Por Los Codos

Reptet: Samantha Boshnack, Izaak Mills y John Ewing

ReptetLa raíz etimológica de la palabra pesimismo viene del latín pessimum que significa “lo peor”. En el contexto del pensamiento occidental la historia nos remite al filosofo Hegesias y su doctrina del pesimismo, luego desarrollada por Plutarco. Pero la fundamentación sistemática del pesimismo llegaría con los filósofos del irracionalismo del siglo XIX, como Schopenhauer, von Hartmann y Kierkegaard. Poco después se enrolarían en esa corriente Heidegger, Sartre y Cioran. Digo todo esto para justificar mi manifiesta incapacidad para ser optimista.
Por eso, cuando alguien me recomendó Do this!, el último trabajo de Reptet, dejé aflorar el pesimista que llevo adentro y procedí a escuchar el disco convencido de la inminente decepción pero…
Me encantó.
La insistencia de mi enano pesimista hizo creerme que se trataba de un espejismo discográfico y que en escena la desilusión seria total. Para comprobarlo, concurrimos a un show de la banda pero…
Me fascinó.

El jazz ha tenido, en sus más de cien años de vida, un sorprendente desarrollo. Pese a sus orígenes marginales, supo absorber influencias de otros estilos dando lugar a una sucesión de movimientos y vanguardias, hasta llegar a convertirse en lo que muchos consideran en la actualidad como “la música clásica del siglo XX”.
Esa vitalidad creativa requiere de un permanente espíritu de renovación. Sin embargo, ese proceso evolutivo del jazz se ha visto afectado en forma ambigua y contradictoria por dos fenómenos contextuales: la pérdida de protagonismo en la industria discográfica y la institucionalización académica.

Reptet - 2003Las grandes corporaciones, al transformar al jazz en una expresión de minorías, le hizo perder masividad; pero, sin querer, le devolvió su carácter marginal y contestatario de origen. El jazz de vanguardia, al quedar marginado de la cultura mainstream, comenzó a producir música alejada de esa influencia, trabajando fuera de la lógica de las compañías y corporaciones de la industria cultural. Esto se tradujo en un inesperado desarrollo de la libertad creativa.
Por su parte, la institucionalización académica del jazz brindó mayor sustento técnico a los músicos; pero al aplicarse el modelo educativo tradicional, terminó desvirtuando elementos sustanciales que antes se preservaban mediante la transmisión oral.

En Reptet se conjugan la rigurosidad académica, el ejercicio de la libertad creativa y la esencia de la tradición; pero expresada con una explícita vocación renovadora.
Su formación actual se integra con Chris Credit en saxofón, clarinete y flauta, Samantha Boshnack en trompeta y flugelhorn, Izaak Mills en saxofón, flauta y clarinete, Ben O’Shea en trombón, John Ewing en batería y percusión y Benjamin Verdier en bajo eléctrico y acústico.
Seis multiinstrumentistas, seis compositores, sin un líder a la vista.

ReptetReptet hace jazz con una sensibilidad post bop. Sus raíces se encuentran en la esencia y el vocabulario de los estilos tradicionales de esa corriente, pero eludiendo relegarse al pasado y evitando someterse a las ataduras de un género musical excluyente.
En su propuesta conviven el dixieland y el hot jazz, el rock y la música latina, el hard bop y el espíritu callejero de las brass band, el free jazz y la música clásica contemporánea. Así es como podemos hallar en un mismo espacio influencias aparentemente irreconciliables: de Mingus a Sam Rivers, de Zappa a Shorty Rogers, de Bartok al Art Ensamble of Chicago, de Mildhaud a Dave Brubeck.
Y todo eso expresado con una identidad propia sustentada en la reestructuración de los modelos ya existentes pero actualizados objetivamente con nuevos datos. Liberando al acto creativo del efecto polarizador de las viejas ideas y estimulando las nuevas a través del humor, la perspicacia y el ingenio.
Cuando tuvimos la oportunidad de entrevistar a tres de los integrantes de Reptet, lo aprovechamos de inmediato.
Y lo hicimos con el optimismo que nos caracteriza… desde hace poco tiempo.
Con ustedes, Samatha Boshnack, Izaak Mills y John Ewing

¿Por qué no se presentan ustedes mismos?

