El Ojo Tuerto

Todd Sickafoose: Con Sabor A Toddy

Club Con Sabor Tropical – Los Angeles
Jueves 19 de enero de 2006

El 19 de enero se presentó en el Club Con Sabor Tropical el Todd Sickafoose Group. Teníamos cifradas grandes expectativas en el show. ¿Motivos? La reciente aparición del nuevo disco de la banda, Blood Orange y, sobre todo, debido a las sabias recomendaciones recibidas de un amigo de la casa: Scott Amendola (magnífico baterista, impecable compositor y distinguido barra brava racinguista).

¿Pero quién es Todd Sickafoose?

Para poder apreciar a los nuevos compositores, músicos o artistas en general, es imprescindible mantener la mente bien abierta. Con algunos recaudos, claro está (una mente demasiado abierta puede quedar expuesta a la pérdida indiscriminada de masa encefálica).

Nos constituimos en el local de referencia casi 45 minutos antes del inicio. El Club con Sabor Tropical es un típico caso de doble personalidad (¡?): comida salvadoreña durante el día y por las noches jazz de vanguardia… y comida salvadoreña. No es muy grande pero nuestro adelantamiento (casi un offside) nos permitió ubicarnos en posición de hacerles cosquillas con los pies a los músicos o incluso en condiciones de pasar a formar parte de la banda. Ambas cosas hubiesen provocado risas, así que optamos por permanecer en un plano relegado. Matizamos la espera visitando el improvisado puesto de venta de discos ubicado en la entrada… o en la salida (de acuerdo a la dirección adoptada) y observando la llegada del público que finalmente colmaría las instalaciones (unas 100 personas); así veríamos llegar a Nels Cline con la traza propia de un obrero de la construcción; también nos encontraríamos con una especie de gnomo que sentado parecía uno de los enanos de Blancanieves pero que más tarde al pararse… lo confirmaría. Pero el primer lugar en este improvisado casting del absurdo lo obtendría una horrible mutación genética: una lombriz gigante con aspecto humano (o viceversa) ideal para ser utilizada como carnada para pescar ballenas (siempre y cuando usted consiga un anzuelo de ese tamaño). Esto, por sólo mencionar a los parroquianos más vistosos y de mayor utilidad a la hora de eludir el aburrimiento ocasionado por la inevitable espera.

Siendo las 8:20 PM sale el equipo a la cancha integrado por Todd Sickafoose en contrabajo, Adam Levy en guitarra eléctrica, Ches Smith en batería, Alan Ferber en trombón y Ben Wendel en saxo tenor. El presentador nos anticipa qué sucederá y explica las reglas del juego: “quiero una pelea limpia, nada de golpes bajos y cuando digo sepárense, se separan”. Luego quiere presentar a los músicos pero éstos se niegan (parece que ya se conocían de antes).

¿Pero quién es Todd Sickafoose?

¡Y dale con la preguntita!

Adam LevyLa gente habla, se mueve y hasta respira haciendo ruido, pero como si una fuerza superior hubiese pulsado al mismo tiempo mute y pausa en el control remoto universal, todo parece detenerse mágicamente. Sólo se escucha una breve intro en contrabajo que nos conduce a Serpentine One, tema que abre Blood Orange. Sickafoose se agacha para tocar como si fuese un jugador acomodando la pelota para patear un penal y por su estilo no dudamos que será gol. Se suma Ches Smith tocando la batería con las manos. Smith no es ningún bebé de pecho, a pesar de sus cachetes rosados… el chupete y el sonajero. Ha tocado con Mr. Bungle, con el Trevor Dunn’s Trio-Convulsant y también con Marc Ribot. La guitarra del experimentado Adam Levy (Norah Jones, Joey Baron’ Killer Joey, Sex Mob, Jenny Scheinman) se incorpora dibujando la melodía principal con delicadas pinceladas. Luego llegan el saxo y el trombón y todo encaja a la perfección como en un rompecabezas.

