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Go Home: Go Home

TGO, Wazee, Lace, Root and Branch, Head and Tail, Ethan’s Song, Inevitable, Isosceles, Reparation, Papermaker

Músicos:
Ben Goldberg: clarinete
Charlie Hunter: guitarra de siete cuerdas
Scott Amendola: batería
Ron Miles: corneta, trompeta

BAG Production Records, 2009

Calificación: Dame dos

El pasado es un prólogo de nuestro presente (William Shakespeare)

El clarinetista y compositor Ben Goldberg ha logrado constituirse en una de las figuras más descollantes, solicitadas y laboriosas de la música creativa. Para corroborar esta sentencia bastaría con mencionar su participación en simultáneo en diversos proyectos que manifiestan, por sí mismos, tanto la amplitud de sus intereses estéticos como su idoneidad en el dominio de diferentes lenguajes musicales.
En Plays Monk, junto a Devin Hoff y Scott Amendola, expresa y regenera con pasión y conocimiento de causa el carácter anticipatorio y pedagógico de la obra de Thelonious Monk. En Tin Hat  (con Mark Orton, Carla Kihlstedt y Ara Anderson) contribuye a describir los nuevos horizontes de la música de cámara a través de una recorrida de atemporal belleza en la que se aglutinan el jazz, el folk, la música étnica, el klezmer y el bluegrass. En Nels Cline’s New Monastery (con Nels Cline, Bobby Bradford, Andrea Parkins, Alex Cline, Devin Hoff y Scott Amendola) afronta la responsabilidad de colaborar en un proyecto fundado en la obra de Andrew Hill que excede el mero intento restaurador para erigirse en un entendimiento actualizado de su ideario musical. En tanto que con el Myra Melford’s Be Bread Sextet participó en la grabación del inminente The Whole Tree Gone, proyecto que al influjo del avant-jazz y la música indostaní congrega a un ensamble estelar integrado por Myra Melford, Matt Wilson, Stomu Takeishi y Cuong Vu.
Pero además de todo lo mencionado, el infatigable Ben Goldberg tiene una profusa labor como líder de banda. En su futuro inmediato se avizoran dos nuevos álbumes Subatomic Particle Homesick Blues junto a Joshua Redman y Ron Miles y Nine Pound Hammer con su quinteto conformado por Carla Kihlstedt, Rob Sudduth, Devin Hoff y Ches Smith. Mientras que en su pasado cercano encontramos dos compactos de reciente edición, Speech Comunication en trío con Kenny Wollesen y Greg Cohen y el álbum que motiva este comentario: Go Home.

Algunos aseguran que existen dos clases de personas: las que no pueden hacer dos cosas al mismo tiempo y las que… no podemos hacer ni siquiera una sola. Afortunadamente para el arte musical, Goldberg no integra ninguno de esos grupos.
En tiempos de culto a lo efímero, al desarraigo de la memoria y a los compromisos fugaces que recurren al escándalo y la transgresión banal como sinónimos de originalidad, Ben Goldberg en Go Home y Speech Comunication se reconcilia con su pasado y profundiza en él; no sólo para reflexionar y reconocerse, sino también para otorgarle mayor proyección a su música.
Si bien es cierto que en Speech Comunication retorna a la raíces de la música klezmer y en Go Home abreva en la fuentes del funk, el groove y el blues, en ambas entregas existe un común denominador orientado a asumir un profundo compromiso personal que permite reconstruir el ambiente contextual que dio origen a su formación artística.
De hecho, el titulo Speech Comunication, como una forma de tributar homenaje a quien le regalo su primer clarinete y lo apoyó en su temprana educación musical, alude al nombre de la disciplina académica a la que su padre Alvin Goldberg (fallecido en 2009) le dedicó su vida profesional e intelectual. Mientras que en Go Home (“Ir a casa”) desanda el largo camino transitado en su carrera artística para reconstruir las circunstancias que motivaron el origen de su apego a la música.
Para retornar a los orígenes, sin nostalgias a la vista, se necesita madurez, identidad y convicción. Goldberg lo hace no como un mecanismo del ego para expresar cualidades adquiridas, sino para demostrar que recurrir al pasado no debe ser una fuente de lamentos sino una búsqueda para comprobar que la recreación de un legado placentero puede ser fructuosa y reconstituyente de la energía creativa.

