Por Los Codos

Carla Bozulich

BozulichLa zigzagueante trayectoria musical de la cantautora Carla Bozulich torna imposible la adjudicación de un rótulo que unifique todos los estilos que transitó en sus más de veinte años de carrera artística.
La diversidad que manifiesta su producción discográfica y la heterogeneidad conceptual de los proyectos en los que estuvo involucrada, tal vez sean un reflejo apegado a los cambios personales que experimentó en su vida. Eso explica, al menos en parte, la natural vivacidad que contiene una obra que se ha distinguido siempre por transmitir una indiscutible honestidad, respetable osadía, temible bravura y desconcertante desenfado.
Carla Bozulich asomó en la escena del post-punk de Los Angeles en la década del ochenta.
En 1984 trabajó (con el nombre de Carla Noelle) junto a Gary Kail/Zurich 1916 en el álbum Creative Nihilism. Como miembro de Invisible Chains participó en el álbum del mismo nombre en 1986. Poco después se unió a Harold “Biff” Barefoot III y Wee-Wee (John Napier) para conformar el proyecto de música dance industrial Ethyl Meatplow, banda con la que grabó en 1993 Happy Days, Sweetheart.
El siguiente paso en la carrera de Bozulich fue el grupo Geraldine Fibbers, experimento en el que cultivó desde una perspectiva experimental, su interés por la música country y el folk. La formación inicial, además de Bozulich, incluyó a William Tutton, Kevin Fitzgerald, Daniel Keenan y Jessy Greene. Estos últimos, al tiempo, dejarían la banda siendo reemplazados por Nels Cline. Como miembro de Geraldine Fibbers participó en Get Thee GoneLost Somewhere Between the Earth and my Home, ambos de 1995. Live from the Bottom of the Hill de 1996 y What Part of Get Thee Gone Don’t You Understand? y Butch en 1997.
La excesiva exposición a la que se vio sometida por su rol de cantante líder e imagen excluyente en Geraldine Fibbers, hizo que se alejara de los escenarios y abandonara el canto durante un breve período.
Su retorno fue con Scarnella, proyecto de música improvisada que la unió otra vez al guitarrista Nels Cline.

En otro sorpresivo giro, Carla Bozulich hizo su debut como solista en el 2003 con el álbum Red Headed Stranger, trabajo en el que decide reconciliarse con su rol de cantante repitiendo tema a tema el disco con el mismo título que hiciera, en 1975, el ícono de la música country Willie Nelson. "Me di cuenta de que mi voz es lo más valioso que tengo, pero llevaba tiempo sin cantar y no me sentía muy segura. Así que decidí cantar Red Headed Stranger, que es uno de mis discos favoritos y lo conozco a la perfección”, reconoció por aquel entonces Bozulich.
En la búsqueda de afianzarse como solista, en el 2004 editó I’m Gonna Stop Killing y en el 2006 hizo lo propio con el álbum Evangelista.
Las posteriores giras de presentación de este material terminaron de profundizar las líneas centrales del álbum hasta convertir a Evangelista en una banda con el mismo nombre. Bajo esa denominación grupal, editó recientemente Hello, Voyager!

Carla Bozulich ha trabajado también con Mike Watt en Ball-Hog or Tugboat?, junto a Hadda Brooks en el álbum I’ve got News for You y con Lydia Lunch en Smoke in the Shadows. Colaboró con Scott Amendola Band en Cry, con The Book of Knots en Traineater y con Simone Massaron en Dandelions of Fire.
Además, su vocación artística la ha llevado a expandir los límites musicales a otros campos: poesía, cuentos de ficción, arte ilustrativo, teatro, etc.
Todo esto y mucho más quedó reflejado en la charla que tuvimos el privilegio de mantener con ella.
Carla Bozulich, disfrútela. Es toda suya.

Hello Voyager CD¿En qué se inspiró el título de tu nuevo álbum Hello, Voyager?

