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Hiromi The Trio Project en Concierto: Rápido y Furioso 3

Catalina Bar & Grill – Hollywood, California (USA)

Sábado 18 de Junio de 2011: 22:00 hs.

 

La pianista y compositora japonesa Hiromi Uehara, merced al abrumador virtuosismo técnico que la distingue, sus arrolladoras e incendiarias actuaciones y un hábil manejo de mercadeo, ha logrado convertirse –para sorpresa de algunos y beneplácito de otros- tanto en objeto de culto para una nutrida legión de seguidores alrededor del mundo como en una de las figuras más requeridas por los organizadores de los principales circuitos y festivales de jazz de la actualidad.

 

En su ideario estético se funden el jazz tradicional, la música de fusión, el rock progresivo y la música clásica para alcanzar en conjunto un sólido enlace que -aun sin transitar territorios inexplorados o desconocidos- sorprende por su fortaleza expresiva, innegable consciencia de estilo y envidiable pericia interpretativa. La meteórica carrera de Hiromi incluye una temprana formación educativa en el campo de la música clásica y el jazz, su participación –siendo aún adolescente- en la Czech Philarmonic Orchestra, labores como compositora de jingles para la casa Nissan, una graduación con honores en el Berklee College of Music de Boston, clases de improvisación en piano con los legendarios Ahmad Jamal y Oscar Peterson y un sustancioso contrato de exclusividad que la liga hasta nuestros días al sello discográfico Telarc.

 

La producción musical de Hiromi da inicio con el álbum Another Mind de 2003 (allí junto a su primer trío, integrado por el bajista Mitch Cohn y Dave DiCenso en batería), continúa en 2004 con Brain y Spiral de 2006 (ambos en compañía del baterista Martin Valihora y Tony Grey en bajo); poco después suman al guitarrista Dave Fiuczynski y en cuarteto, bajo la denominación Hiromi’s Sonicbloom, editan Time Control en 2007 y Beyond Standard en 2008. En 2009 presenta a dúo con el pianista Chick Corea el álbum en vivo Duet y un DVD junto al Hiromi’s Sonicbloom titulado Live in Concert. Ese mismo año se integra al trío de Stanley Clarke para grabar Jazz in the Garden e involucrarse en una extensa gira mundial que también incluyó al baterista Lenny White. En 2010 presenta Place to Be –su primer álbum en solo de piano-, desarrolla una serie de actuaciones con ese formato que se materializan en el DVD Solo: Live at the Blue Note New York de 2011 y se enfrasca en un nuevo emprendimiento grupal que incluye al bajista Anthony Jackson y el baterista Simon Phillips. Esta última experiencia arroja como resultado una banda denominada Hiromi: The Trio Project, un álbum titulado Voice y la gira internacional que los trajo –aquí con el acreditado baterista Steve Smith en reemplazo de Simon Phillips- al Catalina Bar & Grill de la ciudad de Hollywood.

 

En nuestro equipo de colaboradores teníamos varios interesados en comprobar cuánto había de cierto en eso de las “incendiarias y fogosas” actuaciones que caracterizan a Hiromi; pero sólo dos de los miembros acreditaban suficiente experiencia en incendios, accidentes y cualquier tipo de eventos que tuviesen características de siniestro (o siniestras características): los inefables Oriolo y Guibaudo. La decisión fue inevitable…

 

– ¿Cómo le va Oriolo?

– Hasta que me encontré con usted, Guibaudo… bien.

– Esta noche lo invito a ver a Hiromi Uehara en Hollywood.

– ¡Fantástico! Me encanta el cine de Hollywood porque tiene algo diferente… tiene un… tiene un efecto especial… Bueno, casi todo todas esas películas tienen efectos especiales… Además entretienen, divierten y… entretienen. ¿Sabe una cosa? No recuerdo esa película que mencionó usted… ¡bah! En general no le presto demasiada atención a los títulos o los argumentos porque todo lo que me hace pensar me da sueño… ¿Cómo dijo que se llamaba la peli… ”Harakiri Kamikaze”? No, me parece que no la vi… ¿es de karatecas? Bueno, eso no importa… quiero decir… ¿es entretenida?

– Cada vez que recuerdo que soy su amigo me pregunto: ¿cómo pude caer tan bajo? No lo invité a ver ninguna película sino a concurrir a un concierto de Hiromi Uehara, que no es karateca sino pianista. Y ya que mencionó los suicidios rituales del Harakiri y los Kamikazes… ¿nunca pensó que es mucho mejor tener una muerte honorable que una vida como la suya? ¿Por qué no prueba? Aunque sea una vez… no sea arisco.

– Está bien, será un placer aceptar… Eso sí, después de usted…

 

El concierto da inicio con el tema que abre y da título al álbum Voice de 2011. Un preludio en solo de piano a cargo de Hiromi circunscripto a lánguidos fraseos, cadencias pastosas e intercambios motivos entre ambas manos propios de la música clásica, va creando una atmósfera transparente y de vaga insinuación contemplativa. La invasión sonora del tándem rítmico que integran el bajo de Anthony Jackson y la batería de Steve Smith interrumpe ese clima para sumergirnos –sin preámbulos de contraste- en un carrusel de escalas vertiginosas, enérgicas fracturas e impactantes intervenciones solistas en las que se yuxtaponen el vacuo virtuosismo técnico que caracteriza al jazz fusión con la alegre ingenuidad del arte naif.

