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Wadada Leo Smith's Golden Quartet: Tabligh

Rosa Parks, DeJohnette, Caravan of Winter, Tabligh

Músicos:
Wadada Leo Smith: trompeta
Vijay Iyer: piano, piano eléctrico, sintetizador
John Lindberg: bajo
Ronald Shanon Jackson: batería

Cuneiform, 2008

Calificación: A la marosca

La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido. (Leonard Bernstein)

El ensamble colectivo Golden Quartet, que lidera el trompetista y compositor Wadada Leo Smith, incluyó en su formación inicial al pianista Anthony Davis, el bajista Malachi Favors Magoustous y el baterista Jack DeJohnette. Con esa integración, editaron el álbum Golden Quartet en el 2000 y The Year of the Elephant de 2002. Poco más tarde, el grupo se reencarnaría en una alineación electro-acústica configurada por Vijay Iyer en piano y sintetizadores, Ronald Shannon Jackson en batería y John Lindberg en bajo eléctrico y contrabajo. Producto de esa nueva formación llegaron el DVD Eclipse en el 2007 y, más recientemente, el álbum Tabligh.
El núcleo creativo de este último trabajo es un derivado del proyecto intercultural denominado Tabligh: The Garden of the Heart and the Soul, obra que había sido presentada en escena por el Wadada Leo Smith’s Golden Quartet en dos ocasiones: la primera de ellas en el Merkin Concert Hall de New York en colaboración con el músico iraní Alan Kushan y su grupo Rumi’s Disciple y la segunda junto al trío turco liderado por Süleyman Erguner en el Istanbul Akbank Jazz Festival en Turquía.
El álbum Tagligh fue grabado en vivo en el Red Cat de Los Angeles durante el desarrollo del CalArts Creative Music Festival de 2005 e incluye dos versiones en cuarteto del proyecto mencionado en el párrafo anterior (los temas Caravan of Winter yTabligh), una pieza proveniente del primer disco de la banda (DeJohnette) y una nueva composición (Rosa Parks).
La extensa y sobresaliente trayectoria del legendario trompetista e ícono de la libre improvisación Wadada Leo Smith, nos exime de presentaciones innecesarias.
Claro, que si usted prefiere los formalismos podemos hacer una excepción:
– Sr. Wadada Leo Smith, le presento al Lector…
– Sr. Lector le presento a Wadada Leo Smith.

Por si no lo sabe, le cuento que la cosmogonía de la música de Wadada Leo Smith se basa en una serie de principios y teorías tan profundas como particulares. A mí no me gusta meterme en la vida de los demás (como ejemplo, basta decir que una vez me preguntaron si quería ser Testigo de Jehová y respondí que yo no había visto nada) pero, al pasar y como quien no quiere la cosa, le digo que Smith, en su universo musical, considera y ubica a cada ejecutante como una completa unidad con su propio centro, a través de la cual la improvisación adquiere un carácter autónomo que responde a su propia energía creativa en lugar de reaccionar al total de la energía creativa de cada una de las unidades. O sea que cada sonido, o secuencia de sonidos, es una completa improvisación en sí mismo y en donde la improvisación, más que una reacción a los centros exógenos, es una fuerza liberadora del centro endógeno de cada músico. Quizás todo esto le resulte difícil de asimilar, y créame que lo comprendo; pero tras profundos análisis y agobiantes reflexiones estoy en condiciones de expresar con total claridad que para mí ya no es difícil de entender. Es imposible.

No sé si resulte de mucha ayuda mencionar que sus ideales creativos, con epicentro en la estética de la libre improvisación, se fundan en un sistema propio de notación musical denominado Ankhrasmation. La palabra akr… ahnak… rkaka… La palabra “ésa” deriva del egipcio ankh que significa “fuerza vital de la vida”, del término en idioma amárico ras que significa “padre” y de “ma” vocablo universal para la palabra “madre”… Es decir que “mamá es la fuerza vital de la vida de papá”… ¡O al revés! Que mamá es el papá deee… ¡olvídese! En un nuevo aporte a la confusión general, corresponde señalar que el nombre Wadada también proviene del lenguaje amárico y quiere decir “amor”, aunque esto último no parece explicar cómo funciona el ankre… el akahaaaakrrrr… el “coso ése” que hace el amor. Me refiero a… bueno… todo aclarado.

