Por Los Codos

Adam Nussbaum: El Jazz Siempre Está En Transición

Vos tocaste con muchísimos músicos y grabaste muchos, pero muchos discos.

Sí.

¿Y cómo es entonces que aún no tenés un disco solista?

Ja ja ja ja ja… (estentóreas risas y de pronto el silencio y la mirada penetrante).
Buena pregunta. (Piensa).
En principio… nunca sentí que me despreciaran al escuchar lo que hago. En cada situación de la que participo.. ahí estoy; entonces, cuando la gente escucha discos en los que participo, me están escuchando a mí y en qué ando. Tengo también que admitir que no soy lo que puede llamarse un compositor. Ahí hay otra razón. Si yo voy a grabar algo a mi nombre, me gustaría poder presentar mi música. He escrito unas cuatro o cinco canciones… (sonríe) y me parece que son poquitas… Pero me siento afortunado de que la mayoría de la gente con la que he grabado, serría gente a la que llamaría para que grabe conmigo… siento que la gente sabe lo que hago, escucha lo que hago y seguramente haré algo en el futuro.
También es cierto que he participado de grupos con liderazgo compartido, por ejemplo el trío con Abercrombie y Dan Wall. Si bien John
(Abercrombie) nos juntó, todos contribuimos para el concepto global del trío.
Ahora estoy en otro trío con Steve Swallow y David Liebman y grabamos un disco y… je je… hay un tema mío ahí… aunque la verdad es que ellos me ayudaron…
(risas).
Ahí tenés una situación muy simpática porque somos viejos amigos y tenemos una larga historia tocando en distintos proyectos, pero no como ahora, en un grupo. Toqué con uno, toqué con el otro, ellos tocaron juntos un montón… pero es la primera vez que nos juntamos los tres.

Vos habías tocado con Swallow en los 70’s en un trío con Scofield…

Sí hicimos unos cuantos discos…

Le comentamos que John Scofield estuvo hace poco en Buenos Aires, se interesó por cómo habían sido las cosas, pero insiste en retomar algo que parece le picó.

Nussbaum - Swallow - LiebmanEstoy muy contento con este trío con Swallow y Liebman. Siento que en cada situación que me convocan, lo hacen para que yo sea yo. Cuando me llaman, la sensación es que más que a un baterista, me quieren a mí. Eso es un gran honor y me siento muy reconfortado. Quiere decir que yo puedo contribuir con algo más que con la “simple” tarea de tocar la batería. Art Blakey decía que una banda no es mejor que el baterista; y es que nosotros (los bateristas) ayudamos a crear el clima para que los demás toquen.
Pero creo que uno de estos días me pondré a pensar seriamente en mi propio proyecto;

¿No pensaste en poner varias de tus cosas en una suerte de compilación?

(Mira sorprendido) Nunca pensé en eso… ¡Es una buena idea!

Le comento que el baterista John Hollenbeck editó algo por el estilo en un álbum titulado The Alt.Coffee Tapes y me interrumpe descaradamente.

¿Vos conocés a John Hollenbeck? Es un gran, pero gran músico. Yo escuché varias de sus cosas…

Es un joven…

¡En mi mente soy muy joven! (y se ríe con ganas).

Luego de una breve interrupción en la que se levanta para pedir a la gente del hotel que “griten en voz baja”, se sienta y se explaya sobre Gustavo Bergalli.

BergalliLo adoro como persona. Tiene un enorme corazón y cuando lo escuchás tocar, él te transmite eso. Lo que me gusta de él es que entiende la tradición del jazz y de su instrumento; pero también tiene la mente abierta y es muy curioso. Él sigue buscando nuevas cosas, pero con el valor agregado de que tiene una sólida base. Y creo que es una formidable combinación, porque tiene la sapiencia de la edad, pero también el vigor de los jóvenes.
Es una persona fantástica y un músico muy especial. Y cuando estamos juntos nos reímos mucho. Hace bromas todo el tiempo, la pasamos muy pero muy bien y cuando estás de gira, es fundamental estar con alguien como Gustavo que tiene ese valor agregado de ir siempre para adelante. 

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