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Eldar: Live at the Blue Note

What Is This Thing Called Love, Someday, You Don’t Know What Love Is, Daily Living, Dat Dere, Bésame Mucho, Straight No Chaser, Sincerely, Chronicle, Take the A Train.

Músicos:
Eldar Djangirov: piano
Todd Strait: batería
Marco Panascia: contrabajo
Chris Botti, Roy Hargrove: trompeta

Sony/BMG, 2006

Calificación: A la marosca

En el mundo fantástico de J.R.R. Tolkien, Eldar es un artículo que refiere a una raza de fantasía. Significa “pueblo de las estrellas” y es el nombre otorgado a los “elfos” que emprendieron la “Gran Marcha de los elfos”.
La raza Eldar cuenta con una extensa y turbulenta historia espacial, de hecho tan larga que se sabe muy poco sobre su evolución física y su existencia inicial en los confines de un único planeta
Los ejércitos de los Eldar no son fuerzas militares a la usanza humana. Cada Eldar es un combatiente adiestrado capaz de defender su Mundo Astronave contra cualquier ataque enemigo.
Eldar es también un nombre judío que significa “Dios reside en vos”.
Y en turco, su significado es “victoria”.
Pero nada de eso (aunque hemos dudado y ya entenderán por qué) tiene que ver con “nuestro” Eldar.

Eldar Djangirov, de él se trata, nació en 1987 en Kyrgyzstan, país asiático cuya capital es Bishkek y que formara parte de la U.R.S.S.
En 1998 se trasladó a los Estados Unidos donde intensificó sus estudios musicales que aparecieron gracias a la extensa discografía que papá Djangirov tenía (¿tiene?) de Oscar Peterson. Queda claro entonces que el nene salió pianista… y de jazz.
En el año 2001 gana el primer premio del Lionel Hampton Jazz Festival y en 2002 el de la Peter Nero Competition; esto provocó que Marian McPartland lo invitara a su programa radial y que el niño debutara discográficamente (a los 14 años) con Eldar, al que le seguiría Handprints dos años más tarde, ambos para el sello discográfico D&D.
Llegamos al 2004 y aparece la compañía Sony. Que al año siguiente publicaría Eldar.
El purrete (que ya se metió en el bolsillo a unos cuantos) tuvo su semana de actuaciones en el Blue Note de New York en octubre de 2005; y de esas actuaciones se extrajo el material para su nuevo álbum, éste, el que nos ocupa.
Casi insólitamente, este disco acaba de editarse en la Argentina y la verdad que dudo que muchos se hayan enterado. Cuando vi la tapa… desconfié. Cuando me enteré de la edad de Eldar, fruncí el entrecejo (esta frase compite entre las más remanidas de la historia).
Y ahí fui directo a pegarle sin compasión a él, a los padres, al sistema, a la compañía discográfica, a los músicos que lo apañan y a los que quieran hacer fila que me los cargo sin ayuda.
Es que me acordé de Sergio Salvatore, de Peter Delano (ambos pianistas y de jazz), también prodigios, infantes debutantes y que luego mucho gusto… y también del párvulo guitarrista de blues Nathan Cavaleri del que andá a saber.
Otro más, pensamos entonces… y ahí fue el CD
directo a la guillotina… perdón… a la compactera.

El disco es en vivo en el Blue Note y abre con What Is This Thing Called Love.
Bueno… al menos vayan eliminando el segmento de los golpes sin compasión. El cuarteto lo integran el baterista Todd Strait (presente hasta ahora en todos sus discos), el contrabajista Marco Panascia y los pianistas… esteeee… esperen… parece que hay un error en la información del booklet. Figura solamente un pianista cuyo nombre… es Eldar.
Así que él solito, che…
Buscamos fotos por internet de los Eldar para comprobar su conformación física. Los bichos de Tolkien nos provocaron cierta repulsión; no obstante, de tanto buscar, dimos por fin con un pequeño video de escasos minutos pero que sirvieron para comprobar que el tal Eldar es humano, adolescente para más datos, que posee solamente dos manos (y en cada una cinco dedos) y que se planta frente al instrumento con una autoridad tal que da para pensar que en realidad fue caminando a anotarse al Registro Civil más cercano.
Pensamos entonces… a no dejarse engañar… con la pirotecnia sola no alcanza… y volvimos a recordar a Salvatore y Delano.

El muchacho también compone (4 de las 10 piezas del CD le pertenecen) y si bien la composición no parece ser, por ahora, su fuerte, tiene ideas y sabe desarrollarlas aunque por momentos transite por territorios no vírgenes. Aunque la bella e impresionista Sincerely, en solo piano, hace que reveamos en parte esta última sentencia. Y la furia desatada en Chronicle, con todos sus yeites, nos recuerda tanto a Michel Camilo como a Cornelius Claudio Kreusch.
Lo que este pebete hace es straight ahead. Digo esto para que no crean que van a encontrarse con arrebatos a la Mengelberg o Zulfikarpasic; tampoco Cecil Taylor asistió a la cita. Pero… ¡caracoles… que toca bien el chaval!

Chris Botti aparece como invitado en You Don’t Know What Love Is. Versión correcta, nada del mundo Tolkien. Pero cuando aparece el también trompetista Roy Hargrove para Straight No Chaser… se prenden fuego en un diálogo tenso y bien correspondido para uno de los puntos altos del compacto.
Dejo de lado mis temores entonces y así como les digo que el acompañamiento no es más que correcto y que la versión de Bésame mucho bien podría haber sido obviada, la rendición que Eldar hace de Dat Dere hace que empiece a dudar a la hora de afirmar que la mejor versión que he escuchado sea la de Rickie Lee Jones.
Y cuando cierra el disco con Take the A Train, solito y solo…
Tal vez me equivoque y lo escrito, escrito está, pero creo que estamos en presencia de un músico con todas las chances de transformarse en uno de los verdaderos grandes jazzistas del siglo actual.
Tiene con qué; y, además, le sobra tiempo.

Marcelo Morales

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