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Ches Smith’s Congs for Brums: Psycho Predictions

Death Chart, Birth Chart, Conclusion’s: That’s Life

 

Músico:

Ches Smith: percusión, vibráfono, electrónicos

 

Sello y año: 88 Records, 2012

Calificación: Está muy bien

 

Estudia el pasado si quieres predecir el futuro (Confucio)

 

El significado del vocablo predicción puede referirse tanto a “la acción y el efecto de predecir” como a “las palabras que describen aquello que se predice”; en tanto que su ejercicio denota la capacidad para anticipar un hecho futuro ya sea siguiendo un modelo científico, conjeturando o bien por medio de una revelación. En el contexto de la ciencia las predicciones tienen un valor esencial, debido a que su desarrollo permite emitir una declaración precisa –generalmente asociada al razonamiento deductivo y expresada en forma de silogismo- de lo que sucederá en condiciones específicamente determinadas e, incluso, el éxito de una teoría científica suele medirse por el acierto de las predicciones en que se fundaba. No obstante existe, además de lo mencionado, un amplio campo de aplicación para predicciones no estrictamente científicas como, por ejemplo, las halladas en las metodologías y técnicas usadas en la prospectiva y la futurología o en las creencias y prácticas pseudocientíficas canalizadas a través de las profecías, el mentalismo, la adivinación y la clarividencia.

 

En un punto de conjunción entre el modelo racional y la revelación, el método científico y las ciencias ocultas, el conocimiento moderno y los saberes ancestrales, emerge la intención de la astrología por predecir o anticipar circunstancias futuras mediante un grafico -denominado carta astral- que relaciona las posiciones planetarias con la fecha de nacimiento de la persona o que permite adelantar el éxito o el fracaso de una decisión o un proyecto de acuerdo a la ubicación coyuntural de los astros.

La realización y calculo de una carta astral no es tarea para bisoños ya que requiere –entre otros elementos- de las efemérides planetarias, la tabla que determina la casa o posición en el círculo de la elíptica, el establecimiento de un grado de representación geocéntrica, el conocimiento del sistema de domificación e inclusive puede demandar de un programa informático que utilice algoritmos de cálculo planetario. A pesar de que no existe prueba científica fidedigna que sustente la validez de este tipo de predicciones, muchas personas suelen adjudicarle un viso de efectividad, tal vez potenciado por un fenómeno psicológico basado en la búsqueda de patrones por parte del cerebro y que permite recordar mucho más fácilmente las coincidencias de las predicciones que sus divergencias. Sin embargo, ni siquiera aquellos que ponemos en tela de juicio su veracidad hemos podido escapar a la pasajera tentación de recurrir a la astrología para predecir nuestro futuro. En cierta ocasión, supe consultar sobre mi porvenir a un astrologo amigo (más amigo que astrólogo) quien, tras ubicarme enla Segunda Casa de la rueda zodiacal, bajo el signo de Tauro con regente en Venus y habiendo determinado el espacio angular entre ascendente y descendente y calculado la ascensión recta del medio cielo en mi mapa natal, llegó a la conclusión (con un margen de error infinitesimal) que alcanzaría la fama y el éxito a partir del “juércoles 32 de octuciembre del año1.582.624,35” (después del mediodía, si no llueve); pero que hasta ese entonces sólo viviría una interminable sucesión de fracasos. Debo reconocer, pese a mi naturaleza escéptica, que la predicción se ha venido cumpliendo a rajatabla. Según parece, sólo es cuestión de seguir soportando este calvario y saber esperar la fecha predeterminada en mi carta astral para alcanzar la gloria definitiva.

