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Wadada Leo Smith en concierto: Una inagotable libertad creativa

WadadaOneDomingo 14 de octubre de 2018 – 20:00 hs.

Red Cat (Los Angeles, USA)

En el Red Cat de la ciudad de Los Angeles y como cierre del prestigioso Angel City Jazz Festival, se llevó a cabo el estreno internacional de Rosa Parks Oratorio, obra escrita y dirigida por Wadada Leo Smith que el compositor presentó en compañía de un rutilante ensamble interdisciplinario conformado –además de su líder en trompeta- por Carmina Escobar y Karen Parks en voces, Min Xiao-Fen en voz y pipa, Shalini Vijayan y Mona Thian en violines, Andrew McIntosh en viola, Ashley Walters en cello, Kris Tiner, Graham Haynes y Louis Lopez en trompetas, Pheeroan akLaff en batería, Hardedge en electrónicos, Oguri en danza butó y Jesse Gilbert en arte visual en vivo.

El inconmensurable y fascinante ideario estético elaborado por el trompetista y compositor Wadada Leo Smith aparece actualmente canalizado en el proyecto para solo de trompeta inspirado en Thelonious Monk (propuesta que en escena conjuga música y proyección de videos e imágenes, pero que también tuvo su correlato discográfico en el álbum Solo: Reflection and Meditations on Monk de 2017), en los doce trabajos para cuarteto de cuerdas protagonizados por el Red Koral Quartet (con Shalini Vijayan y Mona Thian en violines, Andrew McIntosh en viola y Ashley Walters en cello) que recogen las piezas que Smith ha venido componiendo en ese estilo desde 1963 a la fecha, la amalgama entre música electrónica organizada en forma colectiva y el personal lenguaje musical desarrollado por el compositor que se cristaliza con el álbum Najwa de 2017 (en donde estuvo secundado por los guitarristas Brandon Ross, Lamar Smith, Henry Kaiser y Michael Gregory, el bajista Bill Laswell y el baterista Pheeroan akLaff), el enlace de jazz, música creativa y diversas tradiciones culturales para formatos reducidos manifestado en Golden Quartet (junto a Anthony Davis en piano, John Lindberg en contrabajo y Pheeroan akLaff en batería) & Golden Quintet (con los cuatro mencionados más Ashley Walters en cello), la fortaleza rítmica y el poli-centrismo melódico plasmado por el Great Lakes Quartet (agrupación que en la actualidad alinea a su líder en trompeta, Jonathon Haffner en saxos alto y soprano, John Lindberg en contrabajo y Marcus Gilmore en batería) y en las ideas experimentales para ensambles extendidos puestas en práctica a través de las diferentes manifestaciones escénicas de la Silver Orchestra.

No obstante, en ese desbordante contexto creativo que distingue a Wadada Leo Smith, hay tres obras que debido a sus características y alcances estéticos resultan cardinales e imprescindibles para entender su pensamiento musical: el álbum triple Ten Freedom Summers de 2012 (inspirado en el activismo del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos), el doble America’s National Parks de 2016 (motivado en la preservación de los recursos naturales y en el legado histórico comprendido en la creación y mantenimiento de los Parques Nacionales de Estados Unidos) y en la visión filosófica y espiritual del compositor sobre la figura de Rosa Parks y el movimiento de los derechos civiles expresada en la obra que motiva esta reseña: Rosa Parks Oratorio.

RosaRosa Parks (1913-2005) fue una de las mujeres de origen afroamericano más emblemáticas en la lucha pacífica por el reconocimiento de los derechos civiles y la igualdad ante la ley de los ciudadanos estadounidenses de raza negra. En los años cincuenta Parks se une al Movimiento de Derechos Civiles y trabaja como secretaria en la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) con sede en Alabama. Dos décadas más tarde funda el Rosa and Raymond Parks Institute for Self-Development con el que continuara su lucha contra la discriminación hasta sus últimos días.

