Por Los Codos

Mark Dresser

Mark DresserMark Dresser es un grande de verdad. Uno se da cuenta de eso escuchándolo tocar, siguiendo su trayectoria o por sus composiciones; pero muy especialmente al pararse a su lado. ¿Cómo puede ser tan alto alguien que toca bajo? El mundo está lleno de contradicciones. Mientras todo junto se escribe separado, separado se escribe todo junto.

Mark Dresser nació en 1952. Se inició como profesional en los albores de la década del setenta. Desde ese entonces se desarrolló como compositor y contrabajista tanto como líder de diferentes ensambles y sesionista.  Emergió en la escena del free jazz de Los Angeles al integrarse a la Black Music Infinity conducida por Stanley Couch y de la que también formaban parte Arthur Blythe, David Murray, Bobby Bradford y James Newton. Paralelamente hizo música clásica con la Sinfónica de San Diego. Luego de graduarse en la UCSD estudió con el virtuoso contrabajista Bertram Turetzky y con el maestro Franco Petracchi. En 1986 se trasladaría a New York para integrarse al cuarteto de Anthony Braxton con quien mantendría una extensa sociedad por los siguientes nueve años.

UCSDDresser se convertiría en un referente de la escena neoyorquina. Allí trabajó con músicos de la talla de Dave Douglas, John Zorn, Tim Berne, Ray Anderson y Jane Ire Bloom, entre otros. En la faz compositiva se desarrolló co-liderando bandas como Tambastics junto al flautista Robert Dick, el pianista Denman Maroney y el baterista Gerry Hemingway y también con el trío de cuerdas Arcado que integró con el cellista Hank Roberts y el violinista Mark Feldman.

Formó parte de diferentes proyectos en colaboración con otros músicos tales como C/D/E junto a Marty Ehrlich y Andrew Cyrille; dúo, trío y cuarteto con el pianista Denman Maroney; The Mark Bros. con el contrabajista Mark Helias; dúo con la cellista Frances-Marie Uitti; dúo con la baterista y percusionista Susie Ibarra y dúo con el trombonista Ray Anderson.

Dresser fue comisionado para componer diversas obras: For not the Law junto al Arcado String Trio y la orquesta WDR Radio of Cologne, Germany, Armadillo con el Arcado String Trio y la WDR Big Band y Bosnia para el Trio du Clarinettes de Francia.

Desde lo musical se acercó a las artes visuales, inspirando a Tom Lesser a desarrollar dos trabajos en video: Subtonium y Sonomatopoeia. En Chronicles of an Asthmatic Stripper colaboró en el campo de la animación con Sarah Jane Lapp.

Compuso música sobre clásicos del cine mudo como El Gabinete del Dr. Caligari de Murnau, uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán y Un chien Andalou de Luis Buñuel y Salvador Dali, piedra basal del surrealismo francés.

La música de cámara no le ha sido ajena. En ese campo lideró el Mark Dresser’s Modular Ensamble. También participó en Force Green, que integraban Theo Bleckmann, Dave Douglas, Denman Maroney y Phil Hays.

Dresser tiene una destacada carrera como docente. Actualmente se desempeña como profesor en la Universidad de San Diego, California.

Arcado - Force Green - Tambastics - CDEEn su larga trayectoria como sesionista ha aparecido en más de un centenar de discos con distintas personalidades de la música contemporánea y el jazz que incluyen a Diamanda Galas, Misha Mengelberg, Louis Sclavis, Henry Threadgill, George Lewis, John Zorn, Oliver Lake, Tim Berne, Tom Cora, Evan Parker, Ikue Mori, Vinny Golia, Herb Robertson, James Newton, Greg Bendian, Don Byron, Anthony Braxton, Ellery Eskellin, Joe Lovano, Ivo Perelman, Kevin Norton, Bob Ostergtag, etc. Durante los últimos años ha mantenido una estrecha relación con la música de Satoko Fujii participando en el Satoko Fujii Trio, primero y en el Satoko Fujii Four, después. Sus más recientes trabajos como solista se reflejaron en Time Changes editado hacia fines del año pasado por el sello Cryptogramophone y Unveil, en solo bajo para el sello Clean Feed.

Dresser tiene un tono académico, trasunta calma y expresa una fuerza interior sobre la que parece ejercer un control absoluto. Y nos consta que lo puede hacer sobre un escenario tanto como en el diálogo que mantuvimos…

 

¿A qué edad empezaste con la música?

Comencé a los 5 tocando piano y cambié por el bajo a los 10 años.

¿Por qué el bajo?

Bill PlummerEstando en la primaria, alrededor del cuarto grado, me ofrecieron estudiar un instrumento de orquesta. Una amiga de nuestra familia, que era la esposa de un renombrado músico francés, tuvo la sensación que yo sería bueno con el bajo. Era un chico grande para mi edad, ciertamente; y en relación a mi físico, tenía sentido. Me enamoré de inmediato. Tocando el bajo me sentía especial y valioso socialmente, algo que no volvería a ocurrirme, al menos de una forma tan natural, en el resto de mi vida. Creciendo en Los Angeles tuve la chance de escuchar grandes músicos. Mi primer maestro de bajo fue Bill Plummer, un músico maravilloso que tocaba en la banda de Paul Horn. Mi madre, que era profesora de guitarra folk, negoció con él mis lecciones de bajo a cambio de lecciones de guitarra para Bill. También estudié con Red Mitchell. Pero a los 16 fue cuando me enfoqué en el bajo. Tuve la fortuna de estudiar con un gran maestro de bajo clásico como Nat Gangursky. Nat era un exponente de Simandl, el pedagogo checo-alemán. Sin olvidar mencionar que en ese mismo año tomé clases por diez semanas con ¡Ray Brown! (exclama orgulloso). Mis compañeros fueron Roberto Miranda y John Clayton…

Pero vos también estudiaste con un ícono del bajo como Bertram Turetzky… ¿Cuánto influyo en vos?

Mark - BertBert fue una gran influencia. Él me inculcó el valor no sólo de ser bajista sino de convertirme en un músico total, un artista. Recuerdo que en su primer lección indicó: “mi trabajo como maestro es enseñarte a que te enseñes a vos mismo”. Fue un maestro increíblemente positivo. Él me dio coraje para abrazarme incondicionalmente a la tradición del instrumento y también para lograr una aproximación a la música moderna desde el entendimiento de los fundamentos de las fuentes musicales. Él también tenía un enorme respeto por el jazz. En su juventud había estudiado con Mingus y además fue quien me presentó a Stanley Crouch, lo que me permitió ingresar a su banda: The Black Music Infinity en la que estaban Arthur Blythe, Bobby Bradford, David Murray y James Newton (tocó con ellos entre 1972 y 1975). Bert sigue siendo un amigo y todavía continúa inspirándome… Pese a anunciar un supuesto retiro, el tipo está tocando más que nunca, grabando y arreglando nuevas piezas, siempre comprometido con una vida dedicada al aprendizaje y a una permanente auto-superación.

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