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Wayne Horvitz: Whispers, Hymns and a Murmur Wayne Horvitz Gravitas Quartet: Way Out East

Wayne Horvitz: Whispers, Hymns and a Murmur
Mountain Language IV, Mountain Language III, Whispers, Hymns and a Murmur: a) Hymn I b) Whispers c) Hymn II d) Whispers II e) Murmur, Mountain Language I.

Horvitz - Whispers, Hymns and a Murmur
Músicos:
Joanna Lewis: violÍn
Anne Harvey-Nagi: violÍn
Petra Ackerman: viola
Melissa Coleman: cello
Eyvind Kang: viola
Wayne Horvitz: electrÓnicos
Tzadik, 2006

Calificación: Está bien

Wayne Horvitz Gravitas Quartet: Way Out East
Lb, Way Out East, A Remembrance…An Afterthought… What Could Have Been a Write, Between Here and Heaven, Berlin 1914, Ladies and Gentleman, Reveille, You Were Just Here (for Philip), Our Brief Duet, One Morten, World Peace and Quite

Horvitz - Way Out East
Músicos:
Wayne Horvitz: piano y electrónicos
Peggy Lee: cello
Ron Miles: trompeta
Sara Schoenbeck: bassoon
Songlines, 2006

Calificacion: Dame dos

Cuando me llegue la inspiración espero que me encuentre trabajando
(Pablo Picasso)

La pereza es la madre de todos los vicios; y como me enseñaron que a la madre hay que respetarla, aquí me tiene… respetuosamente desparramado en el sofá, haciendo “La gran Picasso”… invertida.
Lo más probable es que el día en que la inspiración golpee la puerta de mi casa… no haya nadie.
Por suerte para el arte, no todos tienen semejantes aptitudes para la ineptitud y logran sublimar sus pasiones, abstraerse, elevarse, expresarlas y hasta envolverlas para regalo.
Pero: ¿qué es la inspiración? ¿Cómo es? ¿Cuándo y dónde aparece? ¿De qué club es hincha? La inspiración… ¿son los padres?
La inspiración es el dominio de la propia sensibilidad aplicada al arte, en forma momentánea o duradera. Es algo que simplemente sucede y que puede utilizarse con mayor o menor fortuna.
Es más, generalmente los artistas más destacados son los que tienen… menor fortuna.
La música tal vez sea la manifestación artística más natural para el hombre (y para algunas mujeres también). Pero al mismo tiempo es la más abstracta y la que ofrece mayores dificultades para su comprensión (algunas mujeres también).
Dicen que la música es un lenguaje universal. Una expresión sin fronteras pero aun cuando cualquier sensibilidad puede captarla, no siempre resulta sencilla su comprensión.
La música de Wayne Horvitz (no es necesario decir de quién se trata, ¿no?) a veces más, a veces menos, requiere de un alto nivel de comprensión.
J. Molino decía: “La música no es solamente lo sonoro, es lo sonoro transformado por la experiencia humana. La música no se sustenta en las notas, en las escalas, en las reglas de sucesión armónica, sino en los esquemas que añaden a lo sonoro lo perceptivo, lo motriz y lo afectivo”.
Y aun cuando J. Molino sólo haya querido llevar agua para su… apellido, tiene razón, ya que ese concepto le otorga un valor capital al factor psico-social del fenómeno musical.
En lo que va de este año, Horvitz editó dos discos: Whispers, Hymns and a Murmur y Way Out East junto a su nuevo proyecto grupal, el Gravitas Quartet. En ambos, el hilo conductor es la pasión de Horvitz por la música clásica contemporánea; sin embargo, hallamos en ellos sutiles diferencias.
Como dice el propio Horvitz: “estos discos son dos caras de una misma moneda”.
Y agrega: “Whispers gira en torno a la composición y Gravitas lo hace en derredor de los músicos…”; para luego expresar: “uno podría ser tocado por cualquier cuarteto de cuerdas y el otro está compuesto para ser interpretado específicamente por esos músicos”.
Horvitz no es un artista tipo, todo lo contrario… es un tipo artista.
Si bien el estereotipo del artista se identifica con una persona irracional y que se deja llevar por las pasiones y con capacidad de imaginar y de crear … esteee…
¿Irracional? ¿Se deja llevar por las pasiones? ¿Capacidad para imaginar y crear? ¡Es un hincha de Racing entonces!
Pero también existe un desarrollo metodológico (refiriéndonos a los músicos y a algunos hinchas de la Academia) emparentado con la ciencia. Tanto el científico como el artista intentan obtener el conocimiento primero y divulgarlo después; pero mientras el científico necesita validarlo, el artista no.
¿Lo entendió?
Yo no.