Han transcurrido diez minutos desde que se inició el show y ya ha sido suficiente para darnos cuenta de que estamos en presencia de algo diferente. Pero seamos cautos y esperemos un poco más…

Otro prólogo de contrabajo anuncia Entering the Wild. De un collage de batería, trombón y saxo surge Levy en otra elegante intervención. De la nada se desata un violento intermedio, casi como si Mingus y Sex Mob chocaran de frente y de allí regresamos a la calma inicial rubricada por un exquisito solo de Ferber (ex integrante del Charlie Hunter Quintet) en trombón. Finalmente el tema se va desinflando y nosotros con él…

Que es diferente, no hay dudas… pero esperemos un poquito más…

Alan FerberEl pibe Sickafoose saluda fuera de micrófono. Creo que se siente cómodo sin ser escuchado mientras habla. Hace algunas indicaciones a los músicos tratando de asegurarse que todos estén leyendo la misma Ben Wendelpartitura o, por lo menos, parecida. Murmura “hagamos Microscopic Horses” y todos asienten con la cabeza. Un tema con aire folky, con una melodía central que podría conmover a una estatua. Otra sutileza de Levy en guitarra y un solo al tono de Sickafoose. Se alejan los caños y el grupo convertido en trío despliega un pasaje mágico. Regresan Ferber y Wendel y hacen un cierre cuasi-épico rubricado por una cerrada y merecida ovación…

¡Basta de cautela! Este show es fantástico y como si no controlara mis actos dejo escapar un “¡bravo!”

Es más, creo que si usara corpiño lo arrojaría al escenario.

Llega Big Oak del álbum Dogs Outside, disco debut del Todd Sickafoose Group. Un funky con las raíces puestas en el jazz tradicional pero en una combinación que suena decididamente natural. Correcto el ex-Dakah Ben Wendel en saxo y brillante Ferber. La estructura principal cae como un castillo de naipes y todo confluye en una perfecta síntesis sobre una base levemente bluesy.

Continúan con Repeater, con unos arreglos que parecen producto de una ecuación matemática con un brillante cierre a cargo de Smith.

Ches SmithLa batería que tiene Ches Smith parece uno de esos juguetitos que venían en los chocolatines Jack o con los chupetines Topolín.

No importa; Smith nos da la sensación que podría hacer percusión con una almohada.

Es el turno de Blood Orange. Una gloriosa intervención del baterista abre el juego. Entra el bajo, se suma Levy. Luego el saxo ocupa el primer plano. Ahora lo hace el trombón. Salen. Siguen en trío… ¡puf! Vuelven los caños… Y todo ocurre sin perder el pulso de una melodía perversa, decadente y cautivante. Estamos casi en una hora de show. Sickafoose tímidamente y, casi como si pidiese disculpas, se acerca al micrófono para decir “tenemos un par más…creo”.  Siguen con Moon Fruit, también del último disco que incluye otra ejemplar performance de Levy en guitarra con un intermezzo free a cargo de Ferber y Wendel (no sé porque pero me recuerdan a Firulete y Cañito). Llega un merecido descanso… para el publico. Poco después, la banda regresa para derrotarnos definitivamente con un tema al estilo cabaret. Los músicos se miran entre sí y sonríen en un gesto de manifiesta complicidad. Queda claro que la están pasando bien y eso se transmite y contagia.

SickafooseContinúan con otro tema de Dogs Outside: Too Much Tea. Música de marching band, swing y free, todo mezclado en un cóctel embriagante. Parece que el tema va a colapsar en cualquier momento pero los gestitos de Todd acomodan los tantos como si jugase al truco. Eso sí, siempre tiene el ancho de espadas.

El cierre será con Monkey Wrench Of the Future. Hace rato que nos noquearon pero siguen sacando manos desde todos los ángulos como si la pelea recién empezara. Aguantamos los golpes estoica y valientemente recostados en la lona y boca abajo. Brillantes solos de… de… todos… y final.

Fueron más de dos horas en el Club Con Sabor… a Toddy.

Pero finalmente… ¿Quién es Todd Sickafoose?

¿Importa? ¡Je! Si no lo sabe aún, créame que muy pronto lo sabrá…

Sergio Piccirilli.

Nota Relacionada: Todd Sickafoose Group: Blood Orange

Nota: Se agradece el aporte fotográfico de Ysi Ortega

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