 

La relación entre las predicciones y el comentario de Psycho Predictions que nos ocupa en este momento, no sólo se hace visible en el nombre del álbum y en los títulos de los temas incluidos en él, sino que también alude –al menos en sentido figurado- al hecho de que una década atrás cualquiera que hubiera visto en escena a un –por ese entonces jovencísimo e ignoto- baterista llamado Ches Smith, habría podido predecir con éxito que tarde o temprano llegaría a ocupar el sitial de privilegio que hoy ostenta. La versatilidad estilística que lo distingue, su dominio técnico en permanente evolución y el alto grado de compromiso desplegado en cada uno de los proyectos en los que estuvo involucrado, han permitido que Ches Smith sea el baterista –merecidamente- elegido por algunos de los líderes de banda más destacados de nuestro tiempo. Por ello no sorprende que en 2012 Ches Smith aparezca en simultáneo en las nuevas producciones discográficas de Darius Jones (Book of Mae’Bul: Another Kind of Sunrise); Mary Halvorson (Bending Bridges) y Tim Berne (Snakeoil); que haya participado recientemente en la premier de la obra de Ben Goldberg Orphic Machine o que sea uno de los vértices de bandas como Marc Ribot’s Ceramic Dog, Secret Chief 3, Los Totopos, Bazingas y MadLove. Ches Smith, además de estas colaboraciones, ha encontrado dos vías de expresión para exponer sus propios proyectos: Ches Smith & These Arches y Ches Smith’s Congs for Brums. El primero de esos emprendimientos (materializado en el album Finally Out of My Hands, de 2011) lo encuentra en compañía de la guitarrista Mary Halvorson, el saxofonista Tony Malaby y Andrea Parkins en acordeón, órgano y electrónicos; en tanto que Congs for Brums es el rótulo utilizado por Smith para identificar las presentaciones de sus piezas para solo de batería y percusión.

 

La producción de Ches Smith’s Congs for Brums –integrada, además de Psycho Predictions, por los álbumes Congs for Brums de 2000 y Noise to Men de 2010– no sólo permite apreciar las cualidades instrumentales del autor y su permanente vocación por explorar nuevos territorios musicales, sino que también expresa una constante aplicación de nuevos conocimientos y saberes adquiridos. A modo de ejemplo bastará con mencionar que Ches Smith, en Psycho Predictions, busca ingresar a un espacio creativo desconocido conectando composicionalmente tres instrumentos asociados a experiencias personales: la percusión (como ampliación de su instrumento principal: la batería), el vibráfono (incorporado a su set a partir de los estudios realizados en el Mills College de Oakland con el prestigioso percusionista William Winnat) y los electrónicos (como anexión instrumental derivada de su participación en Marc Ribot’s Ceramic Dog).

Ches Smith no utiliza a Psycho Predictions como un mero pretexto para exponer cualidades interpretativas ni su exposición es una constante repetición de acrobacias ejecutivas; muy por el contrario, la obra privilegia en todo momento el temperamento composicional que la anima y se manifiesta como una pieza integral que -adoptando el formato de suite en tres movimientos- ha sido concebida para ser tocada en vivo. De hecho, el álbum fue registrado en estudio en tiempo real sin interrupción ni sobregrabaciones y sus preparativos no tuvieron lugar en una sala de ensayos sino en sucesivos conciertos.

 

La pulsión creadora manifestada por Ches Smith en las tres piezas que integran el álbum avanza –al mezclar instrumentos acústicos y electrónicos procesados en tiempo real- por senderos paradójicos que van asociando la idea de medios mixtos con un elaborado mapa armónico que permite –aun cuando toda la responsabilidad instrumental recae en un solo músico- levantar un vasto edificio sonoro en donde todo luce de manera orgánica. El núcleo de la obra –aun cuando abreva en múltiples fuentes de inspiración- establece un deliberado juego de opuestos en cuyos extremos asoman técnicas de improvisación (basadas tanto en la experimentación con el desfasaje y la superposición de sonidos pregrabados como en procesos indeterminados en las repeticiones) y patrones modales derivados del compositor minimalista Terry Riley y elementos de la percusión ritual haitiana (tradicionalmente usada en las ceremonias de vudú), heredados de un maestro del género como Frisner Augustin.

 

Ches Smith, en Psycho Predictions, construye un álbum altamente recomendable y se manifiesta como un músico inquieto, prolífico y en permanente ascenso.

Y eso último, quizás, nos invite a pensar que, en lugar de malgastar esfuerzos en predecir el futuro, debamos invertir nuestro tiempo en hacerlo.

 

El futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen (Anatole France)

 

Sergio Piccirilli

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