Laurie Anderson: Luna Plena
Laurie Anderson – The End of the Moon
V Festival Internacional de Buenos Aires
Teatro Presidente Alvear
Domingo 11 de septiembre de 2005 – 21:00 hs.
A las 21:10 hs. y luego de haber corrido el riesgo de -desorganización mediante- entrar a otro teatro a ver la obra Taxi (bodoque con Calvo, Gianola, Ayos y Frigerio), aparece Laurie Anderson en escena.
Vestida de negro, se sienta y comienza a leer.
La escenografía está compuesta de una silla, un teclado al centro del escenario, una pequeña pantalla en un costado, unas cuantas velas (he contado 56, pero puede fallar) y un violín.
Nada más.
La Artista intenta reflejar en esta obra su experiencia de dos años en la NASA..
Necesito ayuda.
Porque puedo comentar que la Señora habló de Tom Waits, de la belleza, de Thomas Pynchon, del 11 de septiembre, las estrellas, los relojes, la luna, la guerra e infinitos etcéteras.
Pero no creo que sirva.
No en este caso.
También puedo decir que disparaba secuencias desde el minúsculo teclado, que con una cámara en su mano provocó el único efecto visual (especial) del concierto, que leía o narraba casi como si cantara, que interpretó simples pero exactos pasajes en su violín, que hizo nuevamente gala de un humor exquisito, que el sonido fue impecable, que hizo sutiles referencias a su magna obra United States I-IV…
Pero tampoco me conforma.
Tal vez por eso mismo que anunció la Anderson: "Empezar es lo más difícil. Es como tartamudear. Nadie tartamudea al final; ya es muy tarde para tener miedo".
Recuerdo también que habló de su odio por la simetría, de los pingüinos gay, de la Antártida.
Pero dije que necesito ayuda.
Algo sucedió en el recinto.
Algo extraño e inexplicable.
Pero perceptible.
Me hago caso y acepto la ayuda entonces. El inglés Peter Brook habla del "Teatro Sagrado"; también lo llama "teatro de lo invisible-hecho-visible".
Vamos mejor, sigamos con Brook:
"Un teatro sagrado no sólo muestra lo invisible, también ofrece las condiciones que hacen posible su percepción."
La Artista finalizó su entrega a las 22:48 hs.
Fueron exactamente 88 minutos.
Y ahora tengo una idea de cómo es el Paraíso.
Marcelo Morales.
Nota: Se agradece a Natacha Koss el indispensable aporte acerca de Peter Brook.
