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Eldar: Virtue

Exposition, Insensitive, Blues Sketch in Clave, Iris, The Exorcist, Lullaby Fantazia, Blackjack, Long Passage, Estate, Daily Living, Vanilla Sky

Músicos:
Eldar Djangirov: piano y teclados
Armando Gola: bajo
Ludwig Afonso: batería
Invitados:
Joshua Redman, Felipe Lamoglia: saxos
Nicholas Payton: trompeta

Sony, 2009

Calificación: Más de lo mismo

Si nos atenemos al Diccionario de la Real Academia Española, la virtud puede ser fuerza, vigor, valor, potestad de obrar, integridad de ánimo, bondad de vida.
No conformes, consultamos a especialistas que nos aseguran que es aquella fuerza interior que permite al hombre (y a la mujer) "tomar y llevar a término las decisiones correctas en las situaciones más adversas para tornarlas a su favor" (¡epa!). Que es una cualidad positiva de un ser, persona o cosa, exponiendo mediante calificativos las ventajas de dicho ente. Y también que es una de las herramientas más importantes para el éxito.
Podríamos empezar a preguntarnos qué significa exactamente el éxito, pero no es cuestión de ponernos catedráticos por partida doble cuando la paga es tan magra. O sea, poco exitosa.

Le tomamos el gustito a la cuestión y seguimos avanzando. Así tenemos que las cuatro virtudes clásicas en Occidente son: templanza, fortaleza, prudencia y justicia. Que las cristianas son fe, esperanza y caridad (juegan con línea de tres y se exponen al contragolpe). Para Aristóteles la virtud es lisa y llanamente la excelencia (y no "Su" excelencia). Teniendo en claro que se refiere a las virtudes del alma y que las divide en virtudes intelectuales o dianoéticas (que perfeccionan el intelecto) y éticas o morales (que perfeccionan la voluntad). Platón, discípulo de Sócrates (notable escritor a decir de un ex presidente argentino del que escribiremos las iniciales: Carlos Saúl Menem y también un notable mediocampista que supo integrar la selección brasileña de fútbol, en ese orden), sostuvo "quien posee una virtud, posee un cierto conocimiento".

Convengamos que estamos simplificando la cuestión por cuestiones de espacio. De espacio mental. Propio. Porque si una virtud poseo, es la de la limitación.
Y mucho se ha hablado de la virtud e infinitos usos se le ha dado, desde el más profundo al híper banal. Y usted se preguntará… "¿a cuento de qué viene todo esto?" Debo reconocer que es una pregunta implacable, atinada, ubicua, pertinente, aguda y comprensible. O sea, una pregunta llena de virtudes.

Todo tiene que ver (al menos en esta ocasión) con un mozalbete nacido en 1987 en Kyrgyzstan (no… no estornudé, gracias igual), país asiático que supo formar parte de la U.R.S.S. y luego se olvidó. Que a los 11 años se trasladó a U.S.A. a intensificar sus estudios musicales, de piano, para más datos. A los 13 ganó el primer premio del Lionel Hampton Jazz Festival y a los 14 el de la Peter Nero Competition. Una tal Marian McPartland lo invitó a su programa de radio y a esa edad, a los 14, grabó su primer disco. Luego de otro álbum, un tercero ya para la discográfica Sony y, con 18 años, actuó durante una semana en el Blue Note de New York; de esas actuaciones se extrajo el material para un nuevo CD. Y luego vino otro y…
Eldar Djangirov tiene en la actualidad 22 años. Y su nueva entrega, que se editó en la Argentina, lleva por título Virtue. O sea… "Virtud".

Muchos han sido los casos de jóvenes prometedores en la historia reciente del jazz. De la mayoría, poco se sabe actualmente. Esto, a pesar de que cuando aparecían eran tildados de fenómenos, eximios, irreverentes, frescos y una sucesión de adjetivos calificativos que difícilmente sostenibles.
En este site hicimos la resña del álbum Live at the Blue Note, que fue muy positiva. Luego Eldar bajó unos cuantos peldaños con Re-Imagination que, como corresponde, fue nominado al Grammy. En este nuevo emprendimiento, el nacido en Kyrgyzstan (o sea, el kyrgyzstaniano o kyrgyzstaniense), completa su trío con el bajista Armando Gola, nacido en Cuba y que actualmente reside en Miami y el baterista Ludwig Afonso, que copió a Gola en cuanto al país de origen y posterior traslado.

