Myra Melford y Mark Dresser: El Dúo Dinámico
Club Tropical – California
05 de Mayo de 2005
El 5 de mayo, como todos los jueves, se llevó a cabo en el Club Tropical otra jornada de las denominadas “Noches de Jazz” organizadas por Cryptonight. Esa noche era especial ya que el ciclo cumplía su segundo aniversario. Los organizadores decidieron festejarlo con un show a cargo del dúo integrado por Myra Melford y Mark Dresser.
Melford es sin lugar a dudas una de las figuras más importantes de los últimos años y ha brindado un impulso invalorable a la vanguardia del jazz. Ha contribuido a la jerarquización de su instrumento, el piano, redefiniendo el rol protagónico del mismo y recuperando el espíritu aventurero de pioneros como Herbie Nichols.
En su faz creativa ha tomado como material de partida tanto el jazz como el blues de su Chicago natal y ha recurrido abiertamente a la música de piano de compositores como Bela Bartok y Dimitri Kabalesky matizándola con música de la India y el Este de Europa. Su trayectoria es tan amplia como variada. Como líder encabezó diferentes proyectos: Crush, The Same River Twice, el MM Trio, el MM Extended Ensemble y más recientemente The Tent. Ha integrado duetos con Marty Ehrlich y también con Han Bennink, además de colaborar como sesionista con Joseph Jarman, Butch Morris, Leroy Jenkins y Henry Threadgill.
Mark Dresser emergió en la escena del free jazz de Los Angeles a principios de los ‘ 70 integrándose como bajista de la Black Music Infinity, banda en la que participaban Stanley Crouch, Bobby Bradford, Arthur Blythe, David Murray y James Newton. Desde ese entonces desarrolló una prolífica carrera tanto en su faz de compositor como de bajista. Ha tocado y grabado con algunas de las personalidades más destacadas de la música contemporánea y el jazz. Desde Evan Parker a John Zorn pasando por Tim Berne, Marilyn Crispell, Henry Threadgill, Misha Mengelberg, Satoko Fujii, por sólo mencionar algunos de una lista casi interminable. También desarrolló sus propios proyectos y co-lideró otros como el Arcado String Trio junto con Hank Roberts y Mark Feldman. Su último trabajo Time Changes es parte de una prolongada sociedad musical que lo une al pianista Kenmman Maroney. Y esto sin dejar de mencionar su tarea docente que lo ha llevado a ocupar en la actualidad la cátedra de música en la Universidad de San Diego, California.
Con los antecedentes de esta gente sabíamos había que cuidarse…
Llegamos al Club Tropical unos minutos antes de la hora pactada para el inicio del show. Nos atiende el director de Cryptonight en persona: “Valor de la entrada 10u$s, estudiantes 5” . La típica picardía criolla nos hizo soltar un “soy estudiante” y con inocencia extrema nos cobra la entrada a mitad de precio. Nos apiadamos y aclaramos que sólo se trató de una broma. Demostrando que la inocencia no es fácil de doblegar, nos regala un disco que compila a artistas del sello Cryptogramophone, sponsor oficial de este ciclo. Tengo a mi disposición toda la sala a excepción del piano que, según parece, está reservado. A nuestras espaldas en una mesa bastante nutrida se encuentran los superhéroes: El Dúo Dinámico. Luego veríamos cómo Dresser se hace cargo de las relaciones públicas mientras Melford hace ejercicios de relajación a menos de un metro de distancia de mi mesa.
