Adam Nussbaum: El Jazz Siempre Está En Transición

Vos tocaste con infinita cantidad de músicos desde Stan Getz y Dizzy Gillespie hasta John Abercrombie (disculpen ustedes, pero la lista es interminable, ganemos tiempo y caracteres). ¿En qué tipo de jazz te sentís más cómodo?

(Piensa) Yo creo ser un producto de lo que ha sucedido conmigo. Siento que soy la suma de mis experiencias. Yo crecí estudiando piano clásico pero toqué en bandas de rock and roll cuando era joven, toqué en orquestas, en “marching bands”… y pienso que todo esto afectó y puso su sello en mi identidad.
Yo amo la música; amo la buena música; pienso que cada situación trae otra parte de mí que me hace aprender, por lo que cuando tocás con buena gente, en cualquier estilo, siempre vas a tener la chance de aprender.
Pienso que la música es un lenguaje universal y que los elementos de la buena música están presentes en cualquier estilo: buen sonido, buen fraseo, buen ritmo, buen sentimiento, así sea clásica, tango, jazz, blues… nombrá los estilos que quieras. Los elementos de la buena música están presentes en la buena música.
A mí me gratifica tocar la variedad de estilos de jazz que toco; por ejemplo si toco be bop con gente que sabe cómo se hace, yo trato de entregarles lo que necesitan, pero al mismo tiempo les brindo mi experiencia en esa situación. Lo mismo ocurre en una conversación… hay que encontrar la manera de poder relatar y comunicarse y encontrar el punto de entendimiento de las partes. Quiero decir, un joven fan de Metallica no va a esperar que toquen Count Basie… en definitiva, trabaje con quien trabaje, mi tarea consiste en hacerlos sentir bien.

¿Sí?

¡Ése es mi trabajo! ¡Hacer que los otros músicos se sientan bien!

¿Y vos te sentís bien?

Yo amo tocar. Y soy muy afortunado en amar lo que hago. Es mucho sacrificio hacer lo que amo, con viajes, giras, ensayos y todo eso y además… ¡no me hice rico! Pero me siento afortunado y es un proceso de eterno aprendizaje.

Vos dijiste hace un momento que hay bateristas jóvenes que no escuchan demasiado. ¿Vos creés que hay jóvenes bateristas que “escuchan” o que son realmente buenos?

¡Oh… sí…! Yo dije “algunos”, no “todos”, creéme… (mira el grabador como para certificarlo).
Siempre vas a encontrar jóvenes músicos que tienen su talento y que trabajan su talento para desarrollar sus habilidades. Cuando tocás música no tenés que entender muchas cosas. Necesitás entender la música en sí y tu instrumento. Cuando vos tenés eso, es ya una gran ventaja, porque no tenés que andar pensando en eso cuando estás haciendo música. Es como cuando uno habla: yo no tengo que pensar acerca del proceso mecánico al que hay que someter a las palabras; simplemente ejecuto mis ideas y las dejo salir libremente, o sea… hablo. Afortunadamente, tu instrumento es tu voz y simplemente tenés que dejarla fluir.

¿Has escuchado en los últimos tiempos bateristas o músicos que te hayan llamado la
atención?

Siempre aparecen… lamento que al mencionar a algunos me olvide de otros, pero me vienen a la mente Brian Blade, Bill Stewart… Jim Black, Jeff Ballard… hay muchos… escucho a todos los que puedo y trato de encontrar algo interesante en ellos y encuentro que son honestos y que tratan de hacer lo mejor.
Escucho y trato de aprender las cosas que deseo hacer… y también las que no quiero hacer; es un proceso constante. Hay una increíble historia de bateristas en el jazz. Y cuando digo jazz estoy diciendo música.
Quiero decir… Louis Armstrong. Yo lo adoro como a un santo. Increíble. Porque él tiene todos los elementos: el sentimiento, el ritmo, el sonido… cuando lo escuchás a él o a Lester Young… lo primero que aflora es un gran feeling y algo que penetra dentro tuyo, que te produce alegría, tristeza… y es que se trata de eso: de sentimientos, de tratar de crear algún tipo de emoción.

Pensás que en este momento el jazz está pasando por un período de transición?

Yo creo que el jazz siempre está en transición.

¿Siempre?

Siempre. Porque es la manera en que se desarrollan las cosas. El mundo se está volviendo cada vez más y más pequeño, con Internet, la manera en que nos comunicamos, con todo. Y creo que muchos elementos están ingresando en el jazz que provienen de diferentes culturas y provocan muchas influencias. Hay que tener la cabeza abierta. Alguien me dijo una vez “oh jazz…” (y pone cara de acritud). Para mí, principalmente., el jazz es un estilo de música improvisada que tiene swing. Y hay mucha música improvisada que no tiene swing… y está bien… pero no lo llamaría jazz. Es una cuestión de actitud.