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Vijay Iyer & Wadada Leo Smith: A Cosmic Rhythm With Each Stroke

 

a cosmic rhythm with each strokePassage, A Cosmic Rhythm With Each Stroke (All Becomes Alive, The Empty Mind Receives, Labyrinths, A Divine Courage, Uncut Emeralds, A Cold Fire, Notes on Water), Marian Anderson

 

Músicos:

Vijay Iyer: piano, piano Fender Rhodes, electrónicos

Wadada Leo Smith: trompeta

 

Sello y año: ECM Records, 2016

Calificación: A la marosca

 

Aprovechar lo mínimo al máximo (Nasreen Mohamedi)

 

La fenomenal artista de la India Nasreen Mohamedi (1937-1990) fue una pionera de la abstracción en su país. En el ideario estético que la distingue -asociado de manera indeleble con la práctica no-figurativa– materializó la exploración a través de su arte de un mundo subjetivo e inmaterial en donde convergen la espiritualidad, lo matemático y la metafísica, una ruptura con los prejuicios representativos, la entronización de la síntesis, el uso de medios sobrios y una manifestación plástica signada por su carácter parco y austero.

El legado de Mohamedi incluye pinturas, dibujos, fotografías, collages e invaluables apuntes sobre su obra. En todos los aspectos de esa labor artística asomó un ascetismo extremo, la atracción por la naturaleza -pero no como paisaje sino como abstracción visual-, su obsesión por las líneas rectas apuntando al vacío como expresión de lo infinito, las ideas de la retícula y del cuadrado (compartidas con la pintora estadounidense Agnes Martin y el pintor ruso Kazimir Malevich, respectivamente), influencias provenientes de la abstracción geométrica de Piet Mondrian, el interés por la arquitectura islámica de las luces y, fundamentalmente, una permanente búsqueda de lo esencial.

Ese subyugante núcleo estético pergeñado por Mohamedi tiene un enlace –implícito y explícito– con el fascinante A Cosmic Rhythm With Each Stroke, álbum que cristaliza la formación a dúo integrada por el pianista Vijay Iyer y el trompetista Wadada Leo Smith.

En tiempos recientes, el trayecto artístico desplegado por Vijay Iyer ha estado focalizado en el liderazgo de su trío con el contrabajista Stephan Crump y el baterista Marcus Gilmore (corporizado en los álbumes Historicity de 2009, Accelerando en 2012 y Break Stuff de 2015) pero, durante ese período, también abrevó en las fuentes de la música tradicional de la India con Tirtha de 2011, frecuentó el ámbito interdisciplinario en compañía del artista de hip hop Mike Ladd mediante las obras In What Language? en 2003, Still Life Commentator de 2007 y Holding it Down: The Veterans’ Dreams Project en 2013, presentó su primera obra a solo piano en Solo de 2010 y siguió la impronta de la música de cámara contemporánea a través del álbum Mutations de 2014.

En tanto que el inabordable y deslumbrante derrotero estético elaborado en los últimos años por Wadada Leo Smith –músico a quien Iyer describe como “su héroe, amigo y maestro”– comprende la vinculación de composición e improvisación en el contexto de jazz electro-acústico que da vida al Wadada Leo Smith’s Golden Quartet, la aproximación idiomática a la música eléctrica amparada en la simbología visual del ankharsmation que se expresó en Wadada Leo’s Smith’s Organic, una exploración de diferentes lenguajes musicales y sistemas orquestales de avanzada manifestados tanto en la Wadada Leo Smith’s Silver Orchestra como en el monumental Ten Freedom Summers de 2012 y el álbum doble Occupy The World en 2013, una lectura actualizada de los principios emanados otrora de la AACM expuestos en compañía de Henry Threadgill, Jack DeJohnette y John Lindberg con el álbum The Great Lakes Suites de 2014 y sus recientes trabajos colaborativos: Ancestors (junto al baterista Louis Moholo-Moholo) de 2012, los álbumes editados en 2014 Sonic Rivers (a trío con George Lewis y John Zorn) y Red Hill (en cuarteto con Joe Morris, Jamie Saft y Balazs Pandi) y Celestial Weather (a dúo con John Lindberg) de 2015.

El enlace entre ambos músicos nace con la participación de Vijay Iyer en el Wadada Leo Smith’s Golden Quartet materializada en el video Eclipse de 2005 y en los álbumes Tabligh de 2008 y Spirituals Dimensions en 2009, para luego continuar con una presentación a dúo llevada a cabo el año pasado en el prestigioso The Stone de Nueva York. Dicho evento, además de subrayar la recíproca afinidad de conceptos y sonidos y afianzar los vínculos formales del dúo, alimentó la imperiosa necesidad de documentar discográficamente el proyecto.

