The Cristian Corner

Black Rebel Motorcycle Club – Howl

Después de un debut más que auspicioso en el 2001… (sí… ya sé que suenan bastante parecidos a Jesus and Mary Chain, es verdad, pero el disco estaba bueno y al menos yo los defendí), con su segunda entrega (que se ha editado en la Argentina), los Black Rebel Motorcycle Club hicieron todo lo posible para que el disco sea: indefendible.
Se agotaron las ideas; que, si bien no eran muchas, en su primer trabajo el trío -proveniente de San Francisco- había sabido explotar al máximo.
Hoy nos llega, recién salido del horno, su último disco: Howl. ¿Querían guitarras potentes y distorsión? Tomá, te saco un disco acústico; y la verdad es que no está nada mal.
Canciones que se mueven entre el blues-folk y el rock buscando el espíritu del gran Johnny Cash.
Bien por una banda que supo dar el volantazo a tiempo.
Ampliaremos. 

The Go-Beetwens – Oceans Apart

Entre tanto bodrio pop, aire fresco de parte de un grupo que ya juega en ligas mayores (por los años sobre todo). No es que el disco sea imprescindible, pero sí te hace pasar un más que agradable momento al escucharlo, ya que la búsqueda de estos australianos siempre es la misma: canciones pop atemporales.
Apoyándose sobre elegantes guitarras acústicas y el aporte de algunos bronces, con sonoridades algo extrañas para esta banda, pero que redondean un puñado de canciones entrañables.
Más allá del tiempo de silencio, donde se rumoreó separación, están en un estado más que saludable, insisto, a pesar de su edad.
Bien por ellos.

Entre Ríos – Onda

Comienza el disco con ruiditos a lo Pan Sonic (me fuì al carajo), viene bien, y de repente comienza a cantar alguien…y ya está, nos damos cuenta en 25 segundos cómo va a ser todo el disco. Basecita electrónica, voz de cantante femenina, una fórmula super original y de la cual la banda liderada por Carreras parece no quere correrse nunca; y temas que arrancan, como el tema dos, a lo Kraftwerk (me sigo yendo al carajo) y sigue a lo Twiggy…
Tema tres me aburro, cuatro me aburro más, al quinto lo saco.
Alguien me tironea el pantalón; ah sí… es mi hijo de un año.
¿Querés un disco para jugar?
¡¡¡No, ese no!!!
Tomá este.

Cristian Woinarowski