Como con tantas otras cosas (y ya aburren) no existe unanimidad acerca del origen de un instrumento musical, de cuerda, que se toca con dedos o arco, de sonido grave, perteneciente a la familia de los cordófonos, de importante peso y tamaño y al que se ha dado en llamar (al menos en castellano) contrabajo. No obstante parece haber coincidencia con respecto a su aparición, acaecida en algún momento del siglo XVI y, aparentemente, un derivado del violone. Su forma actual no ha sufrido grandes modificaciones desde el siglo XVIII. Investigando (aunque no mucho, para qué le voy a mentir) se dice que su primera aparición como parte de una orquesta sucedió ayer nomás: en 1663.
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