Joe Lovano
¿Cómo lo conociste a Bergalli?
Nos encontramos en Suecia cuando yo toqué como invitado de la Stockholm Jazz Orchestra hace unos 10 años; yo estaba ahí con Kenny Wheeler y mi esposa Judi Silvano, gran cantante dicho sea de paso, e hicimos una colaboración con la SJO donde uno de los integrantes principales era Gustavo. Ahí ya hablamos de hacer algo juntos.
¿Fue anterior a tu colaboración con Pablo Ziegler?
Sí… eso fue hace unos 5 años. Tocamos en el Carnegie Hall en New York. Fue la primera vez que toqué tango tradicional real y fue una buena experiencia.
¿Qué es lo que encontrás en el tango que no encontrás en el jazz?
Bueno… en el jazz está todo… (risas). Lo que encuentro en el tango es un sentimiento especial en la forma y en la música que es muy personal, hermoso y pasional. El jazz comprende el mundo de la música y permanentemente incorpora elementos de distintas músicas y eso incluye al tango; en el jazz que he experimentado en mi vida, con influencias de Miles Davis, Gillespie, Charlie Parker, Machito… la música de las Américas (del norte y del sur) han ido nutriéndose mutuamente a lo largo de los años.
¿Llegaste al tango por Piazzolla?
En realidad yo descubrí el tango cuando era muy joven y tocaba en Ohio en fiestas, casamientos y esas cosas… donde las bandas tenían acordeones y no bandoneones. También tocaba en lugares donde la gente iba a bailar. Ése fue mi primer acercamiento al tango. Piazzolla vino mucho después.
Siendo joven también tocaste con Tom Jones…
Una de las primeras bandas realemente buenas en las que toqué fue una big band que acompañaba a distintos cantantes y uno de ellos fue Tom Jones. Era el año 1973…
Hace treinta y tres años…
Sí… yo tenía apenas 20…
Y en ese momento, ¿te gustaba lo que tocabas?
Bueno… siendo tan joven… tocar en una big band y que me pagaran por ello.. ¡claro que me gustaba! (carcajadas). Era una banda excelente. Una verdadera orquesta y fue una experiencia bárbara, no sólo porque hicimos giras y tocamos mucho, sino porque Tom Jones es un gran showman y fue realmente divertido.
Pero vos tocaste con… todos…
Sí… toqué con algunos…
Y también tocaste en formatos muy distintos: trío, cuarteto, big band, noneto… y ahora vas a tocar solo, ¿cuál es el concepto?
Bueno… cuando uno toca solo logra que la música sea más íntima. Y como un ejecutante, yo toqué más tiempo solo que con otra gente. Desde el principio, cuando empezás a estudiar, a practicar… tocás solo. Tratás de encontrar tu sonido, experimentás con el instrumento… y tocás solo un montón…
Pero convengamos que no es usual tocar solo frente a una audiencia…
No… es cierto… yo elaboré un concepto inspirado en gente como Sonny Rollins, Steve Lacy… pero también amo escuchar a Keith Jarrett tocar solo piano; y a Hank Jones también. Ahora que lo pienso, los solo piano me han inspirado en mi approach para mis conciertos de solo saxo.
¿Es en tenor?
Sí, pero también me acompaño con algunos elementos de percusión y gongs. Me gusta acompañarme de esa manera y buscar sonoridades y tonalidades diversas. Mi primera pieza solo la titulé “Tones, Shapes and Colours” y es un approach a la improvisación en la que he estado trabajando durante mucho tiempo.
Vos tocaste con mucha gente y en distintos estilos y formatos; estás por hacer algo con Luciana Souza también, ¿no?
Sí… vamos a hacer algunas actuaciones, no es una banda en sentidos reales…
Está bien, pero tocaste solo, en dúo, big band… bueno… todo eso… (risas), ¿qué estás buscando?
Oh… amo tocar con gente e intercambiar energías e ideas con otros músicos todo el tiempo. Lo que busco es crear nueva música en cada situación. Y yo creo que eso es posible cuando trabajás con otra gente. El mismo tema, tocado con distinta gente, se transforma en nueva música y pienso que es muy importante en mi desarrollo como músico de jazz y hasta del arte en general. Si te acostumbrás a tocar los mismos temas con la misma gente, te transformás simplemente en un repetidor. Cuando cambiás la gente que te rodea, aunque las canciones sean las mismas, aparece una vida, energía e ideas nuevas todo el tiempo.