Creative Underground Los Angeles en concierto: Tiempo de cosecha
The Daniel Rosenboom Group / Slumgum
Hammer Museum – Los Angeles, California (USA)
Jueves 8 de agosto de 2013 – 19:30 hs.
En la actualidad las estrategias artísticas parecen estar alejándose cada vez más de los planteos estéticos y de creación tradicionales estructurados en base a canales de difusión y divulgación fijas, limitadas y ajenas al alcance del artista o expresados a través de medios unidisciplinarios y con la participación distante de la comunidad que los origina. Hoy, por el contrario, puede apreciarse una proliferación de prácticas estéticas que entronizan el proceso de la elaboración artística por sobre los resultados y que reemplazan la permanente unicidad del objeto creado -y su contemplación pasiva- por una dimensión en la que se observa al arte como una gestión transformativa de la sociedad manifestada a través de una fenomenología que se caracteriza por la inclusión, el sentido de pertenencia y la participación activa.
Las nuevas formas de la acción creativa buscan ampliar las fronteras del arte para sumergirse en territorios inexplorados o no considerados tradicionalmente, mediante la conexión multidisciplinaria entre diferentes ámbitos de actuación y recurriendo a todos los canales de expresión y tecnologías disponibles. En ese novedoso contexto, las gestiones artísticas relacionales, la creación de espacios alternativos y su aspiración plurivalente, descentralizadora, multimedial e independiente, sirve para interpelar y cuestionar al sistema establecido a la vez que va enhebrando un discurso cuyas implicancias no son sólo artísticas sino también éticas, sociales y políticas.
Un ejemplo cabal de adaptación colectiva (y creativa) a esta nueva realidad en el campo del arte es Creative Underground Los Angeles.
La ciudad de Los Angeles ha sido históricamente considerada como la meca para artistas de diversas disciplinas y provenientes de distintas latitudes. Sin embargo, muchos de ellos terminan siendo –literalmente- devorados por la enorme maquinaria montada por la industria del entretenimiento con sede en Hollywood.
En ese marco, Creative Underground Los Angeles emerge como una expresión idiosincrásica del arte alternativo y el pensamiento de avanzada angelino que –en un esfuerzo interdisciplinario desarrollado por fuera de los canales tradicionales– permite la convergencia de música, danza, poesía, cine y otras manifestaciones artísticas.
Dos ensambles integrados por algunos de los músicos más emblemáticos del CULA serían, justamente, los encargados de abrir la edición 2013 del ciclo JazzPop Hammer Museum de la ciudad de Los Angeles: Slumgum y The Daniel Rosenboom Group.
Ambas agrupaciones –en concordancia con el espíritu solidario que impulsa el Creative Underground Los Angeles– unieron fuerzas para presentar, desde la perspectiva de cada una de esas bandas, una obra multimedios con composiciones originales estructuradas en torno a poemas de John Skipp y Laura Lee Bahr, con escenografía y proyección de videos a cargo de Eron Rauch y utilizando –en términos conceptuales- la fase de germinación de la semilla como metáfora de la inspiración creativa y para establecer una analogía entre el crecimiento subterráneo y la posterior irrupción en la superficie que caracteriza a ambos procesos evolutivos.
Slumgum es una de las bandas más representativas de la nueva escena jazzística de Los Angeles. Este cuarteto que alinea a Jonathan Armstrong en saxo tenor, Rory Cowal en Wurlitzer, Davin Tranchina en contrabajo y Trevor Anderies en batería, exhibe una propuesta muy personal en donde se dan cita el jazz, la improvisación libre, la música clásica contemporánea y la world music y que ha quedado debidamente documentada en una producción discográfica que incluye a los álbumes Slumgum de 2008, Quardboard Flavored Fiber en 2011 y The Sky His Own de 2011 (este último con Hugh Ragin en corneta como músico invitado).
En la noche del Hammer Museum, Slumgum se presentó en formato expandido ya que, además de los miembros habituales del cuarteto, sumaron las participaciones de Eric KM Clark en violín, Christine Tavolacci en flauta y Karina Kallis en voz.
El repertorio brindado por el septeto se aposentó sobre textos del poema Seeds (“Semillas”, en inglés) perteneciente a Laura Lee Bahr e incluyó la composición de Cathlene Pineda y José Gurria Cárdenas con arreglos de Trevor Anderies Acorn, el tema de Eric KM Clark y Cathlene Pineda arreglado por Rory Cowal The Ramains of What Was, la pieza –también con autoría compartida entre Pineda y Gurria Cárdenas– sobre arreglos de David Tranchina Jazz Malpractice / 3 Prayers y con cierre en Below Ground… Above Ground, composición de Dorian Wood, Cathlene Pineda y Eric KM Clark con arreglos a cargo de Jonathan Armstrong.
