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Wadada Leo Smith & Jack DeJohnette: America

America (Parts 1, 2, 3), Red Trumpet, John Brown’s Fort, Ed Blackwell the Blue Mountain Sun Drummer, Rabi’a’s Unconditional Love a Spiritual Mystery of the Heart, Masnavi: The Falcon and the Owls

Músicos:
Wadada Leo Smith: trompeta, flughelhorn
Jack DeJohnette: batería

Tzadik, 2009

Calificación: A la marosca

¿Por qué aguardas con impaciencia las cosas? Si son inútiles para tu vida, inútil es aguardarlas. Si son necesarias, ellas vendrán y vendrán a tiempo. (Amado Nervo)

La paciencia es la capacidad de padecer o soportar una situación sin alterarse. También es la facultad para saber esperar cuando algo se desea mucho y una cualidad que permite afrontar cualquier contratiempo y dificultad.
De acuerdo a principios filosóficos tradicionales, la paciencia es la constancia valerosa que se opone al mal y que le permite al hombre no dejarse dominar por él a pesar del sufrimiento que padezca. En los preceptos bíblicos la paciencia se manifiesta como la espera confiada en la intervención liberadora de Dios; mientras que esa manifestación de perseverancia en la esperanza tiene su opuest
En el budismo la paciencia o kshanti es una de las prácticas para llegar a la perfección. Incluso el término en sánscrito kshanti se utiliza para describir la práctica de ejercitar la paciencia ante circunstancias o comportamientos que no lo merecen necesariamente. Ergo, desde esa perspectiva, es una elección consciente para dar paciencia como si fuese un regalo más que un estado de opresión en el cual nos obligamos a no actuar. Si bien esta actitud es difícil de alcanzar y sostener, tampoco hay que preocuparse demasiado ya que las posibilidades de encontrarnos con alguien que entienda sánscrito son más bien escasas.
El kshanti es una de las diez perfecciones que, según el Sutra Buddhavamsa, deben cumplirse para purificar el karma y vivir sin obstrucciones en el camino al bodhi o iluminación. Entre otras perfecciones se requieren el sacca parami o sinceridad y el metta parami que es la amabilidad. En definitiva, nada mejor para la perfección del bodhi que el metta y sacca. Al menos parami. Bueno, podríamos seguir hablando de la paciencia pero no quiero abusar de su… de su “capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse y también la facultad de saber esperar…”, etc., etc., etc.

Este prólogo viene a cuento de America, álbum que reúne a dos leyendas del jazz: el trompetista Wadada Leo Smith y el baterista Jack DeJohnette.
La idea de ambos músicos por concretar un álbum en dúo de trompeta y batería estuvo archivada por más de tres décadas. En su origen, este proyecto fue desestimado en 1979 por el sello ECM; pero en un ejemplar ejercicio de paciencia, Smith y DeJohnette perseveraron hasta lograr su materialización definitiva. Hecho recién producido en 2009 a través de la compañía discográfica Tzadik.
El resultado pretendido hace treinta años quedará para siempre enterrado en el campo de las hipótesis pero America, como producto final, corporiza un diálogo magistral en su madurez artística entre uno de los bateristas mejor dotados técnicamente (aunque no siempre ejerza) que ha dado el jazz y uno de los más brillantes trompetistas y compositores de las últimas décadas.
La combinación de trompeta y batería, además de su notable amalgama tímbrica, tiene valiosos antecedentes históricos tales como los dúos encarnados por Don Cherry y Ed Blackwell en los álbumes Mu y El Corazón o Lester Bowie junto a Philip Wilson en Duet o Max Roach y Dizzy Gillespie en Max + Dizzy e incluso los dúos protagonizados por el propio Wadada Leo Smith, junto a Gunter Baby Sommer en Wisdon in Time y en sociedad con Adam Rudolph en Compassion. También cabe recordar álbumes como Serpentine (dúo entre Dave Douglas y Han Bennink), Papirus 1 y Papirus 2 ambos con Bill Dixon y Tony Oxley y, en tiempos más recientes, los dúos de Taylor Ho Bynum y Tomas Fujiwara en True Events y el de Magnus Broo y Paal Nilssen-Love en Game, entre muchos otros.