Eldar es un pianista virtuoso. En una definición general, virtuoso es alguien que tiene virtudes y obra o se desarrolla según la virtud. En una definición cercana a lo artístico, virtuoso es aquel que domina extraordinariamente una técnica o arte.
Esto garantiza algunas cosas.
Pero no todas.

Eldar escribe en el booklet que acompaña al CD: "Este disco representa lo que siempre quise expresar (…) Deseo que puedan reconocer, en él, aspectos de este interesante momento en el mundo de 2009, el encuentro de personalidades, estilos de vida, terapia, drama, miseria, paradoja, felicidad, energía, control, procesos de pensamiento, amor, lógica, ambición y química (…) Ésta es una colección de pensamientos, acciones y consecuencias; una exposición de arte, claridad, integridad y libertad. Esto es lo que Virtue significa para mí".

Sin dudas que Eldar está absolutamente convencido de lo que hace. O de lo que ha hecho en este álbum, donde la gran mayoría de las composiciones le pertenecen.
Exposition viene montado en un tren bala, con contratiempos y polirritmias a velocidades que serán habituales en Kyrgyzstan pero difícilmente en otro rincón del planeta. Joshua Redman aporta lo suyo en saxos tenor y soprano y todos parecen enajenados. Un corte abrupto aporta una ínfima calma y de fondo se escucha un pequeño aporte sintetizado que toma protagonismo hacia el final. Exposition asombra en una primera escuchada, divierte en la segunda, cansa un poco en la tercera y el tema que sigue es Insensitive, que comienza calmo, pero como si a los tres les costara y mucho ceñirse a la idea de tocar poco para decir algo. Es una balada que amenaza con explotar; más que a mid-tempo es a 3/4-tempo, casi un 5/6. Blues Sketch in Clave suma el saxo de Felipe Lamoglia, otro que anda con la lata de enduido encima tratando de tapar todo agujerito nimio. No obstante su solo es bueno; de nuevo el sintetizador y este pasaje ya se lo escuché a los Brecker Brothers y a Spyro Gyra y a los Yellowjackets y a tantos otros.

Epa… esperen… Eldar comienza Iris solito al piano y tocando "quedito". Afonso ayuda con escobillas y, a pesar de esa tendencia "chopinesca" del pianista y de que no estamos frente a nada del otro mundo, es como un bálsamo ante el aluvión de notas lanzado hasta aquí. Buen final a cargo del líder. The Exorcist vuelve a poner las cosas donde estaban. Siguiendo con las referencias, se asemeja a la Chick Corea Akoustic Band, salvando las distancias y con bajo eléctrico… y nuevamente con el ¿aporte? del sintetizador.
A ver cómo hacerles esto más llevadero… para Lullaby Fantazia, remitirse a lo escrito en relación a Insensitive. Para Blackjack, también con Felipe Lamoglia en saxo y la trompeta de Nicholas Payton, Long Passage y Daily Living, un mix de lo ante-escrito en referencia a Exposition y The Exorcist. Estate es una balada en la que el pianista se contiene bastante a pesar de que vuelve a pecar de cierta incontinencia dedística. Vanilla Sky, es un híbrido de tres minutos y el tema con que finaliza el álbum.

Eldar Djangirov es pianista, tiene 22 años y un virtuosismo al piano innegable.
Pero a este escriba hay una pregunta que desde hace mucho tiempo le da vueltas y vueltas como una gran pelota: musicalmente hablando, el virtuosismo, ¿es una virtud?
Habrá que esperar un tiempo. Eldar tiene, aparentemente, muchas condiciones.
Pero da la sensación de que, por estos días, el exceso hormonal le juega en contra.

Marcelo Morales

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