Brevario

El ombligo de un sueño

 

Tapa_Ombligo_BajaEn la historia del jazz es muy frecuente la edición de álbumes interpretados a dúo. Lo que no es tan habitual (y mucho menos en la Argentina) es que los instrumentos sean un contrabajo y un piano Rhodes o un Wurlitzer. Y esto, justamente esto, es lo que proponen Gabriel Domenicucci  y Ernesto Amstein en su trabajo conjunto que lleva por título El ombligo de un sueño.

De las siete composiciones que integran el disco, cinco pertenecen al contrabajista Domenicucci (Pretos, Distancia, El ombligo de un sueño, El árbol y Epílogo -para una historia breve-). Hay además dos versiones; una, corresponde al Preludio en Do Menor Op. 28 N° 20 (Frederic Chopin) y la otra es Lennies Pennies, del pianista Lennie Tristano.

El pianista y tecladista Ernesto Amstein nació en Cutral Có (Neuquén) en 1985. Su formación musical la llevó a cabo en Río Negro, lugar donde grabó A pesar del viento (junto con el contrabajista Andrés Fuhr en 2009). Egresó del Conservatorio Manuel de Falla donde tuvo como maestros a Ernesto Jodos, Paula Shocron y Enrique Norris, entre otros. En 2012 registró, como integrante de Pablo Elorza Orquesta, Jardín japonés. Lidera su propio trío, que completan Benjamín Groisman y Pedro Ahets Etcheberry.

El bajista Gabriel Domenicucci, en tanto, es oriundo de General Roca (Río Negro). Nacido en 1979, ha tenido como profesores y guías a Andrés Fuhr, Enrique Norris, Guillermo Delgado, Alejandro Herrera, etc. Lidera Proyecto Mínimo (quinteto con el que registrara Mínimo) y –junto con el guitarrista Leo Fernández- Ni una nube. Actualmente ejerce la docencia en el Programa de Orquestas Infantiles y Juveniles del GCBA.

El ombligo de un sueño asoma como un álbum intimista, sin estridencias, pulcro y con una fuerte presencia melódica. El liderazgo es repartido y cambiante en cada uno de los temas, notándose entre ambos una fuerte comunión, lo que lleva a la conclusión de que en esta ocasión el resultado final supera a la sumatoria de las partes. Dentro de un nivel sumamente parejo y homogéneo, podemos destacar el swing imperante en Pretos -el tema de apertura- y en el tema que titula al álbum, el ascetismo en Distancia, las ínclitas relecturas de Lennies Pennies y –especialmente- del Preludio en Do Menor Op. 28 N° 20 de Chopin y esa suerte de breve réquiem, Epílogo, con el que finaliza el disco.

Amstein y Domenicucci han entregado, en El ombligo de un sueño, un álbum alejado de egocentrismos y efectismos, con una fuerte comunión entre ambos músicos que provoca que el disco fluya con suma naturalidad y que los muestra solidarios y entregados a una propuesta inhabitual por estos lares.

El ombligo de un sueño fue editado por Club del Disco y, si me permite la sugerencia, es ideal para escuchar en días de lluvia.

Gabriel Domenicucci  y Ernesto Amstein se presentarán el próximo sábado 21 de noviembre a las 21:30 hs. en Vicente el Absurdo (Julián Álvarez 1886, CABA) como número de apertura del cuarteto del guitarrista Leo Fernández.

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