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Jonathan Finlayson & Sicilian Defense: Moving Still

 

Moving StillAll of the Pieces, Flank and Center, Space And, Cap vs. Nim, Between Moves, Folk Song

 

Músicos:

Jonathan Finlayson: trompeta

Miles Okazaki: guitarra

Matt Mitchell: piano

John Hébert: contrabajo

Craig Weinrib: batería

 

Sello y año: Pi Recordings, 2016

Calificación: Dame dos

 

No todos los artistas son jugadores de ajedrez, pero todos los jugadores de ajedrez son artistas (Marcel Duchamp)

 

El ajedrez es un juego milenario cuya práctica, entre otros beneficios, aumenta el desarrollo de habilidades cognitivas, estimula la creatividad, potencia la memoria, facilita la concentración, fortalece el pensamiento crítico, enseña a planificar, afianza el sentido de la responsabilidad en la toma de decisiones y, por supuesto, proporciona placer.

El origen del ajedrez, aún hoy en día, sigue siendo una cuestión de debate entre los historiadores del juego. Si bien existen vestigios históricos que parecen ubicar el nacimiento del ajedrez en China, Irán o Afganistán, la teoría más difundida entre los especialistas en el tema es que fue creado en la India –más concretamente en el Valle del Indo- durante el Imperio Gupta alrededor del siglo VI, tal como lo confirman antiquísimos registros literarios persas y también la raíz etimológica de algunos de los términos utilizados en el juego.

El antecesor del ajedrez fue un juego llamado Chaturanga, vocablo que significa “entre cuatro” y alude a las cuatro armas del ejército indio: caballos, carros, elefantes e infantería (términos que luego, al pasar a occidente, se transformarían en torres, caballos, alfiles y peones).

El juego llegó a Europa con la conquista de España por el Islam en el siglo IX a través de un músico persa llamado Ziriab y desde ese momento empezó a difundirse por todo el mundo.

Ziriab fue el primer músico que supo jugar ajedrez del que se tiene registro, pero luego seguirían sus pasos algunos de los más famosos compositores de la historia, tales como Félix Mendelssohn, Frédéric Chopin, Dmitri Shostakóvich, Richard Strauss, Nikolái Rimski-Kórsakov, Ludwig van Beethoven, Robert Schumann, Arnold Schönberg, Serguéi Prokófiev, Aleksandr Skriabin, Maurice Ravel, entre muchos otros.

En tiempos actuales podemos hallar una gran cantidad de músicos entre las filas de los aficionados al ajedrez e, incluso, hay quienes han llegado a incorporar al proceso creativo de algunas obras elementos provenientes del juego, tal como sucede en ciertos trabajos pergeñados por Anthony Braxton. En esa extensa lista de músicos que profesan una declarada pasión ajedrecística, aparece el nombre del compositor y trompetista estadounidense Jonathan Finlayson.

Tal vez por ello no debe sorprender a nadie que en el álbum Moving Still de Jonathan Finlayson & Sicilian Defense, el ajedrez aparezca referenciado de manera explícita en la denominación de la banda, en el nombre del disco y en la mayoría de los títulos elegidos para las composiciones que lo integran.

Jonathan Finlayson es uno de los trompetistas más sobresalientes y requeridos de su generación. Su prolífico trayecto musical abarca una consolidada participación en el magnífico Steve Coleman & Five Elements, agrupación a la que ingresó con apenas dieciocho años de edad y con la que grabó los álbumes Resistance is Futile de 2001, Alternate Dimension Series 1 y On The Rising of the 64 Paths (ambos en 2002), Lucidarium de 2004, Weaving Symbolics en 2006, Harvesting Semblances and Affinities de 2010, The Mancy of Sound en 2011 y Functional Arrhythmias de 2013. Esa relación musical con Steve Coleman se prolongó en 2015 con el álbum del ensamble Steve Coleman & Council of Balance titulado Synovial Joints.

El tránsito artístico desarrollado por Finlayson también comprende las invaluables contribuciones realizadas a favor del saxofonista Steve Lehman (en los álbumes Manifold de 2007, Travail, Transformation and Flow en 2009 y Mise en Abîme de 2014), el pianista David Virelles (en Continuum de 2012) y el guitarrista Liberty Ellman (con el disco Radiate de 2015). A todo esto, debe sumarse su aporte en varios proyectos encabezados por la guitarrista Mary Halvorson (Saturn Sings de 2010, Bending Bridges de 2012. Ilusionary Sea en 2013 y Away with You en 2016) y las apariciones en el Tomas Fujiwara & The Hook-Up, materializadas por medio de los álbumes Actionspeak de 2010, The Air is Different en 2012 y After Al lis Said de 2015.