Sin embargo, en la vida de Rosa Parks hubo un hecho que, además de convertirla en un ícono del movimiento de derechos civiles, determinaría para siempre su existencia. El primero de diciembre de 1955, mientras viajaba en autobús en la ciudad de Montgomery (Alabama), se niega a cederle su asiento a un hombre blanco (tal como ordenaban las leyes de la época) y termina encarcelada. “No me paré de mi asiento porque estaba cansada de ceder y ceder”, afirmaría en aquel momento. Esa firme determinación despierta la conciencia de las clases afroamericanas oprimidas, genera una ola de protestas -que derivarán en su liberación- y termina por afianzar la lucha en defensa de la igualdad de los derechos civiles en Estados Unidos.

La nueva obra de Wadada Leo Smith estrenada en Los Angeles expresa -desde la perspectiva de la música creativa contemporánea- una estrategia compositiva afincada en el formato canción, donde convergen la visión filosófica y espiritual del compositor sobre la trayectoria de Rosa Parks, los postulados del Movimiento de Derechos Civiles y las ideas de liberación, libertad y justicia. Todo esto enmarcado en un género musical dramático como el oratorio, interpretado en forma de concierto, sin representación escénica, con una trama narrada a partir de los textos y la música y, cuyo rico historial, abarca a célebres oratorios religiosos como Oratorio para la Santísima Trinidad de Alessandro Scarlatti, Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach o El Mesías de Haendel y también de carácter profano como Canción de los Bosques de Dmitri Shostakovich, El paraíso y la peri de Robert Shumann o Las Estaciones de Georg Friedrich Haendel, entre muchos otros ejemplos.

WadadaTwoRosa Parks Oratorio abre con un exquisito preludio instrumental -descripto como Opening scene prelude– en el que confluyen y se yuxtaponen los violines de Shalini Vijayan y Mona Thian, la viola de Andrew McIntosh, el cello de Ashley Walters, los electrónicos de Hardedge, el cuarteto de trompetas integrado por Wadada Leo Smith, Kris Tiner, Graham Haynes y Louis Lopez y las ilustrativas imágenes que provee Jesse Gilbert.

A partir de esa estructura germinal se irán sucediendo las siete canciones comprendidas en el oratorio, empezando por la fuerza narrativa expuesta en la pieza para cuarteto de cuerdas, voz, electrónicos y cuarteto de trompetas titulada The Montgomery Bus Boyscott, 381 Days: Fire y la profunda espiritualidad -con el ensamble a pleno– que emana de The First Light, en este caso subrayada mediante una sublime aparición solista de Wadada Leo Smith en trompeta.

Luego sobrevienen los efusivos trazos que dibuja Change It! -pasaje que mancomuna al cuarteto de cuerdas integrado por Shalini Vijayan, Mona Thian, Andrew McIntosh y Ashley Walters con los atinados aportes de Pheeroan akLaff en batería- y los subyugantes climas que envuelven al tema para cuarteto de trompetas, voz y batería The Truth.

A continuación, llegarán la sobrecogedora emotividad de No Fear y la evanescente atmósfera que edifica The Second Ligth, ambas canciones estructuradas sobre la base de cuarteto de cuerdas, voz y las trompetas de Wadada Leo Smith, Kris Tiner, Graham Haynes y Louis Lopez. En el primero de ellos, incorporando a la batería de Pheeroan akLaff y en el segundo sumando a los electrónicos de Hardedge.

El oratorio será coronado por la incontrastable belleza declarativa de la pieza para cuerdas, voz, trompetas y electrónicos Pure Love.

WadadaThreeEn todo el transcurso de la obra -además de lo ya mencionado- resultarán primordiales los hipnóticos aportes de Oguri en danza butó, la creatividad del arte visual ideado por Jesse Gilbert y, muy especialmente, la alternada y protagónica aparición de tres voces de excepción como son las encarnadas por la soprano estadounidense Karen Parks, la incomparable cantante china Min Xiao-Fen (quien también se lució en varios pasajes ejecutando pipa) y la notable vocalista experimental e improvisadora mexicana -actualmente radicada en Los Angeles- Carmina Escobar.

 

Wadada Leo Smith, con el estreno escénico del prodigioso Rosa Parks Oratorio, entrega una obra única en su género, llena de cualidades musicales y con una enorme fuerza conceptual en la que plasma, una vez más, su inquebrantable compromiso social y la voluntad para seguir ejerciendo en plenitud… una inagotable libertad creativa.

 

Sergio Piccirilli

 

Nota: Agradecemos el aporte fotográfico realizado por Aaron Griffith

 

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