Brevario

Sólo Para Soledad Solari

Hay músicos por los que, llegado el caso, uno sacaría las manos.
Ojo… no digo enfrentarse con Mike Tyson ni con una tribu de agrandadores de cabezas (dicen que duele más). Pero sí sacar alguna manito, como para decir “te banco”, ¿se entiende?
Uno de ellos es el saxofonista Steve Coleman. Recuerdo que cuando en 1987 Sting vino a la Argentina a presentar “Nothing Like the Sun” en el estadio de River Plate, para muchos fue una desazón que no lo acompañara Branford Marsalis.
Pero yo, que era joven, inquieto y buceador (y después me olvidé), saltaba en una gamba y no al ajillo. Porque quien venía era un Coleman.
Y el que tocó con todos, se quedó solo. En Invisible Paths – First Scattering: Solo, el saxofonista ofrece el primer trabajo sin acompañamiento alguno.
Editó Tzadik y le tengo ganas.


El otro está más acostumbrado a la soledad.
El cellista Erik Friedlander se acordó de los largos viajes que realizara con su padre Lee, un fotógrafo que iba, justamente, a buscar imágenes. Iban en una pick-up Chevy modelo ’66.
Con esta suerte de road movie mental, Friedlander afinó, compuso, ensayó y grabó Block Ice & Propane, álbum editado por Skipstone y que, parece, no será la única entrega en solitude del cellista, ya que antes de fin de año se hará cargo de uno de los Book of Angels de John Zorn.
También le(s) tengo ganas.

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