The Pepe Corner: Recetas Con Sabor Y Ritmo
El Intruso insiste, quiere más para su paladar negro; en esta oportunidad arrimo un manjar.
Choclo Con Caracú
Ingredientes:
Mucho caracú – Tuétano
8 choclos – Mazorca de maíz
4 tallos de apio – Arracacha – Celeri
4 ramas de albahaca – Basílico – Hierba de vaquero
2 cebollas de verdeo – Cebolla china
Sal gruesa
Para preparar este plato vamos a necesitar ir al carnicero, porque no se consigue caracú en los supermercados; pídale que le junte durante un par de días. En los ingredientes escribí mucho caracú, esto es porque se utiliza sólo el contenido interior del mismo y la cantidad es poca, no cunfunda caracú con osobuco ya que éste tiene carne alrededor y el hueso pocos centímetros de altura.
(Nicolino querido te extrañamos, titiritero con guantes espumosos).
Aclarado el punto, comenzamos no sin antes recurrir a una obviedad sonora: El choclo, pero por Adrián Iaies en Una módica plenitud; en una cacerola grande ponemos agua a calentar con un par de puñados de sal gruesa, el apio, la cebolla de verdeo y la albahaca; a los pocos minutos agregamos los caracúes y dejamos que junto a las verduras trabajen en la cacerola tapada.
(Ahora Katrina, la naturaleza avisa, el león ruge y los que mandan con el índice en el cornete pensando tropelías).
Cuando la preparación levanta hervor, dejamos unos 5 minutos y agregamos los choclos que son más ricos cuando vienen con la chala que los de bandeja, fíjense.
Aquí me detengo porque el choclo es loco, está duro, después se ablanda y si se pasa se endurece, como el “otro” pero al revés.
(Renunció Castelli a la dirección técnica de Tiro Federal, el fútbol agradece).
Dejamos cocinar al choclo loco (y de paso matizamos con la Balada para un loco, versión Goyeneche) alrededor de 15 minutos; por las dudas, a los 10' saque uno y pruebe, póngale un piolín por si tiene que volver a probar, si no va a morder varios y queda mal servir los choclos mordidos, es mersa.
Cuando el choclo está listo retire y sirva en una fuente llevando al plato varios trozos de caracú y el choclo. Para retirar el contenido del caracú puede utilizar un cuchillo y con un movimiento circular vacíe el hueso; si no, deje enfriar unos minutos, tómelo y sople para que salga. Si usa esta opción apunte para abajo porque le puede poner el caracú en el pecho a un amigo, deviene a cerbatana, una desgracia.
Unte el choclo con el caracú; tómelo por los costados y entréguese a un exquisito solo de armónica, a la par del disco Tangos, del gran armoniquista Hugo Díaz.
(Si sube al colectivo 102 con lentes de sol, quíteselos: le pueden dar un bollo).
En la cacerola ha quedado un caldo riquísimo, páselo a una fuente, llévelo a la heladera; cuando se enfríe, quítele la capa de grasa y téngalo ahí atento… siempre es bueno un caldito, ¿o no?
Antes que me olvide, compre palillos porque el comedor queda invadido.
Hasta la próxima, disfrute, hágalo con cariño y que no falte el vino.
Un abrazo.
Pepe Terminiello.
