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Beatriz Sarlo: Sujetos y Tecnologías. La Novela Después De La Historia

Publicado en la revista Punto de vista Nro. 86

En el abanico de opciones posibles, Cucurto coloca su literatura en un más allá populista. Digamos, un populismo posmoderno, que celebra no la verdad del Pueblo sino su capacidad de coger, bailar cumbia, enamorarse y girar toda la noche. Abandona toda cautela entre lo que puede decirse y lo que no puede decirse y, sobre todo, no da al narrador una lengua distinta en nada a la de sus personajes (…) Puro cuerpo y cuerpo de la lengua, el narrador de Cucurto no tiene la fisura de las subjetividades en las que el deseo, el lenguaje y el mundo están escindidos. En su planeta cumbiero no existe esa fractura. Y esto queda representado en la rapidez con que se llega desde el primer movimiento del deseo hasta el coito, sin dilaciones discursivas. A Cucurto le interesa mucho más mencionar culos y tetas que las vueltas de la subjetividad: le interesa un mundo táctil, donde las superficies corporales se tocan, rebotan, se humedecen, levitan (…) Le interesa la vulgaridad de lo que puede ser dicho con las palabras de la música más popular: Puig escuchó las letras de Le Pera, Cucurto las de la cumbia. No hay lugar para la nostalgia ni la melancolía. A diferencia de Arlt (que escribió ácidamente, rencorosamente contra sus lectores populares, contra sus personajes, implacable en su desprecio), la literatura de Cucurto se ubica a gusto en ese mundo.

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