A continuación llega una chispeante versión de Now or Never, pieza -también incluida en el álbum Voice– en la que confluyen sin prejuicios los patrones rítmicos del funk, la espontaneidad del dixieland, líneas melódicas descendentes resueltas en blues, cierto apego estructural a los añosos modos de la música de fusión y todo eso rematado en los ornamentos retro-futuristas que provee el sintetizador de Hiromi.

Tras el correcto –aunque un tanto desangelado- solo piano de Haze, regresan en trío para ofrecer una interpretación al galope de Labyrinth. Aquí con una salvaje y elocuente exposición instrumental cercana a los códigos del jazz-rock en donde sobresalen los atinados aportes melódicos del bajo de seis cuerdas de Anthony Jackson, la enérgica precisión percusiva que despliega Steve Smith y los acrobáticos e impiadosos fraseos que imparte el piano de Hiromi.

 

– ¿Le gusta, Oriolo?

– Sí…  yo me gusto.

– Le pregunto si le gusta el show…

– Está lindo… Entretiene, divierte y… entretiene. Además la tal… ¿cómo era que se llamaba… “Kamasutra Bonsai”?

Hiromi Uehara.

– ¡Ésa misma! Si mal no recuerdo usted me dijo que “Honda Hyundai” era pianista y, efectivamente, tenía razón… pero por su forma de tocar no estoy tan seguro que no sea karateka…

– ¿Qué sabe usted de lenguaje pianístico como para atreverse a semejante definición?

– Por si no lo sabe, Guibaudo, le cuento que durante años fui pianista del célebre “Cuarteto Ofenbach”… Bueno, así nos empezó a llamar la crítica especializada después de nuestra recordada interpretación de las Variaciones Goldberg….

– ¿Y por qué “Cuarteto Ofenbach”?

– Nos pusieron “Ofenbach” porque nuestra versión era una ofensa a la música de Bach y “Cuarteto” porque éramos cinco… menos yo. Después decidí seguir como solista… En realidad me vi obligado por las circunstancias. Lo que pasa es que el resto de los integrantes del cuarteto se escapó y me dejaron solo. Hasta el piano se llevaron.

– Y… debe haber sido en defensa propia…

 

En la festejada versión up-tempo de Desire –nuevamente con Hiromi en sintetizador- se intuyen los difusos perímetros del latin-jazz en comunión con ciertos estándares propios del hip hop. Una hibridación estilística que, en manos de músicos menos experimentados, seguramente hubiera tenido resultados inciertos.

Ante los primeros acordes de la Sonata Nº 8 en Do Menor, Óp. 13, más conocida como Pathetique de Ludwig van Beethoven, el auditorio estalla en una estruendosa ovación. De todos modos no podemos precisar si eso fue producto de un cabal conocimiento de esa composición de 1799 o porque sólo escucharon la versión ofrecida por Hiromi: The Trio Project en el álbum Voice de 2011.

 

– La música de Beethoven es inmortal, Oriolo. Imagine usted que acaban de cumplirse doscientos cuarenta años de su nacimiento y aún sigue vigente…

– ¡Tiene razón, Guibaudo! Hay que llegar a esa edad… Mire, yo tengo cuarenta… cuarenta y… doce años y ya no puedo cortarme las uñas de los pies sin usar una grúa hidráulica y él, con doscientos cuarenta, sigue haciendo música como si nada… ¡Un maestro!

– Lamento decirle que Beethoven murió y, lo que es peor aún, usted sigue vivo… La verdad es que pensaba preguntarle si conocía el tema que está tocando Hiromi pero…

– ¡Claro que lo conozco! Siempre acostumbro interpretar música de Beethoven, en especial la Sinfonía Nº 3 en Mi Bemol Mayor Óp. 55… mi adorada Patética…

– La obra de Beethoven que usted menciona no es la Patética sino la Heroica.

– Sí, ya sé… Pero mi versión de la Heroica es Patética.

El concierto concluye con una feroz y velocísima lectura de Flashback, cuya ejecución – a pesar de atenerse a los transitados códigos del jazz-rock- deslumbra tanto por el derroche de energía y virtuosismo de su desarrollo como por un impactante duelo final entre el piano de Hiromi y la batería de Steve Smith. Final.

 

– Oriolo, ¿qué le parece si seguimos disfrutando de la noche hollywoodense?

– Tiene razón, Guibaudo… Lo invito al cine.

– Bueno, acepto… Pero tendría que ser una película a tono con Hiromi: The Trio Project… algo que sea impactante, entretenido y con muchos efectos especiales…

– Y, para ser coherentes con todo eso, tendríamos que ir a ver “Rápido y Furioso 3”.

 

 

Sergio Piccirilli

 

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