Horvitz ha coqueteado periódicamente con la música clásica. Lo hizo en A Thousand Words, una obra para piano, cello, clarinete, violín y percusión que le fuera comisionada por Standing Wave. También el V Series para orquesta de cuerdas, percusión, electrónicos y solista, cuya premier tuviera lugar en el Concert Hall de Viena en el 2000. Con Otis Spann, una obra con 5 movimientos que incluyó la participación del guitarrista Bill Frisell, que le fuera comisionada por el Seattle Chambers Players.
Y en esta faceta de su proyección artística, es en donde Horvitz mejor expresa la conjunción entre la sensibilidad creativa y un desarrollo expresivo racional y metódico
Whispers, Hymns and a Murmur es una obra que le fuera comisionada a Horvitz para ensamble de cámara y solista. Originalmente estructurada para un quinteto que incluía a Peggy Lee en cello… en esta versión el solista es Eyvind Kang en viola; y fue conceptualmente inspirada en la vida y obra de Joe Hill, en particular por la apropiación que hiciera de himnos de iglesia para los cánticos de protesta de las organizaciones laborales que lideraba.
Joe Hill fue un activista sindical y miembro del Industrial Workers of the World que fuera ejecutado después de un controversial juicio en 1915. Yo no estuve, ¿eh?
La interpretación corre por cuenta del Koehne String Quartet con Eyvind Kang en viola y Horvitz en electrónicos, como solistas.
Esta obra incluye tres movimientos de Mountain Languages que fuera originalmente compuesta en 1989 para una obra de Harold Pinter. Mountain Languages también fue grabada por el Koehne Quartet en noviembre de 2003.
El resultado del disco es una extraña mezcla de lirismo y seducción, conducido en forma excesivamente cerebral. Esto último le resta algo de emotividad y establece un nivel de distanciamiento entre la obra y su ocasional receptor. Claro que esto tampoco escapa al mencionado balance entre captación y comprensión. Y tal vez mi opinión confirme que capté pero no comprendí lo suficiente… vaya a saber…

En cambio el Gravitas Quartet, en Way Out East combina la esencia de la música de cámara contemporánea con la improvisación del jazz.
Way Out East es una obra exhuberante e inventiva. Amarga y melancólica. Nostálgica y vulnerable… bah… me gustó.
Podemos hallarle vagas referencias a ciertos pasajes de otro proyecto de Horvitz como Sweeter Than the Day y algunos elementos armónicos provenientes del disco de Leonard Bernstein, West Side Story
Pero la mayoría de las estructuras utilizadas son herederas directas de Four Plus One Ensemble o del trío de principios de los ‘80 integrado por Horvitz, Butch Morris y Bobby Previte.
Algunos de estos datos no sorprenderán a los lectores del site, ya que Horvitz, cuando participó de la sección 1×5(+1), mencionó a West Side Story entre sus cinco discos favoritos y a Four Plus One como su obra propia preferida.

Way Out East, en términos compositivos y de contenido, es clásica y con espacios abiertos a la libre improvisación.
No es por aplicación del razonamiento que se decide si una música determinada es una obra de arte o no.
Sí podemos afirmar que en todo creador existe una doble lucha: la interior por su obra y la exterior con su ambiente.
El arte se disocia a sí mismo de la realidad y la confronta con la belleza y lo sublime, ubicándose más allá del mero entretenimiento y la convalidación de lo existente… pero en un juego de identidad de los opuestos, termina armonizando lo bello con lo verdadero.
Mientras cada vez más la condición humana milita en contra de la sublimación de la realidad expresada a través del arte, más aparecen focos de resistencia conceptual.

Más alla de los resultados obtenidos con Whispers, Hymns and a Murmur y Way Out East, cuyo goce dependerá de la sensibilidad individual, ambos suscriben a esa idea de resistencia.

Y eso, cuanto menos, invita a una respetuosa reflexión.
Aquello que Hanslick definía como… la importancia de las impresiones secundarias y vagas que resultan de los fenomenos musicales y

Toc, toc , toc…
Disculpe, pero están golpeando la puerta… no vaya a ser la inspiración…
– ¿Quién es?
– Soy yo… la Pereza.
Lo dejo, tengo mucho que hacer.

Sergio Piccirilli

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