ese concepto en Maybe Monday se constituye en un poderoso canal de expansión de la creatividad. Es la clase de organización sistemática de la espontaneidad que nos lleva a comprender que estamos ante músicos improvisadores y no músicos improvisados.
Nitrogen es una serie de círculos concéntricos abstractos cuyo eslabón inicial está representado por el sonido del saxo sopranino de Ochs, continúa con los sutiles acentos de percusión a cargo de Hemingway y se funde en la ornamentación clásica y en los nostálgicos climas asociados al folk que provee el violín de Kihlstedt.
La abstrusa Saptharish Mandalam nos sumerge en un clima misterioso y enigmático en el que se amalgaman las texturas de la guitarra de Frith con el inquietante aporte en electrónicos a cargo de Mori y la exótica sonoridad del koto de Misaoka.

Aclaremos que koto no es el nombre de un supermercado sino el de un instrumento de cuerdas japonés similar a un guzheng. Es probable que este último dato no sea de mucha ayuda, así que le comento que el guzheng es un instrumento musical de cuerdas tradicional chino. ¿Tampoco? ¿Y si le digo que el guzheng también se conoce como gu zheng o zheng o que a diferencia de otro modelo de sítara china como el gugin no posee puente? No le suena, ¿no? Para despejar toda duda digamos que el guzheng es antecesor de varios instrumentos musicales como el gayageum coreano el dan tranh vietnamés y, para nuestra tranquilidad, el koto japonés… que, como ya dijimos, no es el nombre de un supermercado sino un instrumento de cuerdas, etc., etc.
Septentrion enfatiza los aspectos cromáticos, formales y estructurales con una catarsis de improvisación colectiva que acentúa su valor y fuerza expresiva.
En la hermética belleza de Unturned, tras un sugestivo y climático preludio en guitarra, hallamos melancólicas texturas en violín y koto interceptadas por samplers y electrónicos que construyen algo que se asemeja a señales de radio interferidas.
Síntesis: Maybe Monday, en Unsquare, pretende instaurar un proceso artístico de valor polifuncional que exige del oyente el abandono de la aceptación pasiva para, en su lugar, obligar a protagonizar operaciones activas.
Y para eso se requiere valor.

¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo? (Vincent van Gogh)

Sergio Piccirilli

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