El Ojo Tuerto

Larry Ochs Sax & Drumming Core: Músico Sapiens

Hammer Museum – Westwood (USA)
Martes 10 de Octubre de 200 8- 19:30 horas

Larry Ochs Sax & Drumming Core llegó a la ciudad de Westwood, California, para presentar el álbum Stone Shift, material a editarse recién el año próximo a través del sello RogueArt. Este experimento cooperativo liderado por el compositor y saxofonista Lawrence “Larry” Ochs se constituyó en el 2000 con el inusual formato en trío de saxo y dos baterías. Ahora y tras dos álbumes con esa estructura (Neon Truth, de 2004 y Up From Under, de 2007), el proyecto adoptó la forma de un quinteto integrado por Larry Ochs en saxo tenor y sopranino, los bateristas Don Robinson y Scott Amendola y los recientemente incorporados Satoko Fujii en piano y sintetizador y Natsuki Tamura en trompeta.
El núcleo conceptual de Larry Ochs Sax & Drumming Core se funda en los cánones que anidan en los blues shouters, en cantos tradicionales provenientes de Asia y África y en las sonoridades características de canciones arraigadas en el acervo de la música estadounidense y el este europeo, pero todo esto tamizado por los principios estéticos que distinguen a la vanguardia musical del siglo XXI.
Las influencias diseminadas en el ideario de este ensayo creativo de carácter instrumental, sorprendentemente, recalan en ancestrales nociones de la música vocal. Así es como podemos hallar atributos inmanentes al blues que provienen de la etapa previa al advenimiento del micrófono, época en la que los cantantes debían gritar para sobresalir del resto de los instrumentos, o en criterios que proceden de un género de canto narrativo coreano denominado pansori.
El pansori es interpretado por un cantante o sorikkun, quien durante horas improvisa una historia en la cual representa las voces de todos los personajes acompañado por un percusionista o gosu quien toca un tambor en forma de barril o glande.
Llama la atención que este canto ritual, siendo de Corea, no incluya coros. O sea que, en ellos, nadie corea. La tradición indica que el sorikkun debe acompañarse por un gozu, sin embargo nunca falta el sorikkun que en lugar de estar en compañía de un gozu prefiere a otro sorikkun… Allá ellos… A mi manera de ver, si el sorikkun no está con un gosu… no es un pansori como Dios manda. Al menos a mí me educaron así.

Lo cierto es que, en Larry Ochs Sax & Drumming Core, todos esos remotos influjos brotan al amparo del recuerdo de los célebres dúos de saxo y batería materializados en el jazz por íconos como Anthony Braxton y Max Roach en One in Two-Two in One y Birth and Rebirth, John Coltrane y Rashied Ali en Interstellar Space y Archie Shepp y Max Roach en Long March Part 1 y Long March Part 2, entre otros.
No obstante, la palmaria voracidad exploratoria que distingue a Larry Ochs se libera de los dogmas para sumergirse en fuentes de inspiración asociadas a las artes visuales contemporáneas, tales como la pintura y el cine.
La aspiración por unir arcaicas estructuras de la música vocal con las formas que ejemplifican la modernidad del arte, nos eximen de evaluar sus resultados con criterios convencionales y razonamientos lineales. En un ejercicio de asociación libre ante la propuesta de Larry Ochs Sax & Drumming Core, surge la palabra holismo.
Término que describe la tendencia de crear conjuntos mediante la ordenación o agrupación de muchas unidades y en las que esas realidades básicas son conductos irreductibles que no es posible separar mediante el análisis estructural de sus componentes. El pensamiento holístico percibe las cosas en su conjunto y no analiza las partes. Ante este mar de complejidades, con idéntica profundidad y similar abstracción, solo atino a preguntarme: “¿y?”
Note usted que no uso la “i” latina, la de puntito. la “i” de idiota, infeliz o imbécil sino (nada más y nada menos) que la "y” griega. La de los grandes… eh… los grandes griegos, como Aristóteles, Pitágoras, Parménides, Demócrito, etc.
Curioso, ¿no? Ninguno va con “y” griega. No se puede creer en nadie…

Y hablando de griegos… Los griegos son los responsables de un concepto de arte que impregnó la totalidad de la creación artística occidental durante más de dos milenios. Un enfoque de arte asociado a la idea de mímesis como piedra basal de la estética clásica, en el cual la finalidad esencial del arte es la búsqueda de un ideal representado por la perfección de la naturaleza. En cambio, la conceptualización del arte moderno está relacionada con una nueva forma de lidiar con el problema estético que repudia las reglas de la tradición para manifestarse de manera antagónica, atomizada y diversa en expresiones culturales alejadas de lo vernáculo y de aparente internacionalización.
En definitiva, Larry Ochs Sax & Drumming Core pretende hacer confluir lo autóctono y lo cosmopolita y asume la idea de mímesis pero interpretando que, en el arte contemporáneo, el proceso de imitación de la naturaleza debe incluir a las manifestaciones sincrónicas mas evolucionadas; dilema estético que seguramente ya estará resuelto para cuando yo muera o de aquí a unos doscientos años.
Lo que ocurra primero.

