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Cuong Vu 4-Tet: Leaps of Faith

Body and Soul, All the Things You Are, My Funny Valentine, Leaps of Faith, Child-Like (for Vina), Something, I Shall Never Come Back, My Opening Farewell

 

Músicos:

 

Cuong Vu: trompeta

Ted Poor: batería

Stomu Takeishi: bajo eléctrico

Luke Bergman: bajo eléctrico

 

Sello y año: Origin Records, 2011

Calificación: A la marosca

 

El que tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él (Miguel De Unamuno)

 

En la concepción religiosa la palabra fe describe “el asentimiento firme de la voluntad a una verdad basada únicamente en la revelación divina”. Esa idea resulta consonante con la raíz etimológica del vocablo ya que fe deriva del latín fider, término que significa “confiar”. Por ello la fe suele traducirse en el acto de confianza que podemos tener en un conjunto de creencias, dogmas o doctrinas teológicas. No obstante, las causas que convencen a las personas de la veracidad de una fe, dependerán de los enunciados filosóficos en los que dichas personas confían. Ergo, la confianza a igual manera que la fe, siempre implicará un juicio de valor sobre eventos o resultados futuros que no están debidamente apoyados en una prueba lógica o en evidencia material.

La controversia entre la fe y la razón ha estado presente a través de la historia desde tiempos inmemoriales. El dogma de la fe, hallado tanto en las antiguas religiones politeístas como en los principales sistemas religiosos de la actualidad, ha sido erigido invariablemente como una de las principales virtudes teologales; en tanto que la razón, por medio de la filosofía, supo desarrollar un sistema de búsqueda del sentido de la existencia que no sólo cuestionó las doctrinas de la fe sino que también se permitió elaborar respuestas legítimas y alternativas a los credos religiosos.

Está claro que habrá personas que siempre tienen fe, así como hay otros que nunca jamás la tendrán. Por supuesto, hay quienes tienen fe a veces sí y a veces no; es decir que las variantes son casi infinitas… como tres… máximo cuatro. De todos modos, en este contexto metafísico, su número final no tiene una importancia capital… ¡cinco!

 

A los fines de evitar confusiones definiré a la fe de la manera más breve, concisa, resoluta y sintética posible ya que no hay nada más infecundo, yermo e infructuoso que el letal y mortífero exceso de palabrerío insensato o la inútil multiplicación de epítetos inconducentes o la fastidiosa proliferación de parasitarios adjetivos estériles, incongruentes, degradantes y abyectos. En definitiva, utilizando los dichos, voquibles y términos justos, necesarios e imprescindibles podríamos afirmar e indicar o proclamar que la fe es, en dos palabras, algo así como… no sé (aunque no siempre, ¿eh?).

Ahora que tenemos los conceptos mucho más claros, me permito reconocer que mi falta de fe en la fe es un defecto (o virtud) que mi maestro suele adjudicar a un recalcitrante ateísmo. En realidad nunca tomé demasiado en serio sus recomendaciones, en parte porque tengo firmes convicciones filosóficas pero también porque es el maestro de la Escuela de Payasos a la que concurro; y la verdad es que me resulta poco serio que alguien que se hace llamar Chiclinchiclón con nariz roja, maquillado y con peluca, pretenda demostrar la existencia de Dios y valorice la doctrina de la fe haciendo torsión de globos montado sobre unos gigantescos zancos.

La fe, más allá de sus implicancias religiosas, puede adquirir fuerza racional cuando nace de un postulado y se la combina con evidencias del pasado que, en conjunto, despiertan el anhelo que nos induce a conseguir lo esperado. En conclusión: la certeza de que algo puede ser real y existir aun cuando no podamos verlo, termina constituyéndose en el soporte razonable para desarrollar auténticos actos de fe.

 

Leaps of Faith (en inglés, “actos” o “saltos de fe”) es –justamente- el título del nuevo álbum de Cuong Vu 4-Tet; banda que integran el baterista Ted Poor, los bajistas Stomu Takeishi y Luke Bergman y su líder, el trompetista Cuong Vu.

 

Cuong Vu 4-Tet, partiendo de una infrecuente alineación tímbrica que incluye batería, dos bajos eléctricos y trompeta; unifica tradiciones e influencias diversas para crear un innovador temperamento estético en el que confluyen el avant-jazz y el rock, la música ambient y el free y donde se alternan composiciones propias y relecturas de clásicos provenientes del jazz y la música pop, manifestados mediante un amplio rango expositivo que va desde melodías de profundo lirismo a tumultuosas experimentaciones instrumentales, pasando por etéreos paisajes sonoros que parecen reunir elementos del minimalismo, la música concreta y el impresionismo de Erik Satie.