La propuesta del Golden Quartet nos lleva de regreso al punto de la historia en el que se originó el jazz eléctrico; y una vez ubicados en un territorio próximo al Miles Davis de In a Silent Way se proyecta nuevamente al futuro pero desde una perspectiva de profunda espiritualidad. Casi como si fuera una comprobación viva y en tiempo real de lo que podría haber ocurrido con el jazz, si esa hipotética senda hubiese sido recorrida y continuada desde aquel momento hasta nuestros días.
En términos psicológicos, la perfecta espiritualidad nace de la conciencia del Ello por el Yo, de la capacidad de definir el Superyó de forma volitiva y de un obrar en función de lo establecido. Recordemos que nuestro sistema consciente está controlado por el Yo, el inconsciente por el Ello y el Superyó es la fuerza directiva que aparece claramente en las ideas y principios de connotación social, moral o religiosa. El Superyó representa las restricciones morales y el estímulo hacia la perfección enfrentándose con el Ello que es el reservorio de los impulsos. El pobre Yo (o pobre usted, según el caso) se encuentra entre dos fuegos; y cuando éstos son muy fuertes, puede desarrollarse una conducta neurótica. Si el Superyó es demasiado intenso, el Yo no puede alcanzar sus ideales; o si el Ello y sus emociones son muy fuertes, el Yo no podrá dominar sus impulsos. Por eso lo más recomendable es que el Yo, el Superyó y el Ello, para conocerse mejor, salgan a caminar, a tomar algo o a cenar juntos al menos una vez a la semana.
Eso sí, Yo no pago… ¡Que paguen el inconsciente del Ello o el fanfarrón del Superyó!

Lo cierto es que en este segmento de la trayectoria de Smith, la música y el factor espiritual se unen, complementan y fortalecen mutuamente para acceder a un concepto de arte áurico, libre de pretensiones y dirigido a horizontes no representativos, expresando conceptos disolventes en los que hombre y arte se fusionan en un diálogo que no crea sino que des-oculta. Un arte que prefiere objetivar el inconsciente antes que decodificar el talento para conservar, así, su libertad natural.
El álbum da inicio con Rosa Parks, título que evoca a una de las pioneras del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, quien falleciera pocas semanas antes de la presentación del Golden Quartet en la que se grabó este disco. El tema tiene un desarrollo circular, con un cuerpo principal pleno de remolinos armónicos, que empieza y concluye con una meditativa y lenta exposición solista de Wadada Leo Smith. Los staccato en trompeta, el pedal de wah wah en el bajo eléctrico, una batería atronadora, el piano eléctrico cubriendo los espacios con una veloz secuencia de acordes y la ausencia de swing y la libertad rítmica con continuos rubatos, nos remiten de inmediato a la etapa que uniera a Miles Davis con Teo Macero. Parecido pero diferente, complejo pero claro y en todo momento sutil y persuasivo.
A continuación, hacen una relectura de DeJohnette, composición inspirada en quien fuera el primer baterista del Golden Quartet y cuya versión original apareció en el álbum debut de esta banda. Su inclusión aquí es una especie de tributo y, a la vez, un vínculo entre pasado y presente que ejemplifica la forma en que las composiciones de Smith pueden mutar hasta abrazar nuevos horizontes. Un diálogo sin palabras en el que su líder se convierte en un anfitrión que cede preeminencia para propiciar los impulsos colectivos. Moviéndose hacia regiones abstractas vecinas al free jazz de las que emanan el fino lirismo y fortaleza rítmica del piano de Iyer, la variedad de recursos de Jackson y las envolventes cadencias que dibuja el contrabajo de Lindberg.

Una narrativa dramática envuelta en un clima misterioso nos introduce en Caravan of Winter, pieza que forma parte de una colección de once composiciones que le fueran comisionadas a Smith por el Islamic World Initiative y el Lower Manhattan Cultural Council, en las que explora sobre la práctica islámica de zikr o “recuerdo de Alá”.
La fe zikri (en árabe se escribe ذكرى que significaaa… se lo debo) es una rama del Islam. El término zikri, que deriva de la palabra dhikr (en árabe ذکر cuyo significado…s e lo debo también), describe el culto Sufi, práctica islámica que se basa en el recuerdo de Dios como acto de devoción. Ojalá lo dicho sobre el Sufí, no sea insufi.
El extenso Tabligh, tema que cierra y da título al compacto, nos ofrece una amplia variedad de climas, intensidades e incluso de estilos, pero encorsetados en un marco de evidentes connotaciones espirituales. En términos musicales se traduce simbólicamente como una metáfora de los ritos iniciáticos asociados a la fe dogmatica. De hecho, el término árabe tabligh alude al “deber de la conversión” en favor de algún credo o devoción religiosa. Todo eso se manifiesta en una rotunda exposición sonora.
En síntesis: Tabligh es una obra magnífica que documenta la evolución creativa de la música improvisada y el constante e irrenunciable ascenso de un músico incomparable.

No puedes llegar al tejado sin ascender por la escalera (Rumi)

Sergio Piccirilli

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