Charlie Haden Liberation Orchestra: Not In Our Name
Not In Our Name, This Is Not America, Blue Anthem, America the Beautiful (medley: America the Beautiful, Lift Every Voice And Sing, Skies Of America), Amazing Grace, Goin' Home (de The Largo of The New World Symphony), Throughout, Adagio (The Adagio for Strings).
Músicos:
Charlie Haden: bajo.
Carla Bley: piano.
Michael Rodríguez y Seneca Black: trompetas.
Curtis Fowlkes: trombón.
Aee Sharon Freeman: Corno francés.
Joe Daley: tuba.
Miguel Zenon: saxo alto.
Chris Cheek y Tony Malaby: saxo tenor.
Steve Cardenas: guitarra.
Matt Wilson: batería.
Universal, 2005.
Calificación: Más o menos… bien.
Charlie Haden ha participado de numerosos proyectos, ya sea en carácter de líder, de co-líder, de sideman o invitado; y en lo personal, tengo sentimientos encontrados con un músico de una trayectoria (para algunos) indiscutible.
A lo largo y a lo ancho de su extensa discografía, casi podría declarar un empate entre los buenos y los malos momentos que supe (o pude) descubrir. Sin dudas que el debut de la Liberation Music Orchestra fue un impacto de los buenos, como también los discos que realizara junto con Garbarek y Gismonti, las participaciones en las agrupaciones de Ornette Coleman y Keith Jarrett, algo del Quartet West, el Old and New Dreams (un selecccionado, con Don Cherry, Dewey Redman y Ed Blackwell), el dúo con Gismonti en Montreal, sus participaciones en los álbumes de Scofield, Frisell, Paul Motian, Pat Metheny, Ray Anderson,…
Pero también me han parecido sosos y hasta sobrevaluados algunos de sus proyectos, como el dúo con Pat Metheny en "Beyond the Missouri Sky", los discos con Gonzalo Rubalcaba, el otro algo del Quartet West y algunas -varias- cosas que para qué mencionar.
Lo que no se pone en duda es el espíritu combativo de este señor que jamás abandonará esa imagen de señorito intelectual que uno a la distancia imagina egresado de Harvard con aplauso, medalla y beso.
Haden decidió rearmar su Liberation Music Orchestra con varios músicos jóvenes y delegando la responsabilidad de los arreglos y la conducción en la pianista Carla Bley, única sobreviviente del disco debut de la banda, allá bien lejos, en el mismo año que dicen que Armstrong apoyó sus gambarolas en la luna.
Afortunadamente, la edición argentina del disco preserva una suerte de manifiesto anti-Bush que aparece en el booklet del cd; en un segmento puede leerse "queremos que el mundo sepa que la devastación que esta administración está realizando, no es en nuestro nombre; tampoco lo es en nombre de mucha gente de este país (…) aunque hayamos perdido las elecciones, no hemos perdido el compromiso de reclamarle a nuestro país en nombre de la humanidad y la decencia. No se rindan, la lucha continúa."
Bueno… la predisposición para escuchar el cuarto disco de la LMO no podía ser mejor. Las composiciones son de artistas norteamericanos; según Carla Bley "la música de este disco es en realidad un lamento por América, no una celebración. Por eso los arreglos no son patrióticos, sino anti patrióticos".
La apertura es con un original de Haden que además titula al compacto. Una intro relajada y la banda, pulcra, que acomete con un tema que bien podría haber sido utilizado para una publicidad de cognac de los años '70 (y no estoy diciendo esto peyorativamente). En el This Is Not America de Pat Metheny (aquel tema que cantara David Bowie para la película "The Falcon and the Snowman") domina el reggae (¡?), un estilo con el que nunca me he llevado muy bien que digamos y, poniéndole mucha garra, concluyo en que el arreglo es tan prolijo como previsible.
El disco, que está teñido de una brutal melancolía, por momentos es lánguido; pero también tiene sus (reales) momentos de atracción, aunque también es cierto que sin exagerar.
En definitiva, Haden ofrece un disco relajado y con cierta inclinación a la monotonía. Pero no está mal; eso sí: la lucha deberá pasar por las palabras; con discos así, difícil que asustemos a alguien.
Marcelo Morales.
