Gordöloco Trío: Los Gordos y los locos tienen la verdad.

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Centro Cultural San Martín Sala A/B
Viernes 19 de agosto de 2005 – 21:00 hs.

Algunos minutos antes del concierto nos cruzamos con el trío, nos saludamos, un par de chanzas y la pregunta acerca del listado de temas del show que comenzaría en instantes.
La respuesta fue un cruce de miradas entre ellos, hasta que Gómez preguntó: "¿Qué lista? No hacemos lista; lo vamos viendo en el momento… ¿no?"
Gordoloco vivo Me sentí (una vez más) un idiota rematado (gracias Dostoievsky por esta simple y contundente frase, en Los Demonios o Los Poseídos, o Demonii, lectura obligada y re-lectura también).
El Gordöloco Trío está integrado por Rodrigo Gómez en batería y percusión, Hernán Hayet en bajo eléctrico y Mauro Mourelos en trompeta. Pero además cada uno juega con la electrónica, Mourelos apela a un Casio, Hayet larga los pedales y las perillas para darle a la kalimba y Gómez, además de sacar y poner minidiscs y hacer su propio sonido con una TEAC de 8 canales, utiliza todo tipo de elementos de percusión que van desde la campana de una lámpara (afortunadamente sin la lamparita) a la tapa de una olla Essen.
La excusa era la presentación de Copany, tercera entrega Gordöloca, luego de Antenas y el EP Tecnofogón.
El grupo tiene serios problemas para trasladar a sus discos lo que ocurre en sus conciertos, verdaderas performances tanto auditivas como visuales; y esto los transforma prácticamente en dos agrupaciones distintas, más "cerebrales" y cuidados en estudio, más sorprendentes, extravagantes y atractivos sobre un escenario.
El show comenzó a las 21:10 y finalizó a las 22:30. Ochenta minutos en los que ocurrieron algunas cosas:
• El inicio fue calmo, con escobillas, Hayet usando el bajo con pedales y efectos (una constante a lo largo de todo el concierto) y una trompeta apagada; pero luego parece que entráramos en algún track del "Animation-Reanimation" de Tim Hagans, aunque todo a pulmón, sin máquinas; se vira a un blues, Gómez que empieza a tocar con sus palillos en la llave que soporta al hi-hat, el tema parece ser Ava Gardner (aunque luego sería anunciado como No puedo convencer a mi vieja que vaya a terapia), se cuela la melodía de ¡Uy mirá!, se movió la grúa de su disco debut y un solo de Mourelos que recuerda al Miles Davis de "Kind of Blue", pero atravesado por el Peter Sellers de "La Fiesta Inolvidable".
• Habla por vez primera Gómez: "Bárbaro… está fenómeno… hasta las tetas…" y anuncia el tema siguiente, el falso El Lave-Rap es una estafa. El habitual zumbido que se cuela por el monitoreo (siempre ocurre) permite en los silencios escuchar a lo lejos la programación de FM Tango. Salvo este detalle perenne en la sala A/B, el sonido es perfecto. Mourelos en el Casio, Gómez con la TEAC; el baterista, de impecable mameluco blanco y unos lentes símil antiparras de soldador toma un plug con la mano izquierda y haciendo "masa" lleva el tempo, una escobilla en la mano izquierda y la otra sostenida entre los dientes. Se permite además (ayudado por la pared sonora de sus colegas) hacer percusión con jarros de loza y tapas de ollas. No hay snobismo, todo en función de la música, se pasa a un dueto de bajo con trompeta asordinada, la cosa va in crescendo pero finaliza abruptamente con una ¿guitarra acústica?
• Mourelos también va al piano acústico. Hayet toca una kalimba introduciéndola en el piano, suenan silbidos fusionados con pájaros, una banda de sonido de un funeral bizarro, Hayet vuelve a su instrumento pero golpeando el dorso con sus dedos.
• Otro título ficticio: Me colgué del Multicanal por 25 mangos.
• Anuncian Tamaratrance, de Copany, con la voz de Björk sampleada; Gómez prende el motor y parece una máquina de ritmos, Mourelos toca el Casio y la trompeta al unísono, hay una tremenda precisión en el (supuesto) caos. No regulan, se viene el power trío y enganchan con un tour de force, Crying, el tema de Bjork que versionaran en Antenas. Mourelos que la rompe de nuevo haciendo que parezca que la trompeta tiene un chicle atascado, uno grande, uno de aquellos Bubblicious, por ejemplo. La versión es apabullante, indestructible.
Gordoloco vivo • Sigue algo similar a un blues (está bueno eso de "algo similar" porque le quita compromiso al escriba). Gómez esta vez toma una olla con agua y la pasea de micrófono a micrófono, de canal a canal y el sonido envolvente que se fusiona (gracias a la interferencia radial) coin la voz de Azucena Maizani.
• El final es con Se nos complicó el cerebro (Se me complicó el cerebro, en el original). El piano acústico procesado a través de la TEAC; Hayet tan sobrio como en toda la noche. Llega el golpe final: un sutil palillazo en la tapa de una olla.
• El Gordöloco Trío tiene una propuesta distinta a lo habitual; creen en ella, apuestan a ella y suenan auténticos.
• No se trata de músicos que apelen gratuitamente al virtuosismo; por ende, el resultado final es superior a la sumatoria de las partes. Un verdadero grupo en el que cada uno sabe perfectamente cuál es el rol a cumplir.
• Mucha dedicación, esmero y (quiero creer) ensayo. Ni se miran, no hay señas. Se entienden y cada uno parece ireemplazable en el trío.
• Hay elementos que provienen de distintas áreas; por momentos parecen un grupo del Downtown neoyorquino, hay blues, minimalismo, straight ahead, rockean… pero logran un sonido que (no me pregunten por qué) es bien de acá.
• Si usted no los conoce… le pedimos que nos crea. El Gordöloco merece ser presenciado en concierto; viéndolos, en ese caos sonoro contundente y preciso, con cierres al unísono y con improvisaciones en serio (pensar que hay quien cree -muchos- que improvisar es hacer un solo de saxo), se me vienen a la mente una imagen y una pregunta. La imagen es Zorn en pleno delirio free leyendo una partitura o haciéndole señas -en Naked City- al ¿cantante? nipón Yamatsuka Eye. La pregunta es: ¿cómo carajo lo hacen?
El Gordöloco Trío ha brindado un concierto extraordinario.
El Gordöloco te enseña.
El Gordöloco entretiene.
Y yo te digo (contento) que son un lujo.