Jonathan Finlayson debutó como líder y compositor en 2013 junto a su banda Sicilian Defense –en origen integrada por Finlayson en trompeta, David Virelles en piano, Miles Okazaki en guitarra, Damion Reid en batería y Keith Witty en bajo– con el aclamado Moment and the Message.

El nombre de su banda –Sicilian Defense– deriva de la apertura de ajedrez conocida como Defensa Siciliana, que resulta después de las jugadas iniciales 1. e4 c5. Esta línea -cuyo nombre se debe a que su inventor fue un sacerdote italiano llamado Pietro Carrera– goza de enorme prestigio entre los jugadores de elite ya que provee posiciones flexibles que dan origen a heterogéneos planes de ataque y contraataque para ambos bandos.

Jonathan Finlayson & Sicilian Defense, en Moving Still, presenta una alineación en formato de quinteto similar a la de su debut discográfico, pero con el pianista Matt Mitchell (Matt Mitchell Quartet, Tim Berne’s Snakeoil, Anna Webber’s Simple Trio), el baterista Craig Weinrib (Henry Threadgill Ensemble Double Up, The Ben van Gelder Quintet, Matt Brewer Sextet) y el contrabajista John Hébert (Mary Halvorson Octet, Kris Davis Trio, Peter Evans’ Zebulon Trio) en reemplazo de Virelles, Reid y Witty, respectivamente.

En el ideario estético elaborado por Finlayson convergen el hard-bop, vestigios de folk estadounidense y funk, impulsos rítmicos afrocaribeños; melodías diáfanas, un puntilloso ejercicio del contrapunto e inocultables influencias heredadas de sus mentores: Steve Coleman y Henry Threadgill.

El álbum comienza –al igual que una partida de ajedrez– con All of The Pieces (“Todas las piezas”). Un austero preludio en guitarra desemboca en la enunciación del motivo musical sobre el que se deslizarán el marcado equilibrio entre la escritura armónica y el proceso contrapuntístico encarnado por la ascética guitarra de Miles Okazaki y el luminoso piano de Matt Mitchell y una posterior aparición solista durante el clímax de la pieza protagonizada por Jonathan Finlayson en trompeta.

Flank and Center (título que en ajedrez alude al centro –es decir, las cuatro casillas ubicadas en el centro geométrico del tablero– y los flancos de dama y de rey) da inicio con un colorido pasaje en solitario de la batería de Craig Weinrib a partir del cual se irá desgranando el despliegue melódico con apariencia de hoquetus que configuran la trompeta de Finlayson, el piano de Mitchell y la guitarra de Okazaki y el sostenido groove que impulsa el contrabajo de John Hébert.

Space And encuentra su fuente de inspiración en ritmos tradicionales de la música dagomba del norte de Ghana desde donde emergerá un alegato sonoro que conjuga lirismo melódico e intensidad rítmica y permite las sobresalientes intervenciones de Matt Mitchell en piano y Jonathan Finlayson en trompeta.

Los grandes maestros José Raúl Capablanca y Aaron Nimzowitsch son dos íconos del ajedrez del siglo XX; el primero de ellos –a quien apodaban “el Mozart del ajedrez”- nació en Cuba y fue campeón mundial entre los años 1921 y 1927, en tanto que el segundo –de origen danés- es considerado la figura más importante de la escuela hipermoderna. A ellos, precisamente, alude el título de la composición de Finlayson titulada Cap vs. Nim. La pieza conjuga un consumado balance entre composición e improvisación y encuentra en la trompeta con sordina del líder a su elemento sonoro distintivo.

La expresiva Between Moves (el “movimiento intermedio” en ajedrez es una jugada destinada a interrumpir una secuencia de movidas y que suele usarse a menudo como respuesta contra un ataque) evoluciona a partir de un imaginativo prólogo a dúo entre la guitarra acústica de Miles Okazaki y el contrabajo de John Hébert que -tras un ejemplar solo de este último en donde combina arco y pizzicato y la cristalina intervención de Jonathan Finlayson en trompeta– es rematado por un delicado final de temperamento contemplativo.

El álbum concluye con Folk Song, pieza inspirada en la melodía de una canción tradicional yoruba en devoción a la deidad Oshun (en la santería practicada por los esclavos negros, sincretiza con la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba). En su vibrante tránsito asomarán notables exposiciones solistas, un crescendo de controlada intensidad y una sincrónica conclusión colectiva.

Sin lugar a dudas, Jonathan Finlayson con el excelente Moving Still parece haber realizado -al igual que un buen ajedrecista- su mejor jugada.

 

En el ajedrez, como en la vida, la mejor jugada es la que se realiza (Savielly Tartakower)

 

Sergio Piccirilli

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