Sin embargo, esa pluralidad de intereses artísticos y las múltiples fuentes de información con que se nutre la banda, se traducen en un discurso musical sereno, minucioso y equilibrado que, en lugar de provocar una abrumadora experiencia auditiva, permite que el oyente acompañe cada una de las piezas del álbum como si éstas formaran parte de una narrativa estética integral.

Ese relato musical -que parece incluir principio, desarrollo y desenlace- transita una senda cuyo estratégico diseño nos conduce, desde lo familiar y reconocible, a la exploración de lo desconocido. En concordancia con ese plan trazado, no sorprende que el orden adjudicado a los temas incluidos en Leaps of Faith dé inicio con la recreación de tres de los clásicos más visitados en la historia del jazz.

 

La apertura de este álbum registrado en vivo en 2010 en el Chapel Performance Space de la ciudad de Seattle, es con una avanzada revisión del tema de Edward Heyman, Robert Sour, Frank Eyton y Johnny Green de 1930: Body and Soul. El atípico enlace de los bajos eléctricos en comunión con los adornos percusivos de la batería, construye un clima de envolvente austeridad que propicia una sutil definición melódica –deliberadamente aletargada- a cargo de la trompeta de Cuong Vu. Los climas instrumentales parecen orbitar con libertad el leitmotiv de la pieza sin ademanes ostentosos y siempre orientados a dibujar un paisaje musical ajeno a todo cliché.

El siguiente paso nos ubica en una etérea y subliminal versión de la imperecedera All the Things You Are, composición de Jerome Kern que en origen formara parte del musical Very Warm for May de 1939. En el andamiaje armónico de esta relectura se funden en notable balance el incorpóreo pulso de la batería de Ted Poor, un ostinato de orfebrería a cargo de Stomu Takeishi, las infinitas ornamentaciones e inquietantes efectos que provee el bajo eléctrico de Luke Bergman y una exposición melódica que encuentra, en la trompeta de Cuong Vu, a su protagonista excluyente.

La secuencia de estándares de jazz toca a su fin con una espaciosa y tersa versión de la pieza de Richard Rogers y Lorenz Hart extractada del musical Babes in Arms de 1937: My Funny Valentine. Una entrega distante e hipnótica exaltada por un sobresaliente solo de Stomu Takeishi en bajo eléctrico y con la habitual claridad del ataque y la plasticidad dinámica que distinguen a la trompeta de Cuong Vu.

 

El frenético Leaps of Faith -tema que da título al álbum- nos proyecta a un fascinante universo sonoro en el que se dan cita la tradición del jazz, el doom-metal y la libre improvisación. Esta composición, cuya autoría es compartida por los miembros del cuarteto, se estructura sobre progresiones armónicas y formas extraídas del clásico de John Coltrane Giant Steps, ingeniosamente recapituladas desde la perspectiva musical del nuevo milenio. En un contexto de interpretación superlativo, sobresalen aquí las intervenciones de Ted Poor en batería y Luke Bergman en bajo eléctrico.

Los doce minutos de duración de Child-Like (for Vina) son una invitación a recorrer un misterioso e inclasificable mundo sonoro en donde se alternan el matiz de las sombras y pasajes de épica luminosidad. Los enigmáticos movimientos armónicos que distinguen a esta pieza llegan a su clímax primero, mediante un abrasivo soliloquio de la trompeta de Cuong Vu –en donde sin perder nunca la visión de conjunto, deslumbra y emociona por igual- y luego a través de una reexposición del tema de la que emerge con total lucidez el bajo eléctrico de Luke Bergman.

El necesario respiro auditivo llega con una pastoral, ascética e intencionalmente sosegada reinterpretación de Something, canción de George Harrison que formara parte del álbum de The Beatles de 1969 Abbey Road.

La extensa composición de Cuong Vu I Shall Never Come Back es otra de las gemas del disco. Una pieza eminentemente descriptiva y oscura, plena de abruptos crescendos y exposiciones melódicas de heroico carácter, en cuyo centro se produce la natural intersección entre la energía del rock y la vocación improvisadora del jazz.

El cierre sobreviene, en un gesto manifiesto de complicidad auditiva, con una pastoral recreación de My Opening Farewell; pieza que integrara el álbum de 1971 Saturate Before Using perteneciente al sonado cantautor estadounidense Jackson Browne.

 

Coung Vu 4-Tet, en Leaps of Faith, se mueve incesantemente entre la tradición y la innovación, adaptándose a su tiempo pero a la vez tratando de ir mucho más allá.

Tal vez en el origen de esa búsqueda estética, en lo inverosímil, lo que no se ve o no parece posible, se esconda un verdadero acto de fe.

 

La fe es amor a lo invisible, búsqueda en lo inverosímil y confianza en lo imposible (Johann Wolfgang Von Goethe)

 

Sergio Piccirilli

 

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