John EwingJohn Ewing: Bueno, todos tenemos nuestras propias historias, como imaginarás. Yo crecí en Philadelphia, Benjamin (Verdier) en Boston, Sam (Samantha Boshnack) en New York, Izaak (Mills) en Olympia  y Ben (O’Shea) en Seattle. Todos nosotros fuimos a la Universidad, algunos graduados, otros no. Algunos nos dedicamos de lleno a la música, otros no. Algunos de nosotros éramos muy pobres, otros no, aunque estamos en camino de serlo (risas). Y todos mezclados en una misma bolsa… Sólo una turba de atípicos jóvenes estadounidenses. Verdier y yo nos metimos en una banda de jazz junto con otros tipos. Tocábamos un repertorio de standards, de ahí lo de Rep-tet. Hasta que en un momento dado un amigo y ex-compañero llamado Stephen Parris, nos condujo a un experimento musical cooperativo de la escena local. Allí fue que me encontré con un montón de músicos talentosos y dotados, incluyendo a Izaak (Mills).

 

Samantha BoshnackSamantha Boshnack: Yo fui al Bard College en New York y estudie con Erica Lindsay. En la última etapa en el Bard me di cuenta que necesitaba mudarme e intentar involucrarme seriamente en alguna escena. Visité Seattle y comencé a trabajar en forma aleatoria con los tipos de Monktail (se refiere al Monktail Creative Music Concern, un grupo de trabajo colectivo integrado por compositores, músicos y artistas, cuyo interés principal reside en promover, producir y preservar formas creativas y exploratorias a través de performances públicas y foros educativos). Allí estaban Izaak (Mills) y John (Ewing). Inmediatamente sentí que ése iba a ser mi nuevo hogar. Así que me mudé y comencé a trabajar con ellos. Más tarde eso se convertiría en Reptet.

¿Cómo le describirían la música de Reptet a un extraterrestre recién arribado a nuestro planeta?

Izaak MillsIzaak Mills: Es una clase de… Bleh! (SIC)
(* Bleh es un termino de moda en los Estados Unidos que tiene diversas aplicaciones, en este caso utilizado para describir una forma de pensar diferente o que permite ver más allá de lo obvio).

¿Alguien puede ser un poco mas explicito…? (risas)

John: Sí, con mucho gusto. Nuestra música es una cacofonía de Bleh! Esa cacofonía se eleva y luego desciende lentamente (dicho con tono catedrático y acompañado por un gesto que dibuja en el aire el curso descripto). Así, hasta encontrarse con el acorde perdido en el interior del hombre…

Sam, sos mi última esperanza, ¿qué pensás al respecto?

Sam: Yo a los extraterrestres los invitaría a tocar en el CD.

¿Podrían expresar en una sola palabra, que no sea bleh (risas) una cualidad específica de cada uno de los miembros de la banda?

Todos al mismo tiempo: ¡Yo primero! No, dejame a mí…canciones… ¿Quién? ¡Sam! ¡Balance! ¿Yo? No, ella… ¡Energía! ¡Es mi turno!… Zanahoria…

Zanahorias¡Un momento! ¿Zanahoria…? ¡No, así no! Levantan la mano para hablar…
(Ahora el tumulto se repite pero todos tienen sus manos levantadas).

¡Orden en la sala! (risas) Nombraré uno por uno y ustedes me dirán la cualidad… si es que corresponde (más risas)
Empecemos con Samantha Boshnack…

Sam & IzaakIzaak: Canciones, tajadas de rábano picante… (risas). 

John: Balance.

Sam: Quejas y sollozos.

Izaak Mills…

Izaak: Ése soy yo (risas)… Zanahoria (SIC)

John: Intensidad.

Sam: Insano.

Ben O'SheaAhora una cualidad especifica de John Ewing…

Izaak: Funk

Sam: Energía.

John: ¿Yo? Sudor… (risas)

Se están portando bastante bien (risas). Sigamos con los tres que no vinieron… Chris Credit, Ben O’Shea y Benjamin Verdier…

Ben Verdier - Chris CreditSam: Chris, corazón. O’Shea, complicidad. Verdier, groove.

Izaak: Chris… sigilo. O’Shea… ¡no sé! (risas) y Verdier, bolsillo.

John: O’Shea, placentero, Chris entusiasmo y Verdier suavidad. 

Izaak: Y todos… ¡energía!

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