El Ojo Tuerto

Scott Henderson: Metida de Pie Grande y los Henderson

Scott Henderson
La Velee Jazz Club – Los Angeles
Miércoles 24 de agosto de 2005

Scott HendersonEl 24 de Agosto se anunciaba en La Velee de Studio City la presentacion de un cuarteto integrado por Scott Henderson, Scott Kinsey, Gary Novak y Jimmy Earl. Cincuenta por ciento de Tribal Tech y otro cincuenta de la Elektric Band II, o sea 100% decada del '80.
La Velee es una parada obligatoria en el circuito de jazz del área de Los Angeles. Un lugar pequeño y acogedor, cuya historia se remonta a más de una década. Al llegar todo luce normal. Nos ubicamos en la mesa número dos pero con un estratégico movimiento saltamos a la mesa uno. En el ambiente se percibe ese inconfundible olor levemenente rancio, característico de la música de fusión. Sin embargo, para sorpresa del reducido auditorio, el aroma entraría en rápida descomposición.
La hora era la correcta, también el día y el lugar; pero en el escenario nos encontraríamos con un trío de blues o algo así, integrado por Kirk Covington en batería y voz, John Humphrey en bajo eléctrico y Scott Henderson en guitarra, como único sobreviviente de los anunciados originalmente.
Pensé en elevar una queja pero decidí aterrizarla inmediatamente. Estaba claro que el distinguido público presente era “hendersonista” de la primera hora, así que daba lo mismo que Scott tocara en cuarteto o en trío .Hiciera blues o danza húngara. Tocara guitarra o presentara un número con boleadoras. Opté por silenciar el reclamo alentado por la esperanza de que todo volviese a su cauce normal y que en algún momento de adentro de Covington surgieran Kinsey, Novak y Earl diciendo “que la inocencia les valga”.
Si bien anatómicamente era posible, nada de eso sucedería. Después de todo, La Velee es un lugar para tomar y comer algo y por u$s 10 adicionales disfrutar de un show sanamente y en familia.
Kirk CovingtonScott Henderson se autodenomina como un blues-rocker pero su trayectoria se consolidó en la década del ‘80 haciendo fusión con su banda Tribal Tech. Ha tocado con Jean Luc Ponty, con Chick Corea en la Elektric Band, con Joe Zawinul en Weather Update y en The Zawinul Syndicate, con Jeff Berlin, Steve Smith y T. Lavitz en Players y más recientemente con Smith y Victor Wooten en Vitaltechtones, entre otros. Scott es graduado de la Florida Atlantic University pero desde hace mucho tiempo reside en Los Angeles. En su prolongada trayectoria fue distinguido varias veces como mejor guitarrista por diversos medios especializados. Su estilo no oculta las influencias recibidas de guitarristas provenientes del rock como Jeff Beck, Hendrix y Jimmy Page y algunos grandes del blues como Albert King, Buddy Guy y Stevie Ray Vaughan. Y fue justamente su pasión por el blues lo que originó la constitución, allá por 1994, del trío con el que inesperadamente se presentó en la noche de Studio City.
El inicio del show será con una respetuosa versión de All Blues de Miles Davis. No estoy seguro si respetuosa es sinónimo de aburrida, así que mejor manejarse con cautela. Recordemos que aquí Henderson juega de local. De hecho en La Velee Jazz Club grabó su último disco en vivo (más conocido por su nombre cientifico: “Live”), además de tocar allí en forma periódica. Seguirán con Dog Party, tema que da título al primer disco de este trío. Covington canta… para compensar Henderson hace un solo capaz de reanimar un cadáver. John HumphreySigue Meter Maid único tema del disco de 1996 “Tore Down House” que harán en toda la noche. Covington vuelve con sus cantos impregnados del acento de su Texas natal, lo cual provoca un enorme placer, sobre todo cuando deja de hacerlo. Mientras tanto, Henderson vuelve a salvar al grupo del naufragio con una intervención que lleva su sello inconfundible: garra, técnica y sentimiento. Continúan con Lady P, incluida en "Well to the Bone" y tambien en "Live"… esa clase de canciones que no están mal pero que si no las tocasen estarían mucho mejor. En Sultan’s Boggie, incluida originalmente en “Well to the Bone” aparecido en el 2002 y con una posterior versión en el disco en vivo editado este año, la banda nos trae un blues con aires de medio oriente. Aquí nos encontramos con una esmerada performance de Covington en batería. Su estilo es una mezcla exacta de John Bonham de Led Zeppelin, Dennis Chambers y Aníbal, el baterista de los Muppets. También aquí Henderson ofrece un solo descomunal mientras Humphrey, a la derecha del escenario, sostiene con sus brazos un bajo eléctrico.
