Mariana Masetto
Ya lo hemos comentado en alguna oportunidad, pero la reiteración viene al caso. Así como en algún momento alguien (un tal Peter Handke) escribió El temor del arquero ante el tiro penal (que luego tuviera su versión cinematográfica en manos de Wim Wenders que, de paso, se recomienda), no faltará quién en algún momento se escriba acerca de El temor del periodista ante un disco debut.
Más aún en estos tiempos donde la posibilidad de grabar un CD, aunque sea en estado precario, está al alcance de la mano de unos cuantos. Pero a veces uno se sorprende y para bien. Y esto mismo ocurrió ante la audición de La Bumbunita, primer y reciente álbum de la cantante y percusionista Mariana Masetto.
Más sorprendente aún cuando la experiencia discográfica de Masetto se reducía al impecable álbum triple de Enrique Norris, Tríptico, grabado en 2009. La Bumbunita fue reseñado en nuestra entrega anterior; y ahí aclaramos que la cantante y percusionista no es una improvisada ni mucho menos.
Nacida en 1981, es profesora de yoga, licenciada en composición coreográfica y también ha incursionado en teatro, danzas clásica y jazz. Estudió canto con Karin Viviana Fortugno (étnico), Teresa Musacchio (lírico), Flora Yunguerman (técnica vocal) y Mirta Braylan (técnica vocal con orientación lírica y popular); percusión con Oscar Linero (latina), Carto Brandán (tambor, batería), Facundo Guevara (folclórica) y Mariana Baraj (percusión y ensamble vocal basados en ritmos folclóricos argentinos y de diversas partes del mundo); piano con Enrique Norris y armonía con Juan Pablo Arredondo.
También ha participado de numerosos cursos, talleres y seminarios dictados por artistas de diversas extracciones como Naná Vasconcelos, Lucía Pulido, Freddy Henríquez, Ana Laura Bertora, Carolina Chrem, Ramiro Musotto, Silvia Nakkach, entre otros.
Para la grabación de La Bumbunita, Mariana Masetto decidió correr riesgos. Tres de los diez temas los interpretó en soledad; en los restantes contó con la compañía de Facundo Guevara (percusionista y también productor del CD) y aportes esporádicos de Mariana Baraj, Enrique Norris y Lucas Loberto. La Bumbunita es un recorrido por diversos ritmos argentinos y latinoamericanos y, en él, Masetto interpretó: bombo legüero, tambora colombiana, teponaztle, cencerro, ago go de castaña, congas, pezuñas, garrahand, cascabeles, chapitas, semillas, tambor piano, maraca de poro, cuenco tibetano y caxixi. Por supuesto que se hizo cargo de las voces y también es para destacar tanto el arte del CD como el sonido, prístino, que permite e invita a descubrir cada detalle sonoro.
En la actualidad se dedica también a la enseñanza, dictando clases de voz y percusión. Y cuando le propusimos participar de esta sección, no solamente lo hizo con suma entrega y celeridad, sino que sus elecciones dejan bien en claro su amplitud, apertura, inquietud, búsqueda y explican en parte por qué su álbum debut no parece tal.
Si usted vive por Escandinavia o las Islas Feroe, puede adquirir La Bumbunita por internet: www.gogoyoko.com/#/album/La_Bumbunita
Pero si anda por estas tierras tendrá la posibilidad de asistir a la presentación oficial del disco, que se llevará a cabo el 7 de septiembre en el Café Vinilo, con las presencias ya confirmadas de Enrique Norris y Lucas Loberto.
Y ahora sí… las discos elegidos por Mariana Masetto
1 – Codona – Codona 1, 2 y 3
Collin Walcott (sitar, hammered dulcimer, sanza, tabla, voz), Don Cherry (trompeta, órgano, doussn´gouni, voz) y Naná Vasconcelos (percusión, berimbau, voz).
Esta trilogía de estos tres maravillosos músicos me encanta y es por eso que no pude elegir un solo CD ya que me parece un viaje que comienza con el primer disco y va continuando sin parar hasta el tercero.
Naná Vasconcelos es mi percusionista favorito, mi inspiración, un músico increíble en su manera de concebir y vivir su música como su religión, todos sus instrumentos son de la naturaleza y él un músico conectado con la vida, con la tierra, con el Amazonas, con las raíces de una manera tan orgánica que no deja de producirme una infinita admiración. No puedo parar de escuchar estos discos desde hace un tiempo: estos tres músicos juntos (y la disponibilidad y libertad de cada uno) improvisando y fusionando ritmos africanos e hindúes, generando diferentes texturas y sonoridades, silencios, la búsqueda rítmica y tímbrica de las percusiones de todo tipo y lugar, canciones tradicionales africanas o la tradicional japonesa como “Goshakabuchi” o la hermosa “Hey da ba doom” y la sublime participación de Don Cherry, hacen que yo sienta ganas de seguir bebiendo de esta fuente, de continuar aprendiendo a través de la escucha todo el tiempo. Un disco orgánico, enérgico, de una fusión única, que transporta a otras dimensiones…
2 – Violeta Parra – Cantos Campesinos
Violeta Parra: Poeta, cantora, guitarrista, compositora, recopiladora, escultora, pintora, bordadora… una artista íntegra, completa, con un coraje avasallante, una artista que admiro desde lo más profundo de mi ser.