Mientras reflexiono sobre esto último, aprovecho para decirle que ya están sobre el escenario del Hammer Museum de la ciudad de Westwood, Larry Ochs, Scott Amendola, Don Robinson, Satoko Fujii y Natsuki Tamura.
En el inicio, el sopranino de Larry Ochs se entrelaza con las baterías de Robinson (en escobillas) y Amendola (en baquetas de fieltro) para dibujar el curso de Stone Shift, tema dedicado al gran cineasta japonés Akira Kurosawa y que a su vez dará titulo al nuevo álbum de Larry Ochs Sax & Drumming Core.
Kurosawa decía que el cine era una compleja trama en la que confluían elementos de pintura, teatro y música para converger en la simbología unificada del séptimo arte.
La propuesta de Ochs hace una parábola similar… pero en sentido inverso, haciendo que todo desemboque en la iconografía del arte musical, apropiándose con idoneidad de aspectos inherentes al cine de Kurosawa tales como el ejercicio de la abstracción y la creación de atmósferas que devienen en una laberíntica representación de la complejidad de la condición humana desde una perspectiva ajena a tesis ortodoxas.
La trompeta de Tamura y el piano de Fujii se adhieren estratégicamente al núcleo del entramado armónico, logrando que el tema haga un dramático giro que propicia la secuencia de los solos; primero, con Satoko Fujii intercalando poderosos fraseos y sumergiéndose en el interior del piano para accionar el arpa cromática en búsqueda de efectos percusivos; luego, una notable ejecución de Natsuki Tamura en trompeta con sordina y más tarde Larry Ochs deslumbrando en sopranino.
Finalmente, el clímax se obtiene a partir de un pasaje de improvisación colectiva que deriva en un impactante y visceral duelo de baterías.

De un interludio en piano preparado emerge Abstraction Rising, composición que también integrará Stone Shift.
Amendola incorpora inauditos accesorios que le permiten obtener sonidos inadmisibles para una batería convencional a la vez que Ochs, en saxo tenor, esboza los trazos perimetrales de la melodía. Sobre ese esqueleto sonoro se montan sendos duetos entre el piano y la batería de Amendola primero y la trompeta de Tamura y la batería de Robinson después. Todo coronado por una apabullante intervención de Ochs y un brillante solo de Fujii. Ovación.
Siguen con Nothing Stopped/But a Future, tema cuyo título se inspira en un poema de Carla Harryman incluido en su libro Open Box (Improvisations). Queda claro que en el universo musical de Ochs se interrelacionan diferentes disciplinas artísticas.
A las apuntadas alusiones al cine y la literatura debe incorporarse también la pintura, ya que todos los temas del concierto han sido ilustrados con la proyección de diapositivas que segmentan las sugestivas obras mt-a3 y mt-a2 de la pintora Emily Clark, oportunamente incluidas en la portada del álbum de Larry Ochs Sax & Drumming Core de 2007: Up From Under.
El cierre de este notable concierto será con Across From Over, composición cuyo leitmotiv parece heredero directo del tema Up From Under incluido en el álbum del mismo nombre que el trío, ahora devenido en quinteto, editara el año pasado.
Un magnífico alegato musical en el que los patrones de llamada y respuesta, el uso de ligeras variaciones de ostinatos y los parámetros sonoros utilizados, parecen conectar desde la estética vanguardista la expresividad de los blues shouters con sus innegables raíces africanas. Inmejorable final.

El arte es un hecho intangible; por lo tanto, detrás de la obra de un artista hay algo que excede a la materia, a la forma y al contenido y que sólo se percibe por las vías inteligibles de la sensibilidad.
Desde ese plano conceptual, podemos decir que el arte no evoluciona sino que marcha.
El creador debe entonces mantener, simultáneamente, un pie en el pasado y otro en el porvenir para seguir su camino y poder descubrirse a sí mismo.
Paul Gauguin decía que pintaba para ver qué tenía en la mente.
Larry Ochs, en su marcha artística, alcanzó a ver lo que tenía en su mente para elevarse a la categoría de Músico Sapiens. Ésos que llegan al final de la escala y producen obras que sólo pueden apreciarse por las vías inteligibles de la sensibilidad.

Sergio Piccirilli

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