America inicia con la composición que da título álbum. Una fanfarria episódica dividida en tres etapas fundadas en una telepática interacción entre los intrincados fragmentos polirrítmicos de la batería y la prístina sonoridad de la trompeta. La primera parte signada por el elocuente fraseo de Smith y la soberbia intervención de DeJohnette y la segunda de introspectivos contornos recorridos por líneas melódicas de sobrecogedora belleza y abstrusas cadencias que incluyen reflejos lejanos de la memorable interpretación de Concierto de Aranjuez que ofreciera Miles Davis en el álbum Sketches of Spain de 1960. La secuencia final de la suite traza una bisectriz armónica entre los movimientos anteriores, eludiendo la abundancia expresiva del primer tramo e impulsando una rítmica más explosiva que en la segunda sección, constituyéndose así en una especie de alegato final contundente e irrebatible.
La comunión de intereses existente entre los componentes del dúo no solo se circunscribe a este trabajo, ya que también ha tenido una manifestación explicita en años recientes cuando DeJohnette integrara la formación inicial del Wadada Leo Smith’s Golden Quartet. Pero además intuimos un acercamiento implícito entre ambos con un punto de intersección en la figura de Miles Davis. Smith, al igual que Davis, es uno de los músicos que mejor exploró el espacio entre las notas y la importancia de los silencios en el lenguaje armónico del jazz, además de haberle rendido tributo a su obra en el proyecto colectivo Yo Miles!, en tanto que DeJohnette integró entre 1969 y 1972 la banda con la que Davis dio origen fundacional al jazz-rock.
Esa concurrencia de afectos y valores se expresa en Red Trumpet. La solidez melódica y rítmica de la partitura es el cauce natural a partir del cual fluye una simbiótica corriente en la que interactúan pausados movimientos y una elusión deliberada del desborde instrumental. Todo sublimado por un antológico crescendo que se corona en un desenlace de orfebrería armónica.
Luego, un sutil pasaje en batería se entrelaza a la angular retórica de la trompeta para configurar el opresivo y envolvente clima de John Brown’s Fort. El título de la pieza alude a un episodio histórico ocurrido en 1859, oportunidad en la que el abolicionista John Brown -en su intento por liberar a un grupo de esclavos- terminó siendo apresado y ejecutado por el ejército estadounidense.

La exquisita melodía de Ed Blackwell the Blue Montain Sun Drummer orilla los contornos del bebop y la agitada mística del swing para rendir homenaje a uno de los iconos del jazz, el inolvidable baterista de New Orleans: Edward “Ed” Blackwell. El monolítico sostén rítmico que edifica DeJohnette propulsa un maravilloso solo de trompeta que, por sí solo, justificaría que a Smith le levanten un busto en su honor. Bueno, para levantar un busto nada mejor que un buen sostén, ¿no?
En Rabi’a’s Unconditional Love a Spiritual Mystery of the Heart, el estratégico uso de trompeta con sordina y los incorpóreos acentos en escobillas de la batería, cobijan ancestrales sonoridades de la música afgana como respetuosa ofrenda a la poetisa persa del siglo X Rabi’a Balkhi, mencionada en el título de esta composición.
Las referencias a la poesía persa se prolongan en Masnavi: The Falcon and the Owls. El Masnavi, también conocido como el “Corán persa”, es una obra integrada por seis libros que pertenece al poeta místico Jalal al-Din Muhammad Rumi y The Falcon Amongst the Owls es un poema incluido en el segundo tomo de ese tratado. Aclaremos que Falcon es halcón en ingles y owls es… Owl es un estrigiforme que puede pertenecer a la familia de las tytonidaes o strigidaes como los autillos, los cárabos o los tecolotes o el chucho o ñacurutú. O sea el halcón y… ehhh… mejor evitemos complicaciones innecesarias y digamos algo más simple como, por ejemplo, que el Masnavi entreteje fábulas y revelaciones coránicas y exégesis del ensaneh kaamel practicado en el sufí por los derviches Giróvagos y… ¡owls son lechuzas!

Lo cierto es que la hipnótica introspección de Masnavi: The Falcon and the Owls, tema que cierra el álbum, deja aflorar texturas asimétricas y paradójicos contrastes entre el ascetismo sonoro de la trompeta de Smith y los efusivos acentos de la batería de DeJohnette. Una simbología de opuestos aparentes que se complementan y unifican en un mismo plano de expresión estética y con una innegable comunión de intereses filosóficos y espirituales.
Un acto creativo compartido, sobre todo en un conglomerado tan heterogéneo como el del arte, requiere de una acción coordinada para que su efecto sea superior a la suma de las partes. Esa sinergia creativa debe estar antecedida por la afinidad, el compromiso de integración, la imperiosa necesidad de compartir visiones e ideas y, fundamentalmente, en el conocimiento propio y en la capacidad de proyectarse más allá de uno mismo.
America no sólo es un álbum extraordinario, profundo e innovador, sino que además resulta imprescindible en la comprensión de esos principios.

Conocerse a sí mismo implica ser capaz de observarse en acción con otro (Bruce Lee)

Sergio Piccirilli

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