A las 8:30 P.M. se inicia el concierto con When the Two Worlds Touch, tema que da título al último disco de Myra Melford. En la intro, Mark Dresser ejecuta el bajo acústico con arco para luego utilizar un pedal de efectos que otorgan al sonido natural de su instrumento una gama de matices muy amplia, rica y variada. Mientras tanto Melford sorprende por su estilo. Acariciando las teclas y en estado de trance, lleva adelante la laberíntica construcción de la melodía principal. La tensión va en aumento hasta desembocar en un final que se resuelve con un furioso contrapunto. Dresser se acerca al micrófono y anuncia el segundo tema, Be Melting Snow, del disco Above Blue también de Melford. De un clima caótico emparentado a las estructuras más complejas del free jazz, surge Dresser con una base blueseada sobre la que Melford despliega un cristalino solo. Seguidamente pasan a Digestivo, composición de Mark Dresser incluida en su álbum del 2002 Aquifer. Aquí desarrollan un tema más clásico y accesible pero con un nivel de ejecución superlativo. En su solo, Melford suelta una catarata de notas a una velocidad que domina pero de la que no abusa. Dresser tiene a su cargo un solo en el que ratifica la variedad de recursos que posee, subrayado con una imponente presencia en escena que incluye zapateo y gemidos. Una inyección de alegría coronada con los consecuentes aplausos. A continuación estrenan un tema que inicia con una delicada pero perversa melodía en la que Melford queda en soledad. Luego reingresa el bajo y ambos se fusionan, para finalizar, en un aire de réquiem. La primera parte del concierto concluye con Ekonomi del nuevo disco de Dresser. Su autor aclara que este tema está inspirado en el libro de Yvonne Vera “The Stone Virgins” cuya acción transcurre en Zimbawe. La melodía es pegadiza, con claras reminiscencias afro que resultan apropiadas tanto a la fuente de inspiración, como para distenderse y desembocar en un relajante y necesario intermedio.
Durante el breve descanso se sorteará entre el público un ejemplar del nuevo disco de Mark Dresser (todavía no editado). Sin atender a los avances tecnológicos con los que cuenta este país, se recurrió para el sorteo al viejo método de extraer un número de una bolsita de plástico. Como no se contaba con la asistencia de un escribano, para garantizar la legitimidad del acto se convoco a Carlos (?). Salvadoreño. Dueño del Club Tropical. Para afianzar los lazos de la unidad latinoamericana, extrae mi número. En un sencillo acto recibo el premio aprovechando para saludar a todos los que me conocen, desear que haya paz en el mundo y anunciar que aspiro a ser actriz.
Vuelve el dúo y atacan con For Bradford de Mark Dresser del álbum CDE en el que comparte cartel con Marty Ehrlich y Andrew Cyrille, con una “asimétrica” construcción melódica en la que se destaca la enérgica performance de Dresser.
Sigue Secrets To Tell You de When The Two Worlds Touch en la que la Melford nos aplasta con un alud de notas. Seguidamente harán una extensa improvisación, aparentemente sin título. Enérgica, salvaje y oscura. Casi inaccesible pero igualmente atrapante. Como cierre vendrá uno de los puntos culminantes de la noche: Brainfire And the Budlight también del último disco de la pianista. Versión tremenda con arreglos de aire flamenco y dramática interpretación que incluye un intermedio de caótica profundidad, finalizando con una despiadada intervención de Myra en la que muestra los rasgos esenciales de su estilo: un ataque percusivo pleno de vigor físico en los que utiliza todo un arsenal de técnicas. La rúbrica es una espontánea ovación de pie por parte del público. Salen del pequeño escenario, pero regresan a consecuencia del generalizado reclamo. Dresser toma el micrófono para pedir disculpas por el escaso repertorio ya que sólo han tocado juntos dos veces y hacen, nuevamente, Ekonomi pero en versión más festiva y libre. No se puede pedir más. No hace falta más, pero aún así llega. La Melford nos sorprendería, en un breve pero cálido encuentro, al mencionarnos que sabía de la existencia de nuestra página y también de Marcelo Morales. Fue como recibir una descarga de orgullo en estado puro (y por varios motivos, todos merecidos). Ella siguió su camino y en su horizonte pueden divisarse un nuevo disco, un show con la bailarina Fay Simpson, un dueto con Jenny Scheinman, un ensayo abierto con Stomu Takeishi y Cuong Vu y apariciones junto a Andrew Dury, Joseph Jarman y Leroy Jenkins. Nosotros nos quedamos tratando de asimilar algo de lo vivido pero convencidos que ya nada será igual. Después de todo las cosas pasan y como dice Enrique Pinti “sólo quedan los artistas”.
Sergio Piccirilli.
