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Allen Toussaint: The Bright Mississippi

Egyptian Fantasy, Dear Old Southland, St. James Infirmary, Singin' the Blues, Winin' Boy Blues, West End Blues, Blue Drag, Just a Closer Walk With Thee, Bright Mississippi, Day Dream, Long Long Journey, Solitude

Músicos:
Allen Toussaint: piano, voz en "Long, Long Jorney"
Don Byron: clarinete
Nicholas Payton: trompeta
Marc Ribot: guitarra acústica
David Piltch: upright bass
Jay Bellerose: batería y percusión
Invitados:
Brad Mehldau: piano en "Winin' Boy Blues"
Joshua Redman: saxo tenor en "Day Dream"

Nonesuch, 2009

Calificación: Dame dos

El pequeño barrio de Gert Town se encuentra en New Orleans. En la actualidad cuenta con una población aproximada de 5.000 habitantes, con unas 800 familias diseminadas a lo largo y a lo ancho de su superficie, que es inferior a los 2 (dos) kilómetros cuadrados. Allí, el 14 de enero de 1938 nació un tal Allen Toussaint.
El pequeño Allen creció en una humilde casa rectangular de tres metros y medio de largo. Les debemos la profundidad de estas fabricaciones (por cuestiones de respeto hacia la privacidad ajena hemos decidido prescindir de dicha dato). Sí podemos afirmar que fueron muy populares en el período comprendido entre el final de la Guerra Civil (1865) hasta, digamos, 1920. También estamos en condiciones de agregar que cuentan con tres, cuatro o cinco compartimentos contiguos, sin galerías, patios, jardines… usted dirá tal vez: "eran otros tiempos". Pues no… todavía existen. Aunque la verdad sea dicha. Por más humildes que sean, no compiten ni de cerca con las existentes en, por ejemplo, el populoso barrio de Villa Zagala.

Comúnmente se las denomina "shotgun house" (¡¿casa escopeta?!); cuenta la leyenda que el nombre fue sugerido por el hecho de que, como los cuartos y las puertas se alinean, uno puede disparar una escopeta a través de la casa sin que los muebles, floreros, vajilla e incluso electrodomésticos sufriera el menor rasguño (hecho fundamental a tener en cuenta a la hora de la reventa). También hay una superstición acerca de estas "símil-casillas": hay quienes sostienen que los espíritus y los fantasmas no pueden resistir la tentación de pegarse una vueltita ya que, por su conformación (la de las casas), se pueden rajar sin obstáculos. Es más… algunos han puesto las puertas en forma no alineada justamente para evitar que los fantasmitas entren o que, al menos, se peguen un lindo porrazo.

Decíamos que en una de esas casas nació (al igual que Elvis Presley) el pianista, cantante, compositor y productor Allen Toussaint. Comenzó a estudiar piano a los 7 años, dicen, inspirado por Professor Longhair. Fue incorporando a su estilo elementos de Fats Domino, Huey Smith y Ray Charles. En su adolescencia participó de la agrupación The Flamingoes, junto con Snooks Eaglin. A los 17 años, Earl King le propuso irse de gira con él y muy poco después fue convocado para reemplazar (debido a una indisposición) a Fats Domino en una grabación. En 1958, Toussaint registró un álbum instrumental titulado The Wild Sound of New Orleans bajo el alias "Tusan". Luego comenzó a componer bajo el seudónimo Naomi Neville. No sabemos si estos nombres falsos obedecían a cierta inseguridad propia o a una estrategia para despistar a los espíritus y fantasmitas de la casa escopeta.
Ustedes sabrán disculpar, pero no hay manera de que aquí resumamos como corresponde la vida de Don Toussaint. Sus composiciones comenzaron a grabarse por muchos colegas; pero no menos importante pasó a ser su rol como productor. Formó parte de la creación del sello Sansu y su siguiente grabación como líder fue en 1970. Se tituló Toussaint, pero mire usted lo que son las cosas. Una vez que usó su verdadero nombre, el título del disco fue, a posteriori, cambiado para su reedición en el Reino Unido: From a Whisper to a Scream.

Su labor como músico, productor y arreglador fue en un continuo crecimiento. Ha realizado algo de lo mencionado con gente como The Band, Paul Simon, The Meters, Glen Campbell, Bonnie Raitt, Etta James, Albert King, Joe Cocker, Elvis Costello, Dr. John, Paul McCartney, etc. y muchos (Robert Palmer, The Pointer Sisters, Devo, Raitt, Three Dog Night) han versionado sus composiciones transformándose, algunas de ellas, en verdaderos sucesos.
O sea que el septuagenario tiene su bien ganada reputación, lo que le valió ser incluido en 1998 en el Rock and Roll Hall of Fame.
Sus grabaciones como líder han sido esporádicas. Su última entrega fue hace más de una década; no obstante, en 2006 registró The River in Reverse junto con Elvis Costello, un muy buen álbum que incluyó en su mayoría composiciones de Toussaint, varias de ellas escritas en los '60 y '70.

