Taylor Ho Bynum

El cornetista Taylor Ho Bynum es uno de los compositores y líder de banda más destacados surgidos en los últimos años en el campo de la nueva música creativa.

Su último trabajo, el atrapante y original Other Stories (Three Suites) junto a su banda SpyderMonkey Strings, es una prueba fehaciente de lo mencionado .

Con SpyderMonkey Strings constituyó un grupo de formato atípico integrado por guitarra eléctrica, tuba, vibráfono, batería, cuarteto de cuerdas y corneta en el que confluyen elementos propios de la música clásica contemporánea, el jazz, la world music, el rock y la música electrónica.

Un cóctel explosivo y embriagante cuya receta le pertenece.

Si usted está en la búsqueda de algo diferente y con un riguroso compromiso creativo, Other Stories es una parada obligatoria.

Taylor Ho Bynum nació en Baltimore en 1975. Creció y desarrolló el principio de su carrera musical en Boston. Su formación inicial fue bajo la dirección del trombonista y educador Bill Lowe. Luego asistió a la Wesleyan University en donde se graduó con honores en 1998. Más tarde (con Anthony Braxton como maestro) obtuvo un master en composición. Desde ese entonces, con ambos (Lowe y Braxton) ha mantenido una prolífica sociedad musical que se ha traducido en giras, discos y diferentes proyectos en común.

El concepto artístico de Bynum abarca diversas formas de expresión. Desde ensambles de jazz tradicional a trabajar con dj’s. De música clásica contemporánea a world music. Ha realizado composiciones para películas y obras de teatro. En un cruce de diferentes corrientes artísticas ha trabajado junto a bailarines de danza contemporánea y con diferentes expresiones provenientes del campo de las artes visuales.

Su sociedad con Braxton abarca un amplio rango que va de duetos a orquesta, pasando por el Anthony Braxton Sextet, trio, quintet y así hasta llegar a co-conducir la Braxton’s Creative Orchestra.

Pero Bynum, además, fue miembro del ensamble del pianista Cecil Taylor e integró The Fully Celebrated Orchestra junto al saxofonista y compositor Jim Hobb.

Bynum también comparte liderazgo con quien fuera su maestro, Bill Lowe, en la banda llamada OtherTet.

Ha participado de proyectos en dueto con la bailarina y coreógrafa Rachel Bernsen y también junto al percusionista Eric Rosenthal. Su trayectoria como sesionista incluye colaboraciones con el Jason Kao Hwang’s Edge Quartet, The Matana Roberts Quartet, la Kwaakye Obeng’s Band, la Aadvark Jazz Orchestra liderada por Mark Harvey y el grupo de avant-salsa Zemog el Gallo Bueno, sin olvidarnos de sus trabajos con el Trio Ex Nihilo, el ensamble colectivo Paradigm Shift, Naftule’s Dream, The John Coltrane Memorial Ensamble, The Sound and Vision Orchestra, Elliot Sharp, Guillermo E. Brown, Pheeroan akLaff, entre otros, más colaboraciones diversas con el director de cine Leight Dana Jackson y los poetas Patricia Smith y Jon Sinclair.

Como le sobra tiempo (¡?), también realiza una destacada tarea en el desarrollo de la comunidad artística como productor, organizador y educador.

¡Puf! De sólo mencionar todo lo que ha hecho me cansé… ya no estoy para estos trotes.

Tiene sólo 30 años. Esto hace suponer que viene haciendo música desde antes de nacer, porque de otra forma no se explica cómo…
Cuidado, es peligroso, piensa y anda suelto.
Con él mantuvimos una extensa charla y nos quedamos con la sensación que más que demostranos todo lo que sabe quiso compartir con nosotros todo lo que aprendió…

Hablemos de tus comienzos. ¿Cómo empezó todo? Tu interés por la música empezó a través de tus padres, ¿no?

Nací en Baltimore, pero me mudé a Boston cuando tenía 4 años. Fue allí donde me crié.  Si bien mis padres no eran músicos, ambos eran aficionados y amantes de la música… y afortunadamente tenían buen gusto. Boston tiene una escena musical muy rica. Mi madre es una gran amante de la ópera y ha estado involucrada con audiciones regionales de la Ópera Metropolitana por años. Tambien ella tenía como amistades a jóvenes cantantes y las alojaba en casa cuando estaban en la ciudad. Algunas de ellas permanecían con nosotros por años y se convirtieron en miembros adicionales de nuestra familia… tales como Lorraine Hunt-Lieberson y Lisa Safer, así que crecí siendo espoleado por todos esos músicos excepcionales a mi alrededor. En general, la casa era un lugar notablemente creativo para crecer. Además de los cantantes, mi madre contuvo a muchos estudiantes extranjeros que estudiaban en Boston. Y otra vez, se quedaron con nosotros por años… una joven japonesa vivió con nosotros 8 años; un joven nigeriano lo hizo por tres años… otros eran de México, Alemania, Grecia, Venezuela…
Pienso que eso fue particularmente importante para mí ya que aún siendo joven, ese encuentro interracial y multicultural me dio un perspectiva muy amplia.
Mi padre me llevaba a conciertos de la Sinfónica de Boston o la Handel and Hayden Society. Recuerdo que cuando me sentí interesado por el jazz, mi viejo me llevó a una disquería y me compró discos de Dexter Gordon, Miles Davis, Chet Baker y Dave Brubeck, lo cual fue una buena forma de empezar… Su prima estaba casada con el gran guitarrista de be-bop Bill DeArango y él vivió con ellos en Cleveland, así que eso actuó como una fuente de inspiración que lo introdujo al jazz. Cuando me metí en la música, él reavivó su interés y empezamos a ir a show de jazz juntos…

Tus padres se divorciaron cuando eras niño; ¿qué impacto tuvo en tu formación como músico?

No podría decir que el divorcio de mis padres afectó mi formación musical a excepción que mi madre empezó a alquilar cuartos en casa y eso permitió que llegara mucha gente interesante mientras iba creciendo.

¿Cuándo comenzaste con la música? Tu primer instrumento fue el piano, ¿no?

Comencé a tomar lecciones de piano a los 8 años y si bien tenía un buen maestro, nunca tomé realmente el instrumento. Empecé con la trompeta a los 10 años. Mi madre encontró un excelente profesor llamado Pettipaw que vivía en la calle Beethoven y eso parecía ser una buena señal…

No siempre es así… yo me crié en la calle Mozart y no pasó nada (risas).

Tuve mejor suerte, ya que con él aprendí la técnica y luego, a través de la escuela secundaria, hice el entrenamiento completo integrándome a la orquesta juvenil.
El quiebre fue cuando tenía 15 años y conocí a Bill Lowe. Por aquel entonces, en la escuela se había cortado el programa de música y un amigo me dijo que necesitaban un trompetista en una big band. Así que empecé a participar de los ensayos en donde Bill enseñaba. Él vio que era un pibe inquieto y me puso bajo su ala y desde ese entonces ha sido mi mentor y amigo. El background musical de Bill era enorme. Desde Muhal Richard Abrams a Henry Threadgill; de Thad Jones a Frank Foster. Fue una bendición encontrar un maestro con una visión tan abarcativa, cuando el campo de la pedagogía del jazz está lleno de un concepto tan conservador. Pero además de ser un gran músico, Bill es un gran maestro, con el don de saber articular con claridad las estructuras musicales más complejas, inspirando al estudiante a que aproveche la chance de abrir su mente y logrando que la clase sea un espacio verdaderamente creativo. Así que fue una gran oportunidad para mi aprendizaje y  más siendo un adolescente.