A continuación va Well to the Bone. Un mini-blues seguido por un mini-descanso. Durante el intervalo alguien creerá ver a Scott Kinsey. “Piedra libre… Kinsey detrás de Kirk Covington”, dirá. Es cierto que su apariencia física permite ocultar a Kinsey, sus teclados y un piano de cola pero todo sería inmediatamente desmentido. Regresan los protagonistas y con cara de “también podemos hacer jazz” se descuelgan con un tema de Wayne Shorter Fee Fi Fo Fun que ya fuera incluido por el trío en “Live”. Algunos de los parroquianos confunden esta versión con una prolongación del intervalo. Allá ellos. Suena el despertador y se empieza a escuchar la intro de Nairobe Express, tema proveniente de “VitalTechTones2” proyecto que reunió en un estudio a Henderson con Steve Smith y Victor Wooten, cuya formación jamás se presentó en vivo. En el balance final terminaría siendo lo más festejado de la noche. Y esto además de un reconocimiento debiera tomarse como una convincente razón para lograr que Henderson abandone el “blues trio” de una buena vez… Es una pregunta. Scott se mueve aquí como pez en el agua. Pese a romper una cuerda no se ahoga y sigue adelante mostrando una envidable abundancia de recursos. Humphrey (él también “nada”) después de tantos “ausentes”, dice “presente” con un buen solo. Luego es el turno de Covington quien, ante nuestros ojos, se convierte en el Increíble Hulk tomándose su tiempo para, literalmente, destruir la batería. Henderson regresa. No así Humphrey, quien estima que después de su “intervención” ha alcanzado la cima de su carrera. Finalmente recapacita y los tres terminan con lo que queda del tema. Antes de pasar a Devil Boy alguien reclama al camarero “hay un Jimmy Earl en mi sopa”. Falsa alarma: era otro bajista. Ya pasó Devil Boy y si no hubiese sido por el solo de Henderson nadie se habría enterado. Ya estamos en los últimos minutos del partido. Ahora o nunca. El trío se destapa con Rituals del álbum “Nomad”. Única aproximación que harán en este show a la era Tribal Tech. Bien. En un confuso episodio, un integrante del público dice haber visto un Gary Novak en el baño. Desgraciadamente las pruebas se fueron por la tubería. Creo estar alucinando, pero es que no alcanzo a recuperarme del engaño sufrido y la pasividad del resto no hace más que aumentar mi desazón.
HendersonNos acercamos a la medianoche, ya es hora de ir regresando a casa. Es más, quiero regresar. El grupo intenta dejar un festivo recuerdo con Hillbilly in the Band. Tras una breve intro en guitarra se pasa a una melodía apta para ilustrar un capitulo de Tiro Loco McGrow (¿se acuerdan del caballo que hablaba con acento texano? ¿Y de Pepechuelo?). Una alegría. El recuerdo, el tema no tanto. Como cierre llega Hole Diggin, tema que abre Dog Party. Un regreso al punto de partida. Será el fin de una etapa.
Debe serlo (con y sin signo de interrogación).
Y así nos vamos; con varios interrogantes por lo no visto y otros tantos por lo visto. Para la próxima semana se anuncia en este lugar otro show con Kinsey-Henderson-Earl-Novak. En un futuro inmediato se habla de una gira por Europa (con Matthew Garrison en lugar de Earl).
Cabe preguntarse: ¿otros caerán en la trampa? ¿Será una estrategia de marketing? ¿Volveremos a intentarlo?
Recuerdo que en mi época de adolescente tenía un amigo que solía decir: “La recompensa del embustero es no ser creído aun cuando diga la verdad”. Otro pibe del barrio le respondía: “Nunca somos engañados, nos engañamos a nosotros mismos”.
Uno era un tal Aristóteles y el otro se hacía llamar Goethe.
¡Qué sabios esos muchachos!
¿Será por eso que no vinieron al show?
¿O estarán esperando la gira por Europa?

Sergio Piccirilli.

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