Uncategorized

¿To P2P Or Not P2P? Ésa Es La Cuestión…

Entrando ahora sí en el tema filosófico y moral, los perjudicados con el P2P y el mp3 son las compañías de discos, los entes de recaudación de derechos de copyright, y algunos grandes artistas "pop"… y no la gran mayoría de los artistas.

A tal punto es así que una enorme cantidad de músicos ponen su material de catálogo a disposición en sus páginas web para conseguir la difusión que sus compañías de discos no quieren o ¿no pueden? darles, ocupados en el último disco de Robbie Williams. Algunos artistas locales, que cuando vivían de dar clase regalaban discos con tal de ser escuchados y que ahora les va bien, están en contra de estas redes, pasando por alto que parte de su éxito se debe a la difusión que han obtenido de ellas y que una buena parte del público que asiste a sus conciertos son producto de esta difusión, sobre todo los más jóvenes.

Vayamos por partes: las disqueras. En general las compañías pagan por los discos una suma fija y un porcentaje menor de las ventas por quedarse con los derechos. Segundo, los entes de recaudación. Estas entidades cobran los derechos de autor por la reproducción de las obras y luego de todos los gastos, sueldos y demás etcéteras pagan a los artistas lo que queda. Y por último, los grandes artistas "pop", que son objeto de la piratería ¨industrializada¨ que copia discos para vender copias ilegítimas y lucrar con ello.

Cuando uno finalmente entiende cómo se distribuyen los pesos que uno paga por un CD, se da cuenta que se queda en muchísimas manos antes que en las de los artistas.

En Argentina uno se puede probar un jean antes de comprarlo, se puede probar un par de lentes de sol, una guitarra eléctrica, pero no un CD. No se puede escuchar un CD antes de comprarlo, salvo los que las disquerías ponen arbitrariamente a disposición y que generalmente son discos de moda. Entonces uno tiene que comprar confiando en las dudosas críticas que uno tuvo suerte de leer en alguna revista; además no lo puede devolver ni cambiar. Es una locura.

La pregunta final es: ¿cómo quieren que uno no se sienta un idiota yendo a comprar una novedad a una disquería si hacen todo mal?

Según mi parecer, estos muchachos la quieren toda para ellos y así coartar la única manera de poder escuchar música a la que uno no tiene otra forma de acceso. Si realmente quieren solucionar este ¨problema¨, permitan poder escuchar los discos para uno poder decidir qué comprar, pongan los discos de catálogo a un precio razonable y todos (pero todos) los discos a disposición.

Federico Larroca.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *