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Calexico: Garden Ruin

Cruel, Yours and Mine, Bisbee Blue, Panic Open String, Letter to Bowie Knife, Roka, Lucky Dime, Smash, Deep Down, Nom De Plume, All Systems Red

Músicos:
Joey Burns: voz, guitarra, cello
John Convertino: batería y percusión
Paul Niehaus: pedal steel, guitarra
Jacob Valenzuela: teclados, trompeta
Martin Wenk: acordeón, guitarra, sintetizadores
Volker Zander: bajo
Rob Burger: acordeón
JD Foster: guitarras, bajo
Amparo Sánchez: voz

Acqua Records, 2006

Calificación: Está bien

A principios de la década del ’90, Joey Burns y John Convertino conformaban la base rítmica de Giant Sand (su nombre originalmente fue The Giant Sandworms), banda conformada en 1982, liderada por Howe Gelb y que aún sigue dando batalla.
John y Joey, en 1996, conforman Calexico. El nombre sería una incógnita si no se supiera que ambos son originarios de Tucson, Arizona. Y ahí nomás está Calexico, ciudad que está “ahí nomasito” de México.
Garden Ruin es el quinto álbum en estudio de la banda que, dicen, coquetea con el folk, el tex-mex, la música surf, el rock indie y cierto toque latino.
La verdad que en los tiempos que corren, me cuesta mucho (pero mucho) el enamoramiento con una banda pop. Cuesta encontrar ideas, todo (o casi) suena refritado y me cuesta diferenciar a unas de otras.
En esta ocasión, los Calexico contaron con el aporte del productor JD Foster, quien trabajara entre otros con Marc Ribot y Los Cubanos Postizos y Nancy Sinatra. Foster, además, toca algunas guitarras y bajos.
Y la verdad que estos muchachos algo tienen. Buscan, son inquietos, arriesgan un poco, las letras dicen algo y, en algunos momentos, la pifian.

El comienzo del CD es con Cruel, una balada apuntalada por la acústica y la voz de Burns que rápidamente toma velocidad FM. Agradable. Nada nuevo pero se entremezclan una steel guitar, un obvio arreglo de bronces, glockenspiel… Final naif.
Yours and Mine es propiedad exclusiva de Convertino y Burns (en guitarra, cello y voz). Breve, cálida, intimista.
Bisbee Blue es uno de esos temas que tenemos la sensación de haber escuchado varias veces. No es algo que hasta el momento me agrade sobremanera pero se adivina que, como diría Capusotto, “algo está por pasar”.
Pero no es en Panic Open String, que se deja escuchar pero tampoco sorprende.
Aunque hay que destacar que no alargan las canciones (porque se trata de canciones) innecesariamente, ni recurren a la consabida fórmula “estrofa – estribillo – estrofa”.
Letter to Bowie Knife, con su letra oscura y un interesante entramado de guitarras, tiene todo para ser un “tour de force” en sus actuaciones. El final, con cierta complicidad estilística con The Kinks, es para subir el volumen.
En Roka patinan. El tema no está mal, pero la presencia de la española Amparo Sánchez cantando en castellano es absolutamente innecesaria e ineficaz. Tal es así que el tema como que se va afeando… pero deben ser ideas mías.

La simpleza de Lucky Dime nos devuelve el optimismo. No sólo por la letra sino porque es una bella canción pop, simple, con un indisimulable aire Beatle y que funciona realmente bien.
Dijimos que eran eclécticos. Smash es un tema oscuro aliviado por la canora voz de Burns que parece esforzarse para no sonar forzado. Y lo logra diciendo cosas interesantes, además.
Y siguen las buenas noticias: los estribillos continúan brillando por su ausencia.
Deep Down empieza como para ser uno de los mejores momentos de Garden Ruin. Luego viene una pequeña decepción para finalmente, y a pesar de cierto contenido dogmático, levantar el sport invitando a, nuevamente, subir el volumen.
Nom de Plume, cantada en francés, es bellísima y, remitiendo indisimuladamente a la “chanson francaise”, es uno de los puntos altos del álbum.
Y la tendencia (buena, muy buena) continúa en el cierre de Garden Ruin con la calma de All Systems Red y con Convertino delineando un interesante in crescendo coronado por otro buen entramado de guitarras. Muy buen final de álbum.

Como queda más o menos establecido, Garden Ruin es un disco ecléctico y con desniveles.
Pero sin dudas que se trata de un trabajo honesto.
Eso, hoy por hoy, en el alicaído mundo pop… ¿saben lo que cotiza?
Y además… ¡sin estribillos!

Marcelo Morales

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