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Voyage, Voyage

Decidí no pasar este caluroso y humeante otoño porteño y cambiarlo por una más fría primavera boreal. Me voy de nuevo para Europa. Me voy a ver a un excéntrico (aunque lo que es excéntrico para unos, para otros puede ser… ridículo) guitarrista sueco. Ya me veo que es más de lo mismo, pero como lo que quiero es una primavera boreal fría, Suecia me viene bien.

Yngwie Malmsteen: Inspiration (1996)
Carry on my Wayward Son, Pictures of Home, Gates of Babylon, Manic Depression, In the Dead of Night, Mistreated, The Sails of Charon, Demon´s Eye, Anthem, Child in Time,

Músicos: Yngwie Malmsteen – guitarra, bajo y voz, Jeff Scott Soto, Joe Lynn Turner, Mark Boals – voz, Anders Johansson – batería, Jens Johansson, David Rosenthal, Matts Olausson – teclados, Marcel Jacob – bajo.

Sí… como todo disco de este guitarrista tiene una tapa horrible; el problema es que muchas veces el material sonoro que las acompaña tienen la misma característica. Pero éste no es el caso. El (por lo menos) excéntrico guitarrista decidió homenajear en el estudio a sus mentores; la discusión sobre si merecen un homenaje o un castigo queda para la próxima. El asunto es que este discípulo de Ritchie Blackmore, Jimi Hendrix, Bach y Paganini, nos tiene guardadas un par de sorpresitas. Obviamente hay una gran cantidad de temas de Deep Purple: Pictures of Home, Mistreated, Child in Time y el olvidado Demon´s Eye. Se trata en todos los casos de excelentes y potentes versiones; Child in Time tiene una intro bien distinta que anticipa que la guitarra será la protagonista. Mistreated, despojado a pesar de lo cual se las arregla para tocarse todo y con buen gusto, en una versión más parecida a la de Rainbow con Dio.

Hablando de Roma… el temazo Gates of Babylon. La primera sorpresa en realidad es Carry on my Wayward Son, de Kansas, impecable aunque con esteroides. Le rinde homenaje a Uli Jon Roth con el tema de Scorpions The Sails of Charon, que hace recordar a más de un tema de Dream Theater. Manic Depression, de Hendrix, es un favorito en vivo y aquí está cantada por el propio Malmsteen, extrañamente impecable. Para el final dejamos las dos verdaderas rarezas de este álbum. Primero Anthem, de Rush, me sigue gustando más la original pero ésta no desentona para nada. El sueco hace suyo el tema. La frutilla de la torta, In the Dead of Night, de UK. ¿Malmsteen interpretando un tema donde tocó Allan Holdsworth? Sí; y lo toca bárbaro. La guitarra hace también partes de teclados y en el solo no tiene nada que envidiarle a Allan. En todo el disco la banda está a la altura de las circunstancias y, como siempre, se destacan los hermanos Johansson.

Federico Larroca

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