La idea del retorno al hogar como símbolo de seguridad y calma, siempre apasionó al hombre; así lo refleja la historia a través de los grandes creadores de la literatura. Tal vez el ejemplo más emblemático esté representado en La Odisea de Homero. Ese epítome incomparable de la letra universal relata la historia de Ulises u Odiseo, el rey de Itaca, quien se ausenta veinte años de su hogar tras luchar en la Guerra de Troya y enfrentar una serie de obstáculos que impedían su regreso.
La Odisea es una apología a la fidelidad: la de Ulises a sus ideales y la de su familia (su esposa Penélope, su hijo Telémaco y su hermano Ctimene) por esperar su regreso durante dos décadas.
Esos valores esenciales se mantienen incólumes y victoriosos en nuestros días y puedo dar fe de eso. Sin ir más lejos, hace poco me ausenté de mi casa una semana; pero al retornar, allí estaban todos esperándome…
Me refiero a Penélope, Telémaco y Ctimene. De mi familia, ni noticias.
En todo caso, mi vida también parece un relato épico escrito por Homero, pero no por el genial poeta griego autor de La Ilíada y La Odisea sino por Homero Simpson.

En Go Home, Ben Goldberg además de lo ya mencionado, materializa el viejo anhelo de grabar un álbum junto a Scott Amendola y Charlie Hunter. Músicos que han estado relacionados entre sí en más de una ocasión: Goldberg y Amendola comparten escena en Plays Monk y también confluyeron en el Nels Cline’s New Monastery. Hunter y Amendola formaron parte del inolvidable T.J. Kirk y Goldberg participó en el álbum debut de Hunter (Bing! Bing! Bing! de 1995). Sin embargo, debieron esperar hasta mediados de 2008 para lograr un espacio en sus ajetreados cronogramas que les permitiera concretar esa idea, a la que también se sumo el trompetista y cornetista Ron Miles (actualmente reemplazado en gira por el trombonista Curtis Folwkes).

El álbum da inicio con TGO, tema que sienta las bases fundacionales de un proyecto signado por espaciosas melodías, ritmos sincopados y una sucesión de solos que eluden el acrobático ejercicio del virtuosismo para construir un relajado diálogo de fluida naturalidad. Un entramado armónico encantador, atrapante y entretenido que parece simbolizar “la calma y la seguridad” que trasunta “el regreso al hogar”.
En la estructura melódica y rítmica de Wazee confluyen el rock, el blues y el funk. Un sólido bloque sonoro con punto de apoyo en el atinado y ejemplar despliegue de la batería de Amendola sobre el que se montan un destellante solo de Hunter y un ingenioso contrapunto entre la corneta de Miles y el clarinete de Goldberg.
Los difusos contornos melódicos en Lace se deslizan pausadamente para crear un clima de reflexivo recogimiento, rematado por una intersección entre las líneas del clarinete y la corneta que se asemejan a voces elevando una plegaria.

Root and Branch es el primero de los cuatro temas grabados en vivo que incluye este álbum (todos ellos registrados durante una actuación en el Throckmorton Theater de Mill Valley, California). La intensa frescura y natural empatía que parece alcanzar la banda en escena, eleva la propuesta de Go Home a niveles adictivos. En Root and Branch configuran un manifiesto estético de luminosa sencillez en el que los cuatro músicos ofrecen lo mejor de sí: Goldberg a través de un solo conmovedor, Miles con un despliegue refulgente, Hunter evidenciando una técnica despiadada que le permite superponer líneas de bajo y de guitarra y Amendola exhibiendo su capacidad para construir una base en la que conviven sutileza, precisión y originalidad.
En la nostálgica melodía de Head and Tail se escuchan ecos lejanos de la música klezmer, mientras que Ethan’s Song es una composición compartida entre Goldberg y su hijo Ethan que se traduce en un guiño de complicidad entre tradición y modernidad.

Inevitable hace una curva dinámica que arranca con un melancólico preludio, pasa por un obsesivo groove y termina en un pasaje de vaporoso lirismo. En tanto que la lúdica Isosceles ratifica que es en escena en donde el cuarteto se siente más cómodo y multiplica su nivel de interacción colectiva. Hunter señala el camino, Miles y Goldberg se entrelazan en un laberíntico contrapunto y Amendola brilla sin recurrir al solo.
Reparation inicia con una afable melodía definida mediante un bello unísono entre Goldberg y Miles que, tras un quiebre en su dinámica, se convierte en un ominoso groove comandado por Hunter. El cierre del álbum es con el adictivo Papermaker, un blues de orfebrería armónica rematado por una demoledora intervención de Amendola.

El retorno al origen es algo que todos hemos experimentado alguna vez. Cobijarnos en los recuerdos puede revelar cosas de nosotros mismos que quizá no queremos aceptar o puede ayudarnos a recuperar la frescura, la imaginación y la capacidad de soñar.
Go Home es álbum honesto y sencillo pero también un retorno al “hogar musical” de un artista de excepción con suficiente integridad para no renegar de sus orígenes.

El hombre feliz es aquel que siendo rey o campesino encuentra paz en su hogar (Johann Wolfgang von Goethe)

Sergio Piccirilli

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