Esa idea, finalmente, se plasmó en A Cosmic Rhythm With Each Stroke.

El material comprendido en la obra incluye una composición perteneciente a cada uno de los integrantes del dúo y la extensa suite en siete movimientos que da título al álbum, dedicada e inspirada en el austero ideario estético que impregna toda la labor pictórica de Nasreen Mohamedi.

El álbum abre con la composición de Vijay Iyer titulada Passage. La delicadeza que imparte de las frases del piano y los tonos luminosos de la trompeta de Smith, se entrelazan para magnificar un temperamento de calma minimalista en donde subyace una profunda sensación de espiritualidad que deja expuesta la comunión conceptual de los intérpretes.

El curso de la extensa suite A Cosmic Rhythm With Each Stroke fue -en su mayor parte– decidido en el mismo momento de la grabación; pero el ingreso del dúo al estudio estuvo precedido por un exhaustivo análisis sobre la obra de Nasreen Mohamedi y la lectura pormenorizada de sus apuntes y crónicas. La resultante de esa estrategia composicional e interpretativa, logra establecer una indivisible ligazón de ideas entre ambas disciplinas artísticas y permite la natural extrapolación de lo pictórico a lo musical.

El inicio de la suite, con All Becomes Alive, yuxtapone los mesurados aportes en electrónicos de Vijay Iyer con el ascético fraseo de la trompeta. En el devenir evolutivo de la pieza, van aflorando la construcción de un motivo definido con trazos mínimos a solo piano, el sugestivo crescendo que se corona en la radiante intervención de Wadada Leo Smith y un desenlace final de cualidades etéreas.

La segunda parte se concreta en el espacioso e introspectivo carácter de The Empty Mind Receives. El título de este segmento parece representar a algunos de los principios del budismo Zen -práctica que, justamente, fue cultivada por Nasreen Mohamedi- lo cual se traduce aquí en la construcción de un lábil e incorpóreo paisaje sonoro de innegable naturaleza contemplativa.

La obra continúa con la dinámica complejidad de Labyrinths, en cuyo tránsito sobreviene un intenso diálogo instrumental a dúo, finalmente resuelto mediante una reposada y sutil intervención a solo piano por parte de Vijay Iyer.

El cuarto tramo de la suite toma cuerpo en el sobrecogedor temperamento de A Divine Courage. Los subterráneos aportes en electrónicos, sedimentan el terreno para que aflore un mundo sonoro que relega las urgencias banales y los artilugios innecesarios para, en su lugar, entronizar el estratégico uso de proporciones, simetrías, silencios y texturas, dar pie a una fulgurante aparición de Wadada Leo Smith en trompeta y confluir en un final de inasible belleza.

Mohamedi aseguraba que buena parte de su obra era “una exploración para encontrar el punto común donde las líneas se cruzan: el tiempo y el espacio”. Esa búsqueda es aplicable al equilibrado manifiesto sonoro de Uncut Esmeralds. Un delicado preludio gobernado por los electrónicos y el piano de Vijay Iyer abre paso al liberador desarrollo a dúo que luego desemboca en un lánguido remate de tonos embriagantes.

En la última parte de la suite sobrevienen el éxtasis dramático que exhibe A Cold Fire y la tenue impronta –determinada por una ejemplar y cautivante exposición de Vijay Iyer en piano eléctrico- que recorre el vaporoso Notes on Water.

El cierre del álbum llega con la mágica exquisitez de Marian Anderson, composición de Wadada Leo Smith dedicada a la legendaria cantante estadounidense del mismo nombre quien -además de sus excepcionales dotes como contralto– fuera un verdadero ícono en la lucha por los derechos civiles.

Vijay Iyer y Wadada Leo Smith, con el álbum A Cosmic Rhythm With Each Stroke -en tiempos donde se hace culto a la ostentación, el despilfarro y la superficialidad desmesurada–, parece abrir la puerta que conduce a un universo gobernado por el ascetismo, la austeridad y la reflexión profunda.

Un lugar imaginario e ideal en donde sólo tienen cabida los valores esenciales de la condición humana.

 

Llegará el día en que no se desaprovechará nada. Recién entonces entenderemos lo esencial (Nasreen Mohamedi)

 

Sergio Piccirilli

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