En este disco la encontramos a la querida Violeta solita y sola, como era habitual en ella, con su guitarra y su voz cantando bellas canciones campesinas, rescatadas de lo antiguo, canciones con una raíz profunda en lo folclórico, anónimo y popular, algunas composiciones propias y, la mayoría, recopilaciones que ella misma realizó por su Chile natal. Destaco “La jardinera” un tema de su autoría que me encanta y canto.
Su voz tan vigente, diciendo… Su honda sencillez, su manera de tocar la guitarra y sus manos, convirtiendo todo lo que tocaba en arte, hacen que yo no me canse de escuchar; y en esa escucha de “encontrarme” en estos cantos campesinos de la Gran Violeta Parra.
3 – Mercedes Sosa – Corazón libre
Nuestra querida Mercedes, para mí la gran voz de Argentina y de nuestra América profunda…
La escucho desde mi infancia ya que en mi casa se escuchó siempre mucha música folclórica; y siempre siento una emoción muy grande, muy fuerte en mi corazón, en “mi corazón libre”… La fuerza de su voz conductora, su manera de interpretar las canciones en este disco, uno de los últimos en grabar antes de su partida, su fraseo, el timbre y el color de su voz, abordando siempre en la nota justa, sin dudas, su expresividad sin límites, los músicos que participan en el disco, los temas, los autores de los temas y la forma de tocar las chacareras y toda la música del disco, sin apuro, sin ningún apuro, a un tempo que parece el ideal, al menos para mí, la participación del Chango Farías Gómez en voz y bombo y de Facundo Guevara, a quien le tengo un gran aprecio personal y musical por haber tenido la fortuna de compartir la música con él en la grabación de mi primer disco, hacen que yo vuelva una y mil veces a este disco como si fuese un ancla para mí, un disco, una voz, un toque al que volver cuando me encuentro un poco perdida por los caminos..
4 – Radiohead – Amnesiac
Durante años me dediqué a escuchar la música de Radiohead con intensidad e insistencia. Incluso tuve la suerte de escucharlos en vivo aquí en Argentina y de sentir que estaba presenciando un momento inolvidable en mi vida, que estaba escuchando a una de las bandas más grossas de nuestros tiempos…
Este disco me atrapa, me envuelve en su atmósfera hipnótica, con métricas que por momentos no entiendo, con sonidos electrónicos, con una producción impresionante, con un baterista que me alucina por su toque preciso y en función del grupo y con la voz desgarradora y tremendamente hermosa de Thom Yorke. Un disco que me hace volar como todos los discos de Radiohead, un disco que escuché en el colectivo horas y horas, en la cama, enamorada y “desenamorada”. Un disco con momentos altísimos para el espíritu… asombrosos…
5 – Abdullah Ibrahim “Dollar Brand” – Good News from Africa
Dollar Brand (piano, voz, flauta), Johnny Dyani (bajo, voz, bells).
Este disco, como tantísima otra música más, me lo regaló el querido Enrique Norris. Gracias a Enrique he conocido muchos músicos y mucha música de todas partes del mundo. Éste es el caso de Abdullah Ibrahim, pianista sudafricano que grabó este gran disco en dueto con el bajista Johnny Dyani también sudafricano en los años '70.
De principio a fin es una grabación preciosa, luminosa, espiritual, reflexiva…
Ibrahim es un pianista que admiro mucho por su manera de tocar, que yo siento es con todo el cuerpo y el alma, de componer y de fusionar sonidos con una fuerte raíz africana con la improvisación y el lenguaje del jazz. Gracias al imaginativo toque de estos dos grandes músicos, encuentro a este disco un disco para recomendar con mayúsculas: canciones tradicionales africanas e islámicas, cow bells, flautas, grooves loopeados, las voces de ambos y uno mis temas favoritos del disco y de mi vida, compuesto por Abdullah, de ésos que te ponen la piel de gallina: Moniebah. ¡Que lo disfruten!
El + 1
Norris trío plus Cosmonautas – Tríptico
Elijo el disco triple de Enrique Norris en el cual participé como músico invitado, primero porque tocar con Enrique te hace ser mejor músico y mejor persona. Segundo porque fue un gran aprendizaje, la experiencia de ir al estudio sin una música ensayada, junto a seis músicos más, que además todos me parecen increíbles y vivir la experiencia de la grabación con tanta alegría, libertad, libre de prejuicios y que la música haya fluido tan maravillosamente, me hacen elegir este disco, que me va a acompañar durante mi vida por el buen momento vivido y las sensaciones positivas en todos los aspectos posibles que me recuerda haber estado allí o volver a escucharlo.
Tercero y último, compartir la música junto a Enrique y todos los músicos que lo acompañan… ¡estuvo buenísimo! Me siento muy agradecida y halagada de haber participado en el “Tríptico” de Enri.
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