Una actuación convincente, bien trazada y con un ligero distanciamiento que se ajusta muy bien a unas partituras que parecen apelar más a los sentidos que a los sentimientos. Los distintos climas ofrecidos alternaron pasajes de una ceremoniosa ingravidez con otros de mayor aliento dramático pero, siempre, aspirando a crear un ambiente heredado de la música clásica en perfecto balance con la flexibilidad improvisadora del jazz e intentando materializar en todo momento una unión armoniosa entre música y poesía sin caer en la cursilería.
El segundo set en la noche angelina trajo al escenario al Daniel Rosenboom Group, integrado por su líder en conducción y trompeta, Dorian Wood en voz, Gavin Templeton en saxo alto, Brian Walsh en clarinete bajo, Alex Noice en guitarra eléctrica y efectos, Cathlene Pineda en Wurlitzer y efectos, Kai Kurosawa en Beartrax (guitarra bajo de 24 cuerdas que se ejecuta con técnica de tapping) y efectos, Matt Mayhall en batería y José Gurria Cárdenas en percusión.
El trompetista, compositor y productor Daniel Rosenboom es uno de los principales referentes de la avanzada jazzista de Los Angeles. La fortaleza de su vasto ideario estético –que va del jazz experimental al dark metal- y la capacidad para manifestarse en diferentes contextos con similar habilidad, lo han llevado a erigirse en una de las figuras de la costa oeste estadounidense con mayor proyección. A la reciente edición del magnífico album solista Book of Omens deben agregarse las labores desplegadas al frente de Daniel Rosenboom Quintet & Septet, las participaciones en Dr. Mint y Plotz!,los aportes realizados en el Vinnie Golia Sextet y una reciente colaboración como sesionista junto al cantante Josh Groban, entre otros.
La performance de The Daniel Rosenboom Group, como era de esperar, estaría a la altura de las expectativas generadas por los antecedentes de su líder y la demostrada calidad de sus circunstanciales acompañantes.
El set ofrecido fue ocupado por una extensa composición dividida en dos segmentos bajo el título Woops! e inspirada en los textos del poema homónimo perteneciente al ilustre –y multifacético- autor, editor, cantautor, guionista y director de cine John Skipp. La pieza de Daniel Rosemboom –definida por su autor como “un pastiche gráfico de partitura improvisada”– incluyó extractos musicales de trabajos realizados por Cathlene Pineda, Eric KM Clark, José Gurria Cárdenas y contó con las magníficas proyecciones en video y diseño escenográfico aportados por el notable artista multimedios Eron Rauch.
La obra pergeñada por Daniel Rosenboom tiene un inicio con arrolladores acentos expresivos, cambios súbitos y complejos contrastes dinámicos que evolucionan al conjuro de los fuertes acentos dramáticos que Dorian Wood –con su voz ancha y de considerable expresión- le imprime a los textos. De ese contexto sonoro –en donde composición e improvisación interactúan libremente- emerge un apasionado solo en saxo alto a cargo de Gavin Templeton cuya impronta, asociada al hard-bop, contrasta adecuadamente con la atonalidad de algunos de los ornamentos. Luego asoma un patrón rítmico de rock del que afloran sucesivamente un notable dueto entre Wood y la imaginativa guitarra de Alex Noice y una posterior intervención solista de este último. A juzgar por lo escuchado hasta aquí, no sería descabellado señalar que el temperamento de conjunto parece trazar una bisectriz imaginaria entre el Miles Davis de principios de los setenta y algunos de los proyectos que han asociado a John Zorn con Mike Patton.
El necesario respiro auditivo llega con un introspectivo paisaje sonoro; primero, acentuado por las sutiles frases que imparte el piano eléctrico de Cathlene Pineda y luego, rubricado –tras un quiebre en la dinámica- por un atinado solo de Brian Walsh en clarinete bajo. A esto le sucede una disminución progresiva de la intensidad que propicia el acceso del notable soliloquio de Kai Kurosawa en Beartrax para, finalmente, desembocar en una sección introspectiva de la que aflora el luminoso solo de Daniel Rosenboom en trompeta rematado mediante un crescendo pleno de lirismo. La etapa conclusiva de la obra llega al impulso de la batería de Matt Mayhall y la percusión de José Gurria Cárdenas con una frenética danza tribal que –tras un clímax colectivo- se diluye a modo de catarsis en la voz de Dorian Wood.
Una semilla puede tener destino de grandeza o no; pero sólo a través de un largo proceso de germinación llega a convertirse en una planta. En el terreno creativo –y en otros órdenes de la vida- sucede algo similar. Los sueños, las utopías, el talento y la inspiración son siempre valiosos; pero para alcanzar un “destino de grandeza” que se precie de tal, también hacen falta acciones concretas, perseverancia y sacrificio.
Lo visto y escuchado esta noche nos demuestra que la semilla del Creative Underground Los Angeles ya ha germinado. Ahora es… Tiempo de cosecha.
Sergio Piccirilli