No sé cómo llegue a él. Fue algo que comencé a gritarle a la audiencia durante nuestros shows. De alguna manera, al llamarlos “viajeros” (voyagers) aludo a cuánto tenemos que viajar para estar cerca unos con otros en una misma sala. Al tiempo comencé a sentir eso, como si llegado el fin del mundo saliéramos a buscar sobrevivientes. En ese momento nadie tendría que explicar su actitud ante la muerte y ya no habría excusas para continuar viviendo con vergüenza y encerrados en un silencio robótico.

Evangelista CD¿Cómo fue que Evangelista, el álbum, se convirtió en Evangelista, la banda?

No quería perder el hilo… "Evangelista”… ¡eso se siente tan fuerte! (exclama) Y quise ir más allá…

Y en esa búsqueda por ir “más allá” entendiste que era más importante y satisfactorio contar con otra gente a tu alrededor aportando sus propias ideas…

Me jode para bien escucharlos, ya que cada noche que tocamos ellos se matan por hacer que esta música sea bella. Actualmente la banda se integra con Tara Barnes en bajo, Dominic Cramp en teclados, Andrea Serrapiglio en cello y electrónicos y Jason van Gulick en batería; y más de la mitad de nuestro show es improvisado. En realidad, lo único que pretendo es tocar con otra gente, reír, ver el mundo… Ellos son buenos amigos y la música que hacemos es una forma de destruir las paredes que nos separan. Eso solo, hace que todo tenga sentido.

En Hello, Voyager hay una gran diversidad musical. Las canciones son bastante complejas y, en ciertos pasajes, muestran drásticos cambios; incluso en el transcurso de una misma canción. Ese rasgo que en el pasado era aceptado como algo natural hoy ya no es tan frecuente, al menos en el rock. ¿Por qué creés que la mayoría del público prefiere los álbumes que son más “estables” y canciones con un desarrollo más homogéneo de principio a fin? Con esto que dije espero no haber pintando una imagen demasiado rosa del pasado (risas)

Sí, seguro. Creo que eso explica por qué la mayoría de los periodistas, y no me refiero a vos, no escriben sobre ésta u otras músicas difíciles de explicar. Necesitan que haya un nombre para todo… Post-rock matemático psiquis scronk new jazz (risas) o lo que sea. Tal vez por ello, y para simplificar, empecé a decirle a la gente que esto (refiriéndose a Evangelista) es “góspel noise”.

Esa alusión al góspel, el nombre de la banda y las letras de algunas canciones de Evangelista y Hello, Voyager hacen sutiles referencias a la cristiandad. ¿Eso significa que la religión es un tópico artístico de tu interés?
Bozulich
Veo a la gente congregada en iglesias y sinagogas, mezquitas, templos, etc., pero también observo que la música es más poderosa que cualquier dios. Podemos hacer las mismas cosas con música. Podemos pasar el rato, mirarnos los unos a los otros,  hacer la guerra, hacer la paz, encontrar el éxtasis, organizar (dicho con énfasis); aunque no estoy tan segura que el sexo pueda ser tan caliente para alguna gente (risas). De todas maneras, la ciega devoción de mucha gente por la religión en el mundo torna obvio lo incapaces que somos para alimentarnos y curarnos a nosotros mismos y a los otros. Cierta vez le pregunté a un amigo, que había tenido una vida muy jodida, cómo hacía siempre para parecer la persona más despreocupada del mundo. Él escribió en un pedazo de papel: “perdónate a ti mismo y a todos los demás”.

Hablemos de tu proceso para componer. ¿Empezás por las letras, la melodía o preferís desarrollar ambas simultáneamente? ¿Necesitás de un cierto estado anímico para superar el bloqueo del compositor?

No tengo una forma estricta para componer. La cosa más común, en mi caso, es que a menudo espero hasta el último minuto para hacerlo.  Entonces duermo poco y escribo todo el tiempo como una desaforada, incluso mientras todos los demás están enroscados, durmiendo, ronroneando y roncando (risas). A la mañana siguiente, usualmente ya tengo algo listo para grabar ese día. Otras veces, cuando no hay presión o un plazo establecido, de repente siento algo fuerte que me inspira e impulsa a hacer algo. Y si entre las varias opciones que tengo en ese momento elijo componer, puede resultar muy positivo.