En su debut para el sello Elektra Nonesuch, Toussaint recurrió a las bondades como productor del notable cantante Joe Henry. En realidad fue éste quien llamó a aquél y le dijo elípticamente: "quiero hacer un disco con vos (o con usted)". Toussaint comprendió rápidamente y le contestó: "Está bien, pero siempre y cuando vos te ocupes de todo. O casi". Henry (que tiene apellido de primer nombre) le hizo caso a Allen Toussaint (cuyo nombre de pila parece un apellido). Y la verdad sea dicha: Joe Henry ha hecho muy bien su trabajo. Basta con ver la compañía con la que rodeó a esta verdadera leyenda de New Orleans y (vastos) alrededores: Jay Bellerose en batería y percusión, David Piltch en upright bass, Marc Ribot en guitarra acústica, Nicholas Payton en trompeta y Don Byron en clarinete. Y además un par de invitaditos: Brad Mehldau en piano y Joshua Redman en saxo tenor. Es decir: salvo el baterista (que supo trabajar con Paula Cole, Solomon Burke, Beck, Aimee Mann, B.B. King y, entre muchos otros, también con Joe Henry), todos renombradísimos músicos de jazz.
¿Y qué es, entonces, The Bright Mississippi?
Por lo pronto, el flamante álbum de Allen Toussaint. Al que nos acercamos, la verdad sea dicha, por los músicos que intervienen. Pero ya se sabe que, muchas (pero muchas) veces, eso no garantiza (absolutamente) nada.

La apertura del CD es con Egyptian Fantasy, de Sidney Bechet. El inicio bien puede asociárselo con una march band en ritmo de blues y con toques circenses. El liderazgo a cargo de Don Byron se destaca por sobre una base muy marcada en el redoblante de Bellerose. Toussaint, con un breve pasaje en soledad, nos lleva definitivamente a New Orleans, reforzado esto con una ubicua aparición de Payton. Y de movida hay una buena noticia: los músicos están compenetrados con la causa y Henry encontró un sonido ideal para la misma.
Dear Old Southland, de Raymond Bloch, ha sido interpretada por prácticamente todos, desde Louis Armstrong hasta Wynton Marsalis. Aquí, el riesgo corrido por el trompetista, acompañado exclusivamente por Toussaint, no parece tal. Payton interpreta con maestría una composición que no le es ajena en un estilo que no le es desconocido. Esto ha empezado tan bien que estoy empezando a desconfiar…

St. James Infirmary prolonga el clima intimista, mérito en gran parte de Bellerose y su ascético aporte percusivo y un Piltch que (casi) ni se nota. Pero no es un detalle menor que se haya decidido que, a lo largo del álbum, Marc Ribot quede restringido a la guitarra acústica. El diálogo con Toussaint es intenso pero sin desbordes. Estoy, ahora, empezando a confirmar que puede hacerse un disco de blues distinto.
Singin' the Blues vuelve al New Orleans que conocemos todos (o al menos algunos); y por supuesto que Payton tiene mucho, muchísimo que ver con que así sea. Por lo que dice cuando toca y porque no apuesta al efectismo. Toussaint también demuestra que… bueno… ahora me pregunto por qué no aparecen más seguido discos como éste…

Winin' Boy Blues, de Jelly Roll Morton, cuenta con una preciosa y precisa entrega a dos pianos a cargo de Toussaint y un notable Brad Mehldau. West End Blues, de King Oliver, cuenta con ínclitos aportes de Payton, Toussaint y Ribot. Pero a no desdeñar las sutilezas de Bellerose desde la retaguardia y el aporte minimalista de Byron en clarinete. Blue Drag, de Django Reinhardt, prescinde de trompeta y clarinete pero trae la presencia de un Piltch preciso, un creativo Bellerose y el chisporroteo de Ribot y Toussaint. El tradicional Just a Closer Walk With Thee, con los primeros acordes del piano, parece ir directamente al cementerio del lugar común. Pero a los pocos segundos aparece Don Byron en inmejorable performance. La versión, a dúo, es magnífica.

Bright Mississippi, de Monk, es… es… un tema de Monk. Aquí, con la festividad necesaria en el momento justo. Y nuevamente se destaca Don Byron; y también David Piltch, en su momento de mayor protagonismo en el álbum. Day Dream, de Ellington, es un dueto aquí entre Toussaint y el invitado especial Joshua Redman. Que la verdad… me hizo extrañar un poco a James Carter. Long, Long, Journey es el único tema cantado del disco. Está bien, no mucho más. Quiero decir… no sorprende… tal vez esté mal acostumbrado. Aunque Ribot vuelve a demostrar que es un grande de verdad.
El final es con Solitude, de Ellington. Una reflexiva entrega a dúo entre Toussaint y Ribot que respeta (¿en demasía?) el espíritu original de la composición.

The Bright Mississippi es un álbum de blues. Lleva la firma del legendario Allen Toussaint. Pero es de importancia capital la tarea del productor Joe Henry quien, entre otras cosas, reclutó a un seleccionado de músicos que provienen del jazz y cuyo aporte ha sido indispensable, encontró un sonido ideal para la propuesta y logró, a pesar de que a priori el repertorio pueda parecer heterogéneo, una homogeneidad pocas veces encontrada últimamente.
Y debo decirlo, por qué no: The Bright Mississippi me ha reconciliado con el género.
No tengo dudas de que, a muchos, les ocurrirá lo mismo.
Vivan en una mansión, en un departamento o en las aún existentes "shotgun house".
No sé si me explico…

Marcelo Morales

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