Steve Cardenas
Al final del día uno es siempre el único juez calificado para evaluar el propio trabajo. En ese sentido, ¿te resulta difícil dormir a la noche? (risas)
Hubo un tiempo en el que era un feroz crítico de mí mismo, pero eso ha ocurrido mucho menos en años recientes. Siento que sólo se trata de disfrutar al máximo de la oportunidad de tocar aunque nunca dé por sentado que así será. Por eso quiero mejorar y hacer crecer mi musicalidad y, con eso en mente, trato de adoptar un enfoque constructivo en la evolución de mi propio trabajo.
En un tiempo signado por el conformismo, el hecho de haber logrado desarrollar un enfoque propio de tu instrumento… ¿te brinda seguridad o sentís que aún estás madurando como guitarrista?
Creo que cada uno tiene su propio enfoque distintivo de su instrumento; pero que esto signifique alcanzar la madurez o no, es otra cosa. Eso lleva tiempo y acumulación de experiencias con la música. Sólo después de eso, y si tenés suerte, lograrás encontrar las líneas distintivas y naturales para tu musicalidad que te permitan construir a partir de ellas. Siento que tengo mi propio sonido y es de esperar que siga evolucionando. Cada vez que escucho a Jim Hall es inspirador en ese sentido, ya que hoy en día sigue sonando como si estuviese explorando y aprovechando las oportunidades para seguir evolucionando.
¿No tenés a veces la sensación de que sos capaz de expresarte mejor con las seis cuerdas de la guitarra que con palabras?
No necesariamente…
Vamos a comprobarlo entonces… La siguiente pregunta requiere de una buena cantidad de ego por lo que será necesario dejar de lado cualquier falsa humildad (risas) Si alguien fuera a presentarte ante una clase de jazz o en una conferencia e intentaran hacerlo refiriéndose a vos como una fuerza creativa del jazz auténticamente genuina etc., etc., ¿qué quisieras que dijeran acerca tuyo?
(Reflexiona unos instantes) Disculpame, pero no sé qué decir. Lo mejor que puedo esperar es que ellos pronuncien mi nombre correctamente… (risas)
Dejame mencionarte algunos músicos incluidos en tu biografía… Allí aparecen bateristas como Paul Motian y Joey Baron, bajistas como Charlie Haden y John Patitucci, cantantes como Norah Jones, Kate McGarry y Madeleine Peyroux, trompetistas como Jeff Beal y Mark Isham… ¿Qué representó en tu desarrollo musical haber tocado con cada uno de ellos?
Me siento honrado de haber tenido la oportunidad de acumular experiencia tocando con todos esos músicos que mencionás. Cada uno de ellos ha sido una voz de inspiración. Voy a destacar a Paul Motian y Joey Baron porque he estado en sus respectivas bandas por diez años o más y, como resultado de eso, he crecido un montón como músico. Ambos tocan diferente, pero lo que ellos tienen en común es un centro en el tiempo que es enorme, abierto y asombrosamente sólido. Los dos son grandes líderes de banda pero eso también es verdadero en cada uno de los mencionados anteriormente.
Uno de los proyectos más recientes a los que has estado asociado es tu trabajo en la banda de Ben Allison… ¿Podrías contarnos algo sobre esa experiencia?
Estoy en la banda de Ben (Allison) desde hace tres años. También es una banda que me ha hecho crecer muchísimo tanto por la diversidad de sus composiciones como por su apertura a lo que sucede de una actuación a otra. Ben (Allison) compone de tal manera que todo encaje con los músicos y las diferentes personalidades de su banda. Eso hace que todo siempre se sienta bien y posibilita que lo inesperado sea una norma integrada al concepto de la banda. Estos principios lo convierten tanto en un grupo de rock como en uno de jazz.
Usualmente alternás tu rol de líder con el de sesionista. ¿En ambos casos experimentás el mismo placer y tenés idéntico enfoque para tocar o difiere mucho?
Ambas situaciones son satisfactorias pero, por supuesto, diferentes. Como líder tenés responsabilidades que no existen cuando sos sesionista, tales como configurar la dirección de un show, el flujo musical que éste tendrá… Incluso algo tan simple como ser el encargado de hablarle a la audiencia, hace una gran diferencia. Pero en definitiva, me siento feliz teniendo la oportunidad de tocar, ya sea como líder o como sesionista.
Ahora vamos a referirnos al líder… ¿Cuál fue el concepto detrás de tus álbumes solistas, Shebang y Panoramic?
La intención principal con la música de Shebang fue desarrollarlo en un contexto de trío tal como lo venia haciendo, ya que había trabajado durante algún tiempo en ese formato. Todos nosotros éramos amigos y siempre había querido tener a Kenny (Wollesen) y Larry (Grenadier) juntos en un trío. El material incluido abarca composiciones de varios años y, como sucede a menudo con un primer álbum, son un documento de lo que se ha acumulado hasta ese momento. Panoramic tuvo la misma sección rítmica por obvias razones, pero pensé que seria bueno tener a Tony Malaby tocando en la mayor parte del disco. Él y yo habíamos estado tocando juntos con Paul Motian y me gustaba su sonido y enfoque. En este caso todas las composiciones son recientes, exceptuando las versiones que hicimos de los temas de Monk y Parker.
¿Cuáles son tus planes de grabación futuros?
No hay planes definidos aún, pero tengo la esperanza de grabar en el próximo año.
El público que no conoce mucho de jazz suele pensar que es una música intelectual. ¿Qué opinás de la gente que trata de facilitar el acceso a la música de jazz como, por ejemplo, Wynton Marsalis? ¿No pensás que puede resultar nocivo que la gente piense que sólo es jazz lo que Marsalis está haciendo? En definitiva, ¿creés que los músicos deben conservar la fe en sus ideas o deben adaptarlas para que el público acceda a ellas?
Vos sabés, rock en un tiempo solía ser lo que Led Zeppelín, The Beatles, los Stones, etc. estaban haciendo. Ahora es lo que Britney Spears hace… aunque afortunadamente existe Radiohead. Entonces… ¿no creés que en estos días todo se torna más cuesta arriba que nunca sin importar la clase de música o arte que estés haciendo? No vivimos en una cultura que salga de alguna manera a fomentar la creatividad, al menos aquí. La música creativa es mucho más apreciada en Europa. Sin embargo, hay situaciones que se están dando en Estados Unidos, especialmente en New York y en varias escuelas de música que ofrecen un entorno creativo para los músicos. Pero mas allá de eso, decididamente, no es un camino fácil tocar música creativa. Pese a ello, creo que todos los músicos que conozco y me incluyo, aún nos sentimos inspirados y nos vemos alentados por la música que escuchamos los unos de los otros y, afortunadamente para nosotros, siguen existiendo mercados para que todos podamos expresarnos.
Última pregunta: si tuvieras que proponer una reforma político-económica para crear un mejor entorno para las artes, ¿cuál sería?
Deshacerse de la actual administración (se refiere a la administración Bush). Esperemos que eso esté cambiando pronto y, si contamos con un poco de suerte, logremos tener algunos representantes en Washington que posean corazones y almas.
http://www.stevecardenasmusic.com/
Agradecemos el aporte fotográfico de Luca D’agostino
Sergio Piccirilli