Es sabido que el mito del rock clásico, como fenómeno de arte popular, ha sido absorbido en los últimos tiempos por la cultura dominante. En ese sentido, ¿creés que experimentar en el terreno del rock-arte demuestra que el rock clásico está muerto como manifestación artística o que se ha reencarnado en una nueva entidad?

Estoy empezando a creer que si el arte popular no comienza a vincularnos con sus Matthew Barneys (escultor y artista multimedios de San Francisco) y Paul McCarthys (realizador contemporáneo de video-arte referente de la escena de Los Angeles) y sus Nan Goldins (fotógrafo de la escena contracultural de New York), etc., en algún momento recibirán un disparo de alguna potente mierda… Si nosotros no podemos hacer algo de dinero para pagar esos conciertos de rock que queremos dar, estaremos condenados a andar dando vueltas en una camioneta de mierda y tocando por maníes para los pocos amantes de la música que lograron encontrarnos. En algún momento tendremos que empezar a tener un salario digno o habrá que irse. Creo que hay esperanza de que el arte masivo apoye mi hábito musical. Soy una artista, en primer lugar; y los artistas tenemos una voz demasiado fuerte como para que logren echarnos a la mierda.

¿Las actuales dificultades que enfrenta el arte son más económicas que culturales?

Las músicas visibles son salvajemente conservadoras ahora, incluso más que nunca. Cuando la gente escribe sobre músicas “raras”, y te digo “gracias” por hacerlo, la gente se acerca. Pero es insuficiente y todo se hace muy lento cuando no hay mucho dinero empujándote. No es que no haya audiencia. Algunos pibes están sentados por ahí crujiendo los dientes porque no pueden encontrar nada más fuerte que Feist o My Chemical Romance.

Entonces considerás que, al menos en Estados Unidos, cada día se hace más difícil hacer música independiente… ¿Se puede cambiar eso?

Sólo sé que necesitamos dinero y lo necesitamos ya… Y estoy hablando de que podamos tener las cosas más básicas que la mayoría de las personas en el mundo “regular” necesitan. Si esto (refiriéndose al arte) se tratara de una iglesia, tendríamos montañas de dinero.

¿Estás afiliada a algún partido político o te mantenés completamente libre en ese campo? ¿Vas a ir a votar este año? (El voto en Estados Unidos no es obligatorio)

IrakSiempre voto. No hay un grupo en los Estados Unidos que me represente o que represente a muchos de los que conozco, lo sé. En nuestro sistema sólo tenemos dos partidos que pueden ser elegidos. Aunque otros candidatos pueden entrar en la carrera y ayudar a abrir los debates un poco más en algunos temas de interés. Yo voto a los demócratas. Voto por el partido que apoya más a los programas sociales y promueve mejoras para el pobre, pero sobre todo porque parece ser el menos fascista (en relación a los republicanos). Ellos sí están completamente llenos de mierda.

Hemos hablado de religión, de arte popular, de política, etc. Ahora vamos a referirnos a algo más personal como tu posición ante la vida, tus búsquedas, lo que te gusta…

Me encanta encontrar algo peculiar. Me gusta estar cerca de personas que me hacen reír y a las que les gusta mi sentido del humor. Me gusta estar rodeada de personas y animales y naturaleza y arquitectura y de todo lo que enseñe cosas nuevas o que se sienten excitantes o que te hacen sentir como si estuvieses flotando en un líquido caliente en estado de gracia. Podría tener una sensación de paz espiritual sabiendo que gente como (George) Bush, (Dick) Cheney, etc., han sido destituidos y mucho más después de lo que le han hecho al pueblo iraquí y a los soldados de “The coalition of the Willing” y al alma de la generosidad, la inclusión y la buena voluntad estadounidenses. Por ellos, nuestros nombres ahora están conectados a la mutilación de una sociedad moderna con una rica cultura ancestral. Es un asesinato en masa y está en su sexto  año. Esto se ha prolongado más que el lapso que duró la Segunda Guerra Mundial.

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